Receta de postre al estilo Gipsy Chef: saquitos de arándanos con chocolate

• Puedes elegir cualquier tipo de mermelada de frutas que prefieras si no te gusta el arándano
• Esta fruta tan pequeñita es rica en multitud de propiedades: te las contamos
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Receta de postre: saquitos de arándanos con chocolate al estilo Gipsy Chef

¿Te apetece algo dulce, rico y fácil? Gipsy Chef nos trae la receta definitiva de un postre que te encantará. En esta que vamos a llevar a cabo, aunque puedes elegir cualquier tipo de mermelada de frutas que prefieras, hemos elegido la de arándanos.

Propiedades de los arándanos

¿Qué beneficios tienen los arándanos? Esta fruta tan pequeñita es rica en multitud de propiedades, por lo que muchas veces es recetado su consumo para tratar determinadas infecciones. Además, previene las enfermedades cardíacas y la diabetes y, al igual que la zanahoria, es bueno para nuestra vista: puede ayudar a regenerar daños ocasionados en la retina. Por último, tal y como contábamos antes, frenan y previenen las infecciones de orina. ¡Saludable, rico y lo podemos comprar en cualquier supermercado!

Receta de saquitos de arándanos y chocolate

Saquitos de arándanos y chocolate
Saquitos de arándanos y chocolate

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Ingredientes

Preparación

Mermelada de arándanos Chocolate negro Nata para montar Masa de pizza Azúcar Aceite de sésamo Aceite de oliva virgen extra

Empezamos estirando una masa de pizza que hayamos comprado anteriormente o, si preferimos hacerla casera, también es válido. Coge la mermelada de la fruta que más te guste y repártela en pequeños puntos por toda la masa separados entre sí y en cada punto colocamos una onza de chocolate negro. A continuación, cortamos la masa en tiras y doblamos la mitad de la masa encima de la mermelada y el chocolate, y la otra mitad, por encima de la primera masa ya doblada. Apretamos bien entre medio, donde no hay relleno, dándole forma de saquito. Cortamos para separar la masa sobrante y cerramos bien el saquito apretando con un tenedor los extremos. Cuando las tengamos todas listas, las freímos en aceite de oliva virgen extra bien caliente. Podemos hornearlas si preferimos no freírlas. Esperamos a que estén bien doradas para secarlas en un papel secante y que escurra todo el aceite que sobre. En un bote de cristal aparte, añadimos nata para montar, azúcar blanca y aceite de sésamo. Agitamos hasta que sintamos que dentro no se mueve nada de líquido: será el momento en el que esté montada la nata. Emplatamos cogiendo una buena cucharada de nata y la colocamos en el centro de un plato. Ponemos los saquitos alrededor de la misma para poder mojar en ella y… ¡que aproveche!