Sandra Sánchez cumple la promesa que le hizo a su abuela y "toca el cielo" de Tokyo

• La deportista acaba de ganar la medalla de oro en kárate kata en los Juegos Olímpicos de Tokyo
• Perdió a su abuela unas semanas antes de que empezara la competición
• Simone Biles revela la tragedia familiar que vivió antes de los JJOO

Sandra Sánchez, medalla de oro en los JJOO de Tokyo 2020

Sandra Sánchez es la número uno y ahora lo ha demostrado en la cuna del arte marcial. La deportista se lleva a casa la medalla de oro tras ganar la final de kárate kata femenina los Juegos de Tokyo 2020. Tiene 39 años y lleva 35 practicando esta disciplina que tantas alegrías le ha dado. Este ha sido su debut en las olimpiadas, la única ocasión en la que esta modalidad ha estado en el programa. Pero ella ya sabe lo que significa el éxito. La Federación Mundial de Kárate le ha nombrado la mejor karateka de todos los tiempos en la categoría de katas, un mérito que logró en 2018. ¿Cuál será su próximo reto?

Con esta medalla de oro no solo ve cómo sueño se hace realidad después de tanto trabajo. También cumple una promesa que le hizo a alguien muy importante en su vida. Su abuela fallecía solo unas semanas antes de que comenzase la competición. Seguidores, conocidos y amigos le daban el pésame a través de sus redes sociales y le mandaban mensajes de ánimo. "Vamos a luchar para que escuches el himno desde el cielo", esfibió en una de sus publicaciones en Instagram. Junto al texto, una emotiva imagen en la que aparecía ella misma abrazando a su abuela. ¡Y lo ha conseguido!

Sandra Sánchez abraza a su abuela INSTAGRAM

Momento duros para la deportista toledana, pero si algo le ha enseñado esta disciplina es a ser fuerte. Ella misma confesó que este arte marcial sirve "para no rendirte en cualquier situación de la vida y sacar un poquito más cuando crees que ya no puedes más". Sandra Sánchez no ha podido evitar emocionarse y se ha fundido en un abrazo con su entrenador y también marido,  Jesús del Moral.

La suya es una historia de superación y la familia siempre ha sido uno de sus pilares fundamentales. Tuvo que dejar el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, 'La Blume', para cuidar a su madre que tenía cáncer y seguir entrenando en Talavera de la Reina, su pueblo. Ella defiende que ha sido "la mejor decisión de su vida" y que "volvería a tomarla". Su madre se recuperó y disfruta de los éxitos de su hija.