La lagartija de Ibiza, un emblema en peligro de extinción: en el 40% de la isla ya han desparecido
- La lagartija de Ibiza es una especie única en el mundo, pero está en peligro de extinción
- En el 40% de la isla ya han desaparecido… ¿Su principal amenaza? La culebra
- Evelyn Segura nos lo explica en España Directo
Uno de los mayores iconos de la isla de Ibiza es su lagartija, pero pronto podría dejar de serlo, porque está en peligro de extinción. En un 40% de la isla este reptil ha desaparecido... ¿Su amenaza? Las culebras. La bióloga Evelyn Segura, ha viajado por la isla para encontrar a esta lagartija de vistosos colores y profundizar sobre la importancia de mantener el equilibrio de los ecosistemas
¿Qué tiene de especial esta lagartija?
Es una especie que lleva prácticamente un millón y medio de años sola y aislada. Eso hace que se haya ido adaptando al medio, a la isla en cuestión y eso ha generado que se creen subespecies. En total se tienen recogidas y descritas hasta la fecha, 23 subespecies distintas.
¿Sabías que en cada isla la lagartija tiene un color y tono distinto? En el caso de Ibiza suelen ser verdes, en el caso de las adultas y marrones en el caso de los jóvenes.
Una pequeña muy confiada…
Este tipo de lagartija no le teme a nada y ese es uno de sus principales problemas. Puedes ponerte a su lado que no se va a inmutar. Y es que nunca han tenido un enemigo. Antes de la llegada del hombre, con la erupción del volcán con el que aparecieron las Islas Marinas de Columbretes, se generó una nube tóxica que eliminó a todos los mamíferos y desde entonces no había nadie que se las comiera en toda la isla.
¿Su amenaza? Las culebras
Hoy ha llegado una especie invasora: la culebra. En concreto son las culebras de herradura, una especie depredadora que acaba con la vida de estas lagartijas y con las de la isla de Formentera. Son especies protegidas a nivel peninsular y en ambas islas se comportan como especies invasoras. Lo mejor sería evitar que llegaran hasta la isla, sin embargo, una vez dentro, hay que evitar el daño que hacen. En estos casos se intenta controlar el daño que ocasionan sobre las especies endémicas poniendo trampas para capturarlas.
Con una población sana de lagartijas las deberíamos verlas por todas partes y no haría faltar atraerlas con ningún tipo de “cebo”, sin embargo, al estar expuestas al riesgo se esconden y compiten por el alimento y el hábitat contra las culebras.