Timur, el último conquistador de Asia Central cuyo ejército mató a 17 millones de personas
- En la segunda mitad del siglo XIV, Timur Lang extendió su imperio desde la India hasta la actual Turquía
- Conocido como Tamerlán el Grande en Occidente, su objetivo era crear una dinastía que perdurara en el tiempo pero no lo consiguió
- ¡Disfruta del documental 'El fin del imperio. Timur, la espada del islam' hasta el sábado 24 de julio en RTVE Play!
La región de Transoxiana, territorio donde está actualmente Urbeksitán, es la tierra natal de uno de los grandes conquistadores de la historia y creador de un gran imperio: Timur Lang. También conocido como Tamerlán el Grande en Occidente, en la segunda mitad del siglo XIV consiguió forjar un enorme imperio que se extendió desde la India hasta orillas del Mediterráneo, en la actual Turquía. Sin embargo, su dominio desapareció en menos de un siglo después de su muerte. ¿Por qué tan rápido?
El líder militar era un sanguinario. En 35 años, su ejército mató a 17 millones de personas, aproximadamente el 5% de la población mundial de aquella época. En 1397, en Isfahan (Irán) como castigo a la población por una traición de unos insurgentes, decapitó a 70.000 habitantes y sus cráneos fueron mostrados en 28 torres alrededor de la ciudad. Otro ejemplo de su violencia fue en su conquista de Delhi (India). Días des después de su llegada, unos rebeldes atacaron a sus soldados y decidió castigar a la población masacrándola: mató a 100.000 personas en un solo día.
Timur se veía a sí mismo como un defensor de la fe islámica y durante la invasión a la Georgia cristiana se autoproclamó “La espada divina”. Dio comienzo a la Yihad y, en nombre de islam, destruyó iglesias, monasterios y fortalezas y quemó cosechas y viñedos para matar de hambre a los georgianos.
Su obsesión: crear una dinastía
Nacido en 1336 en Transoxiana, Tamerlán era mitad mongol y mitad turco pero su familia no pertenecía a los descendientes del guerrero y conquistador Genghis Khan, el Gran Kan. El hecho de no tener un linaje real amenazaba sus posibilidades de conservar su imperio y transmitirlo a su heredero. Su obsesión era crear una dinastía que perdurara en el tiempo generación tras generación. El líder militar necesitaba un heredero y quería que fuera descendiente del Gran Kan para dar legitimidad a su poder.
En un primer lugar, depositó sus esperanzas en su primogénito Jahangir al que casó con la princesa Kanshada, que fue raptada, y era descendiente directa de Genghis Khan y, por lo tanto, poseedora la sangre real que deseaba para su dinastía. Sin embargo, en 1378, su hijo mayor falleció con 20 años a causa de una enfermedad repentina. Así que el emperador ordenó que Kanshada se casara con su tercer hijo Miran Shah.
Aunque Timur tenía puesto el ojo en su tercer hijo, sus nietos Muhammad-Sultán, Pir-Muhammad y Khalil-Sultán, también dirigían tropas en diferentes batallas. Les estaba preparando para el futuro. Miran Shah gobernaba en la conquistada Persia pero Tamarlán le apartó del poder y de sus planes de sucesión cuando, después de un fuerte golpe en la cabeza al caerse de su caballo, perdió las capacidades para gobernar. Se fijó así en su nieto mayor Muhammad-Sultán, hijo de Jahangir y Kanshada, que dirigió una campaña hacia la actual Turquía pero que falleció en una batalla prematuramente. El problema de la sucesión volvió a aparecer y él tenía casi 70 años. Eligió a otro de sus nietos, Pir-Muhammad, descendiente de Janhangir pero no de la princesa, como sucesor y repartió algunos de sus territorios entre sus otros hijos y nietos para mantener la concordia y paz entre sus descendientes después de su muerte.
Finalmente, Timur falleció en 1449, con 68 años, cuando intentó invadir China, sin poder conseguir su sueño de hacer renacer el imperio mongol después de la muerte de Genghis Khan.
El heredero que Tamerlán eligió fue Pir-Muhammad pero otros dos rivales estaban en juego y no se resistían a perder el trono. Por un lado, su nieto Khalil-Sultán, hijo de Miran Shah y Kanshada, se creía con la legitimidad de heredar el imperio por tener sangre real. Por otro lado, también estaba su hijo pequeño Shahrukh, al que Timur siempre había considerado débil, y el hijo de este Ulugh Beg. ¿Quién consiguió quedarse con el control del Imperio? ¿Por qué un siglo después de la muerte de Timur, sus dominios desaparecieron? ¡No te pierdas el documental ‘El fin del imperio. Timur, la espada del islam’ hasta el sábado 24 de julio en RTVE Play!