Raffaella Carrà da nombre a una pequeña plaza en la calle Fuencarral de Madrid, tan solo 10 días después de su muerte

• Se trata de un pequeño espacio situado en los números 43 y 45, donde estuvo el Mercado de Fuencarral
• Italia solo habla ahora de la gran herencia: Raffaella Carrà no se casó y no tuvo hijos, pero sí sobrinos
• Misteriosa casualidad: Hallan los cuerpos de dos hombres en el hotel que fue la casa de Gianni Versace, justo ahora

Raffaella Carrá tendrá una plaza en Madrid

El cariño que Raffaella Carrà tenía a España era correspondido. La cantante italiana siempre supo que el público español la quería mucho, como ha quedado demostrado tras su muerte, y la consideraba tan española como italiana, justo como ella misma cantaba. "Aunque no soy española, me gusta así, Igual que el vino rojo, me emborracha él, Aunque no soy española, le sé querer, por mi temperamento y mi forma de ser". Una forma que enamoró y conquistó a varias generaciones de españoles. Ahora Madrid le dedica, y en tiempo récord, una pequeña plaza. Se trata de un espacio situado en la famosa calle Fuencarral, de Madrid, entre el barrio de Chueca y el barrio de Malasaña, exactamente donde estuvo durante años el conocido Mercado de Fuencarral.

Muere la incombustible diva italiana Raffaela Carrà

Es una propuesta de Más Madrid que pretende "visibilizar y poner en valor la memoria" de Raffaella Carrà, cantante, compositora, presentadora, bailarina, coreógrafa e "icono de referencia para todos los madrileños y madrileñas, especialmente para el colectivo LGTBI+". La formación política dice que Carrà representa "la libertad para muchas generaciones, para las abuelas y abuelos, padres y madres y también las más jóvenes. Siempre estuvo muy vinculada a Madrid, ciudad en la que decía sentirse libre y muy a gusto disfrutando de la vida de sus calles y plazas.

Los votos de Más Madrid, PSOE, Cs y PP han sacado adelante la propuesta para que Raffaella Carrà sea recordada en el callejero madrileño, algo que ya puede verse en google. "Quedará para siempre en la memoria el nombre de esta mujer que no sólo nos hizo felices y nos hizo disfrutar de su música sino que también fue un icono de la libertad, de la libertad sexual de las mujeres y de los derechos LGTBI, un icono que une a todas las generaciones, que ha unido a la mayoría de los grupos políticos", ha remarcado. En 2017 la Carrà fue reconocida como Icono Gay Mundial en las fiestas del Orgullo Mundial (Madrid World Pride) de 2017 y participó en la confección de la bandera arcoíris de lacitos que el entonces Gobierno municipal desplegó en la fachada de Cibeles.

Loles León y Raffaella Carrà durante los premios World Pride 2017 GTRES

La gran herencia

Italia habla mucho estos días de la herencia de Raffaella Carrà y de sus herederos. No se casó, no tuvo hijos pero sí tenía sobrinos que, según parece, recibirán lo que les corresponda. Sí se sabe que la cantante donó un inmueble en la localidad toscana de Porto Santo Stefano a una asociación de voluntariado. Fue poco tiempo antes de morir el pasado 5 de julio a los 78 años de edad.

Es una casa de 160 metros cuadrados "de gran valor" que la diva donó "hace pocas semanas" a la Confraternidad de Misericordia de Porto Santo Stefano, en la península del Argentario, su segunda casa y donde reposarán sus cenizas, informan los medios. Carrà quería que este lugar, en el que se entrenaba, fuera destinado a las obras benéficas de la organización, que se ocupa de la asistencia social y médica y del cuidado de discapacitados. Su responsable, Roberto Cerulli, confirmó en las redes sociales la donación y publicó una imagen de la artista el día de la firma ante notario en Roma, con una gabardina y el rostro completamente cubierto con una mascarilla y unas oscuras gafas de sol.

Raffaella Carrà en una imagen de 2019 EFE/EPA/RICCARDO ANTIMIANI

Cerulli recordó las otras ocasiones en las que la artista había realizado obras de caridad, como cuando tras el naufragio del crucero Costa Concordia en 2012, ante las costas del Argentario, ayudó al familiar de un desaparecido en el desastre. También en el terremoto de L'Aquila (centro) de 2009, que se saldó con 294 muertos, la Carrà donó a la Confraternidad material escolar para los niños que se habían quedado sin escuelas. El año pasado, con el estallido de la pandemia y la consecuente crisis sanitaria, la artista se enteró de que la Confraternidad recaudaba fondos para comprar un respirador para el hospital de Grosseto y ella se hizo cargo de la suma, más de 18 000 euros. Gracias a su gesto, explica Carulli, la recogida de fondos hizo posible la compra de dos respiradores. La artista, como se ha sabido tras su muerte, tenía cáncer de pulmón pero lo mantuvo en secreto su enfermedad para no hacer sufrir a sus fans.