Nerea Pena (balonmano) desde los Juegos Olímpicos de Tokyo: "Mi actividad favorita es comer"

• Descubre la dieta de una deportista de élite en su día a día
• Así es su alimentación en las olimpiadas: Buffet libre, agua, aguacates y plátanos
• Gemma Mengual entrena con la Selección Femenina Española de Balonmano

“Mi relación con la comida es de amor, me encanta comer”, así de contundente es Nerea Pena cuando le preguntamos por su relación con la comida. Ella es una de las 16 Guerreras de balonmano que ha viajado hasta Tokyo para hacerse con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos 2020. Nació en Pamplona el 13 de diciembre de 1989, y a sus 31 años ya se ha entregado a dos olimpiadas: Río de Janeiro en 2016, y las de este año en la capital japonesa. Es profesora, aunque no ejerce de ello, y lleva desde los 9 años practicando balonmano: “mi hermana me fichó, me metió en el deporte”, recuerda entre risas. Lleva compitiendo profesionalmente desde hace 14 temporadas y su mejor marca personal son las medallas: “Bronce en Brasil, plata en Budapest, plata en Japón”. Tanto ella, como el Dr. César Flores, el nutricionista que acompaña al equipo olímpico, nos han contado cómo es la dieta de una Guerrera, tanto en su día a día, como en unos Juegos Olímpicos.

Ficha Nerea Pena, Guerrera de balonmano RTVE.es

“Mi actividad favorita es comer”

Nerea Pena sabe muy bien de lo que habla cuando se trata de alimentación, ya que considera que “la comida para una deportista es muy importante”. Su dieta a lo largo del año es variada. Explica que, en un día normal, si tiene prisa, no desayuna mucho más que un café. En cambio, si esa mañana tiene tiempo y no entrena, se prepara “algún revuelto, con un poco de bacón o pavo, aguacate y pan”. Su comida siempre consta de dos platos, de primero legumbres o purés, y de segundo carne, ya que “soy muy carnívora”. Para merendar es poco de fruta y más de un buen bocadillo. Y por lo que respecta a su cena, es digna de una campeona, “en mi casa siempre se ha cenado fuerte. A veces un revuelto, carne con patatas, lasaña, pizza…”. Eso sí, todo gourmet, porque a ella le gusta la comida de calidad.

¿Cómo cambia su alimentación durante una concentración?

Como es de esperar en una deportista de élite, su dieta varia, “pero no por mí, sino porque no existe la oportunidad de comer lo que tengo en casa”. Tal y como explica César Flores, el nutricionista de las Guerreras, los días de partido se sigue una dieta rica en hidratos de carbono, “y también se come mucha proteína en forma de pollo, ternera o pavo”. Si en esa jornada no hay competición, pero siguen estando concentradas y entrenando para otro partido, “se sigue una dieta sana y variada: fruta, legumbres, verdura…”.

La importancia del plátano para las Guerreras de balonmano en los JJ.OO. RTVE.es

Y en Juegos Olímpicos… ¡buffet libre!

En las concentraciones habituales, “nuestro médico pasa un menú con una dieta variada y es la que nos suelen hacer”, confiesa la jugadora, “te sacan el plato y es lo que hay, aunque podemos repetir si tenemos hambre”. Sin embargo, “el control en las olimpiadas es mucho menor”, dice César Flores. ¿El motivo? El servicio no es de restaurante, sino que cuentan con un buffet libre. Pueden comer todo lo que quieran, sin limitaciones. La comida es muy variada, y hay para diferentes culturas y gustos culinarios: Árabe, asiática, mediterránea, pasta y grill. Además de contar con un especial para vegetarianos y para celíacos, “es guay porque puedes cambiar y comer diferentes estilos, se agradece un montón”. Lo de tener un buffet libre puede chocar con nuestro imaginario, donde se llegan a dibujar imágenes de deportistas alimentándose solo de fruta y proteínas cocinadas a la plancha.

Nerea y sus compañeras de la selección española de balonmano en el comedor de la Villa Olímpica en Tokyo. Nerea Pena

¿Qué opina César Flores de esos manjares al gusto? Pues que “son un equipo muy experimentado, ya no hace falta decirles lo que tienen que comer. Saben perfectamente qué los días de partido tienen que tomar hidratos con proteína, y mucha fruta y verdura, para tener un buen aporte de vitamina y de sales minerales”. La máxima condición es evitar las comidas grasas.

La importancia del aguacate para las Guerreras de balonmano en los JJ.OO. RTVE.es

“En los Juegos Olímpicos de Río 2016 la comida no era muy buena”

Desde el punto de vista de nuestra Guerrera, en sus primeras olimpiadas, la comida era de poca calidad y se hizo repetitiva debido a la escasa variedad. Su equipo de balonmano es de los que más tiempo compiten, están durante dos semanas: “Al final acabamos comiendo lo mismo durante 20 días o más. Se hace aburrido y monótono”. Esto provoca que las jugadoras acaben ingiriendo comida entre horas, lo que perjudica a su estado y rendimiento. Para tranquilidad de todos, Pena anuncia que en Tokio están teniendo más variedad que en Río y con alimentos de mejor calidad.

Los elementos clave para las Guerreras: Mucha agua, aguacates y plátanos

“Nos gusta tener una alimentación buena”. Son amantes de los aguacates y les gusta tomarlos en el desayuno, “así que, si no los tenemos, los compramos”. El agua es otra pieza fundamental de su engranaje profesional, Pena explica que ella bebe mucha agua, “sobre todo en partido, que tomo dos litros”, y durante el día puede llegar a ingerir hasta tres o cuatro litros. Añade también que en Tokyo están pasando mucho calor, y eso les obliga a mantenerse continuamente hidratadas: “Cuatro o cinco litros al día estamos tomando seguro”, además de usar como complemento bebidas isotónicas, que ya van enriquecidas con el aporte de sales minerales necesario.

César Flores cuenta que, durante los partidos, el plátano no puede faltar, porque es un alimento muy calórico, fácilmente digerible y se utiliza como fuente de energía”.

La importancia del agua para las Guerreras de balonmano en los JJ.OO. RTVE.es

Eso sí, lo que no le puede fallar a Nerea Pena cuando regrese a España, es ese alimento “insano, que se sale de la dieta, te saca de la rutina, pero que te hace feliz”. ¿Cuál elegirá?

Las guerreras de balonmano en una de sus comidas en el comedor de la Villa Olímpica en Tokyo. Nerea Pena