Juegos DIY: Las mejores ideas para hacer en familia
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El confinamiento nos ha servido para darle a la imaginación, pero también para darnos cuenta de la cantidad de juegos que tenemos hoy en día en nuestras casas. Además de los clásicos de siempre, en estos días de encierro nos valía cualquier cosa para jugar: cajas, rollos de papel, trozos de tela… Era divertido imaginar y crear esos juegos porque era un trabajo en equipo con el que disfrutamos mucho. Hicimos futbolines, bolos, tambores chinos. Hemos aprendido cómo decorar nuestras terrazas con divertidas macetas con materiales reciclados o cómo hacernos nuestros propios complementos para la playa.
Con este confinamiento he aprendido que, vayas donde vayas, y con lo que tengas, puedes crear el juguete que necesites. Ya no hace falta viajar como los caracoles con todo a cuestas, viajamos con lo mínimo disfrutando al máximo. Para esta ocasión, para esos viajes de verano que están a la vuelta de la esquina, traigo tres juguetes que podemos hacer con materiales reciclados para despreocuparnos por la diversión fuera de casa. En María Resuelve tenemos la solución.
El primer juego se inspira en la mítica guerra de barcos. Para ello necesitamos unas cajas de pizza, unos tapones, pegamento y unos folios, si pueden ser reutilizados, mejor. Más sostenibilidad. Una vez tenemos las cajas, colocamos en la parte superior, en su interior, una cuadrícula para anotar los “tocados y hundidos del compañero”. Lo pegamos con un clip para poder cambiar los folios. En la parte inferior de la caja de la pizza colocamos nuestra propia cuadrícula, dibujada en el cartón. Aquí situaremos nuestros barcos creados a partir de los tapones de plástico. Los unimos y creamos los diferentes barcos: de cinco tapones, de cuatro, de tres y de dos.
El segundo juego es un clásico puzle. Para ello vamos a utilizar algo que tiene que ver mucho con el verano, porque cuando aprieta el calor, los polos y los helados inundan nuestro congelador para darnos una tregua. ¿Esos palitos de madera se tiran? No, con ellos vamos a elaborar un sencillo puzle. Una vez tengamos unos cuantos, estos se agrupan y sobre ellos se pega un recorte de un dibujo que nos guste o una fotografía. Una vez realizado, lo dejamos secar. Después separamos los palos con un cúter y ya tenemos las piezas del puzle separadas para desordenar y ordenar las veces que queramos.
El tercer juego también requiere de material ya utilizado previamente. Como en verano también se acumulan los palos de piruleta, voy a hacer uno de mis juegos favoritos. Para darle un segundo uso, vamos a hacer un tangram. Necesitamos poliespán de una caja vieja, esos palos de piruleta, gomas de colores, folios y pinturas de colores. Sobre este poliespán diseñaremos una cuadrícula donde dibujar o reproducir formas y letras, el clásico tangram, pero reinventado.
Sobre el poliespán pinchamos estos palos de piruleta de forma que estén equidistantes. En los folios reproducimos esta cuadrícula y dibujamos las formas que queramos con los colores que se nos ocurran. Por último, intentamos reproducir estas formas con las gomas de colores. Vas a comprobar que es un juego educativo y entretenido con el que se desarrollan muchas capacidades.
¿Es necesario ir cargados este verano? No, solo necesitamos mucha imaginación en la maleta y ganas de darle una segunda vida a todos esos elementos que tenemos en casa. No solo tendremos a los niños entretenidos, sino que les estaremos dando ejemplo a nuestros hijos de cómo ser más sostenibles en casa.