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Lazos de sangre

María Jiménez como madre: una gran pérdida que golpeó su vida

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Lazos de sangre - María Jiménez se convierte en madre soltera

Todo el mundo conoce a la gran María Jiménez, una cantante de copla que nos conquistó con canciones tan míticas como "Se acabó" o "La lista de la compra", pero antes de ser esa gran estrella, María se dedicó a otro oficio igual de noble: asistenta del hogar. Desde ahí comenzó a visitar algunos lugares en los que la permitían cantar y poco a poco fue haciéndose un hueco en el mundillo musical. Así lo vimos en Lazos de sangre, que le dedicó el arranque de su temporada en 2021.

En este documental y en su posterior debate hemos visto como la vida de María Jiménez no fue tan sencilla como podía parecer y todo se complicó aún más cuando se quedó embarazada. Ella ya estaba triunfando con sus canciones y era cada día más aclamada por el público, cuando su amiga Lola Flores le dio la noticia. No sabemos cómo La Faraona supo que su amiga estaba encinta, pero tenía razón.

Una decisión que le cambió la vida

María Jiménez dudó si tener aquel bebé, incluso llegó a acudir a una clínica para abortar, pero estando en la camilla del médico "sintió algo", según explica ella misma, y decidió irse y seguir adelante con el embarazo. El padre, del que no se ha hecho nunca público su nombre, se desentendió del bebé y María asumió todas las responsabilidades. Nunca se ha arrepentido de esa decisión, pero es verdad que convertirse en madre soltera en aquella época no fue fácil para la artista. Muchas de sus amistades se alejaron de ella, otros solo iban a verla para tener un cotilleo que contar, pero ella no guarda rencor a nadie, solo dice que se dio cuenta de quiénes eran sus amigos de verdad.

La cantante tuvo a Rocío, una preciosa niña que se convirtió en la razón de su ser. Tenían una conexión muy especial y juntas se enfrentaron al mundo y a todos los comentarios con los que la juzgaban. Formaron una familia en la que las dos eran las protagonistas, pero más tarde dejaron entrar en esa familia a Pepe Sancho, el actor con el que se casó la cantante.

La otra alegría de su vida

Fruto de ese matrimonio con el actor nació Alejandro Sancho. Fue un parto complicado, pero la cantante demostró una vez más que era una mujer fuerte capaz de sobrevivir a todos los golpes que le diese la vida. Por un tiempo la familia fue feliz, pero María y Pepe Sancho rompieron al año de dar a luz a Alejandro. Fue una relación con muchas idas y venidas, pero Alejandro y Rocío continuaron viviendo con su madre, eso fue inalterable. Ellos lo eran todo para María y ella se entregaba a sus hijos como si no hubiese un mañana.

María Jiménez y Pepe Sancho con su hijo Alejandro

María Jiménez y Pepe Sancho con su hijo Alejandro RTVE.es

El mayor golpe de su vida

Sin embargo, la felicidad no fue eterna. En 1985 María recibe la peor noticia de su vida, su hija Rocío fallecía en un accidente de coche la mañana del 8 de enero. María no podía creerse la noticia, ella pensaba que Rocío estaba en un tren de camino al colegio en el que estudiaba. El propio Pepe Sancho, había acercado a Rocío a la estación de tren, y por eso fue aún más sorprendente que fuera en aquel coche en el que se produjo el accidente.

Lazos de sangre - María Jiménez pierde a su hija Rocío en un accidente

Aquel golpe sumió a María Jiménez en una profunda desesperación, ella se alejó de las cámaras y se volcó más que nunca en su hijo Alejandro, al que comenzaron a darle clases en casa porque la cantante no soportaba la idea de estar alejado de él cada día. Fue en ese tiempo también cuando Pepe Sancho y ella volvieron a estar juntos, se refugiaron en lo conocido, se ayudaron mutuamente y decidieron darse otra oportunidad y volver juntos, pero nada solucionaría jamás aquella pena.

En el documental de Lazos de sangre, la cantante pide no hablar de su hija y zanja el tema con unas rotundas declaraciones: "Tuve una hija preciosa, que no me gusta hablar de este tema porque me pongo muy triste, porque igual que Dios me la dio, me la quitó". Todos los que la conocen lo tienen claro, María nunca se recuperó, el tiempo ha pasado por ella, pero el dolor sigue igual de vivo que el primer día.