Las cinco lecciones vitales de Donna Summer

• Repasamos la vida de artista a través de sus canciones y actuaciones
• Sabía como despedirse de su público y una excentricidad hizo que hubiera que desalojar la discoteca Studio 54

El gallo que no cesa - Escuela de divas: Cinco lecciones vitales de Donna Summer

Como cada viernes de la temporada de verano, Sara Calvo trae a El gallo que no cesa su "Escuela de divas". Esta semana ha profundizado en la historia de Donna Summer, que pasó del soul al disco convirtiéndose en una de las reinas del género.

Dale al play mientras descubres sus cinco lecciones.

Lección 1 - Una diva busca el éxito donde haga falta

Nació en Boston, debutó en una iglesia, pasó por Nueva York y acabó emigrando a Alemania. Donna fue elegida para participar en la gira europea del musical Hair. En Alemania se casó y gracias al apellido de su marido recibió su nombre artístico: Donna Summer.

Lección 2 - Una diva sabe rodearse de los mejores

En Alemania conoció a los productores Giorgio Moroder y Pete Bellotte y colaboró con ellos en canciones como "I feel love", que fue publicado en su quinto disco, I remember yesterday, de 1977. Fue su despegue definitivo y arrasó en las pistas de baile gracias a su sonido disco. Podría decirse que Moroder fue el descubridor de la gran voz de Donna y quien apostó por ella y la elevó a la categoría de diva histórica que ha trascendido hasta hoy.

Lección 3 - Una diva siempre se inspira en otra diva

Se dice que para grabar la canción "Love to love you baby", Donna Summer pidió un ambiente íntimo con las luces del estudio bajadas y un ambiente tenue, aunque su fuente de inspiración fue nada más y nada menos que Marilyn Monroe. La cantante se imaginó a Marilyn cantando la canción y el resultado vio la luz en el disco homónimo de 1975.

En la mítica discoteca Studio 54 se llegó a pinchar la versión extendida de 17 minutos.

Lección 4 - Una diva es responsable

Donna Summer era una artista muy perfeccionista que medía sus compañías y que, según dicen, casi nunca trasnochaba. Hubo una noche en Studio 54 en la que Summer se propuso actuar sobre entre 20 y 30 capas de plumas blancas. Un concierto que finalmente tuvo que ser paralizado por las reacciones alérgicas que despertó entre los asistentes.

Lección 5 - Una diva sabe cómo acabar una fiesta

Se dispidió de su emplumada actuación con un digno grito, pero otra noche icónica también es recordada entre las memorias de Summer. Eran altas horas de la madrugada en la legendaria discoteca y sonaba "Last dance". Era la canción de cierre y Summer siempre dijo que como la gente lo sabía había caras largas. Para ella, cerrar una buena noche significaba que en la cara del DJ y de los asistentes tenía que haber tanto lágrimas como sudor.