Las anécdotas de la familia Flores en Marbella
- La boda de Lolita y el posado de Lola Flores desnuda entre las grandes historias de la familia en Marbella
- Conoce otras anécdotas de los famosos en Marbella
La familia Flores capitaneada por Lola Flores tenía su propia mansión en Marbella, Los gitanillos, en ella veraneaba toda la familia desde pequeños y crearon un vínculo con la maravillosa ciudad. Sin embargo, no todos los recuerdos son bonitos, hay también grandes polémicas alrededor de la familia que tuvieron lugar en la ciudad de las mil y una noches.
La boda de Lolita y Guillermo Furiase
Una de ellas, la más conocida quizás, fue la boda de Lolita. Una boda que se pagó con el dinero que Lola Flores sacó de su posado en la revista “Interviú”, del que hablaremos más tarde. Fue una boda hecha para Marbella, en la que Lolita Flores invitó a todos los vecinos de Marbella en un programa de televisión: “Vendrán mis suegros, vendrá su familia, vendrá la mía, vendrán mis amigos… Y toda la gente que realmente quiera a Lolita podrá entrar a la iglesia, estáis todos invitados”. Y en este país no hace falta que nos repitan una invitación dos veces, el día de la boda de Lolita y Furiase más de 5.000 curiosos se acercaron a la iglesia dificultando la boda, tanto que estuvieron a punto de no casarse.
“Toda la gente que realmente quiera a Lolita podrá entrar a la iglesia, estáis todos invitados. “
La gente se fue a la boda de Lolita en pareo al salir de la playa, un espectáculo digno de ver. Lolita no podía apenas caminar de camino a la iglesia y de ese momento es la mítica frase de Lola Flores: “Si me queréis irse”, una célebre frase que pasaría a la historia y que cualquier persona sabe reconocer en cualquier lugar.
El falso posado robado de Lola Flores
Pero como ya hemos dicho, Lola Flores no tuvo la culpa, aunque sí la tendría en la famosa polémica de su posado. La Faraona acordó con unos fotógrafos que acudieran a su casa a una hora concreta y la esperasen en el jardín. La cantante salió vestida solamente con una bata y sin mediar palabra se colocó en el lugar adecuado y se la quitó quedándose desnuda ante las cámaras de los fotógrafos.
Ella insistió en que no había sido pactado hasta que esa versión fue prácticamente insostenible, pero ella sentía que peligraba su estatus, ya que en aquella época estaba mal visto que alguien de su talla posase desnuda para una revista. Pero los posados pactados estaban a la orden del día en aquella época, otra de las que lo ponía en práctica era la Duquesa de Alba, no desnuda por supuesto, pero sí en bikini o bañador, algo muy normal en la aquella Marbella de oro. Lo hemos podido ver en numerosos ejemplos en este ‘Lazos de sangre’.