¿Cómo entender el fenómeno de la jet set marbellí?
- Elegancia, glamour y lujo: un cóctel muy atractivo
- Conoce las claves de la jet set marbellí
Esta semana en 'Lazos de sangre' hemos conocido a fondo los secretos de la jet set marbellí, el grupo de aristócratas, famosos y jeques árabes que deslumbró en las décadas de los 80 y los 90 en Marbella. Un lugar en el que se reunían para disfrutar de las delicias de la Costa de Sol y en el que famosos y paparazzis convivían en armonía pactando incluso las horas de posado en la playa. Un pacto difícil de entender, como el éxito que tenía y sigue teniendo Marbella. Esta vez analizamos las claves de un éxito inesperado.
Alfonso de Hohenlohe, el gran creador
El príncipe Alfonso Hohenlohe, ahijado del Rey Alfonso XIII, llegó a la Costa del Sol a finales de los 50. Era promotor inmobiliario y fue el gran precursor de Marbella como foco del lujo y glamour en Europa. Fundó el Marbella Club y fue el encargado de invitar a otros aristócratas europeos a veranear a nuestro paraíso y consiguió el efecto que quería, Marbella se convirtió en el centro del relax y la fiesta veraniega.
El Marbella Club
Alfonso Hohenlohe compró una finca en Marbella que transformó más tarde en el conocido Marbella Club, un hotel de lujo con piscina que se convirtió en el lugar preferido de los grandes actores de Hollywood para alojarse entre ellas Elisabeth Taylor, Grace Kelly, Audrey Hepburn o Frank Sinatra.
Jaime de Mora y Aragón y Gunilla Von Bismarck
Jaime de Mora era aristócrata, hermano de Fabiola de Mora y Aragón, reina de Bélgica, y actor. Era un personaje bastante curioso, llevaba siempre un particular bigote y se ayudaba de un bastón, que no le hacía falta, pero que ya era una marca suya que le hacía aún más reconocible. Él fue el culpable de la llegada de las grandes figuras del golfo Pérsico que tanto bien le hicieron a Marbella.
Bien diferente era Gunilla Von Bismarck, otro de los personajes de la jet set marbellí que ya se ha convertido en un icono de Marbella. Junto a su marido, Luis Ortiz, la bisnieta del canciller Otto Von Bismarck, era la protagonista de todas las fiestas de Marbella, ambos acaparaban las portadas de las revistas con sus posados, mostrando al mundo su felicidad y su eterna juventud. Una pareja que gustaba ver, una mezcla de belleza y simpatía que conquistaba corazones.
Los grandes famosos
No eran solo los aristócratas quiénes visitaban Marbella, también habían famosos nacionales o incluso que venían de América a veranear a la ciudad de la Costa del Sol. Primero visitaban el gran hotel de la ciudad, Marbella Club, pero poco a poco fueron conquistando las tierras marbellíes. Un ejemplo de ello podría ser el actor Sean Connery, que se compró su propia mansión en la que veraneaba todos los veranos. Entre las conocidas nacionales estaban la Duquesa de Alba y Lola Flores, que consiguió su propia mansión a la que llamó Los gitanillos.
Jesús Gil y la decadencia de Marbella
Jesús Gil llegó a la alcaldía de Marbella en 1991 y aunque venía con intenciones de mejorar la ciudad, todo lo que hizo fue empeorarla. El ex presidente del Atlético de Madrid quiso comenzar una expansión urbanística masiva que acabó haciendo de Marbella algo común y poco exclusivo. Esto provocó la huida de los grandes rostros de la jet set, como Sean Connery, que vendió su mansión y se buscó otra en Bahamas.
Starlite Festival, la nueva Marbella
Marbella dejó de ser exclusivo, pero poco a poco y sobre todo gracias a la creación del festival Starlite donde actúan los cantantes más conocidos del momento y grandes figuras del mundo de la música como Julio Iglesias o Pablo Alborán. Conciertos que las celebrities aprovechan para dejarse ver y posar en la conocida ciudad como Paula Echevarría, uno de los rostros más conocidos de esta nueva etapa y que nunca falla en el conocido festival de música marbellí.