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La cultura de la dieta en TikTok: contenido proanorexia para desayunar, comer y cenar

  • La red social con más de 800 millones de usuarios está llena de contenido proanorexia
  • La plataforma parece no ser capaz de evitar que estos vídeos sigan apareciendo
  • Las jóvenes se ven sistemáticamente bombardeadas con consejos para matarse de hambre

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TikTok es un hervidero de contenido proana.
TikTok es un hervidero de contenido proana.

Aviso, contenido sensible: en este artículo se va a hablar de cultura de la dieta y trastornos de la conducta alimentaria. No voy a incluir ningún vídeo como ejemplo porque creo que dar visibilidad a ese tipo de contenido sería perjudicial; por otro lado, es importante tener en cuenta que la mayoría de personas que aparecen en ellos son o podrían ser menores de edad.

Los espacios en internet plagados de malos consejos nutricionales o que directamente promueven los trastornos de la conducta alimentaria existen prácticamente desde que se creó la red. Bueno, desde que internet llegó a nuestras casas, quiero decir. En una sociedad en la que la presión por la delgadez era y sigue siendo constante, es normal que en ese pozo sin fin de (des)información que es — hablando en vieja escuela — “la red”, siempre haya habido webs y foros en los que se comparte información sobre la pérdida de peso.

En su forma más blanca (ojo, que no por eso menos peligrosa) nos encontramos con dietas ridículamente hipocalóricas y trucos sin ninguna validez científica que prometen adelgazar en tiempo récord. En la sombra, en las partes más oscuras de Internet, rápidamente empezaron a multiplicarse en los 90 los sitios “pro-ana” y “pro-mia” (pro anorexia y pro bulimia, donde las personas que padecían estos TCAs compartían vivencias, pesos, medidas, fotos, soledad y anhelos.

Las redes sociales nos han traído, sin lugar a dudas, muchas cosas buenas, pero una de las peores ha sido una normalización y capacidad de difusión de contenido tóxico de la cultura de la dieta y de los TCA que hace unos años nos hubiese resultado inimaginable. Y, lo que es peor, en redes sociales las líneas entre el contenido sobre dietas (más o menos cuestionables) y el que directamente promueve la anorexia se han desdibujado todavía más, dejando miles de millones de horas de contenido pendiente de moderar y al alcance de cualquiera. Incluyendo adolescentes y niñas. O, mejor dicho, sobre todo al alcance de adolescentes y niñas. Como Internet está en constante cambio, la cuna del “thinspo” que una vez habitó Tumblr ahora vive y se multiplica sin control en TikTok.

Hambre en 15 segundos

En un artículo del año pasado el diario británico The Guardian puso sobre la mesa las pocas herramientas que TikTok tenía para contener la difusión de cuentas y vídeos que promovían “la anorexia y el material audiovisual peligroso de pérdida de peso”. TikTok había cerrado varias cuentas por estos motivos, pero los periodistas de The Guardian tardaron minuto y medio en encontrar contenido de este tipo después de “la limpieza”: una niña pidiendo ayuda para perder mucho peso en tres días, ya “fuese de forma sana o insana” porque “realmente lo necesitaba”; una cuenta sobre dietas que especificaba: "esto es una advertencia: si no te gustan las cosas sobre pasar hambre, por favor vete”... Todo seguía exactamente igual.

También en 2020 el medio estadounidense BuzzFeed publicó el reportaje “TikTok está lleno de contenido pro-TCA, a pesar de ir contra sus propias normas”. El artículo se centra en el apartado de “recomendados” que tiene la app, que te hace propuestas de contenido nuevo en base al que has estado likeando y comentando. Sin embargo parece que estos vídeos a caballo entre las malas dietas y los TCA están apareciendo en los sugeridos de chavalas muy jóvenes que reportan que ni tan siquiera han buscado contenido en esta línea. Se lo están metiendo con calzador no solo a niñas que ya padecen un problema con su imagen y la comida, también a las que no. TikTok no solo está fomentando los TCAs: en algunas personas, directamente los está creado de cero.

“¿Qué como en un día?”

Los vídeos de “What I Eat In a Day” (en castellano “Qué como en un día”) están muy extendidos en muchas redes sociales, pero en TikTok son especialmente venenosos. En primer lugar, porque si estos vídeos los hace una persona famosa con muchos seguidores y, sobre todo, con un físico socialmente idealizado, es muy probable que la gente imite la forma de comer de esta influencer, que puede estar difundiendo información nutricional falsa y/o tener hábitos alimenticios que no son compatibles con la persona que lo está viendo.

Que los influencers puedan ser prescriptores de absolutamente cualquier tema sin tener formación es peligroso, sobre todo cuando tocamos el tema de la alimentación y la salud. No olvidemos que en estas plataformas no solo hay personas que hablan mucho de lo que no saben, también hay personas que ganan millonadas promoviendo dietas y productos de adelgazamiento y que no van a cortarse ni media en seguir difundiendo este tipo de contenido a sabiendas de que es perjudicial porque los valores tienden a perderse (si es que alguna vez se han tenido) cuando hay un fajo encima de la mesa.

Pero no solo las influencers avaras pueden hacer daño. Hay chicas que, desde su enfermedad y sin mala intención, están compartiendo sus “What I Eat In a Day” en su supuesto proceso de recuperación de la anorexia u otro TCA. ¿El problema? Que esta “recuperación” la están haciendo por su cuenta, sin tratamiento psicológico. Creen que se están curando y quieren compartir sus progresos con el mundo, pero es fácil ver en esos vídeos que lo que estas chicas comen en un día está infinitamente por debajo a nivel calórico de lo que una persona adulta necesita para funcionar.

En su proceso de autoengaño de decirse que se están recuperando están llevándose por el camino a todas las chicas que, viendo esos vídeos, crean que esta es una forma sana de comer. Y en cada vuelta nueva que dé esta enorme rueda, un puñado nuevo de chicas se irán quedando más y más atrapadas en esta espiral destructiva que son los TCA.

No es culpa de las niñas

No es culpa de las niñas, es culpa de las plataformas que permiten que estos mensajes fluyan sin control. La culpa no es de las chicas, es de TikTok.

Los TCA destrozan vidas. Los TCA matan. Todas las que crecimos en los 90 y los 2000 sabemos demasiado bien de qué va todo esto como para aceptar por respuesta “es que es el algoritmo”.

Señores, si el algoritmo falla, lo arreglan, porque mientras no lo hacen (porque no quieren o porque no saben) están dejando claro que ganar muchos millones con una red social como TikTok está en su escala de valores muy por encima que proteger a estas personas vulnerables de generar una relación terrible con su cuerpo y la comida. Incluso enfermando. Incluso muriendo.

Si falla el algoritmo, el fallo es de ustedes.