El recuerdo más dulce de la boda de Carlos y Diana se vende por 2 180 euros
- Justo cuando se cumplen 40 años de la boda de Carlos y Diana se subasta un trozo de su tarta nupcial
- La porción de una de las 23 tartas que se hicieron se guardó en una caja metálica y está intacta
Diana de Gales está más presente que nunca y su fastuosa boda con el príncipe Carlos de Inglaterra sigue despertando interés, curiosidad y morbo. Hace unas semanas pudimos ver expuesto su vestido de novia y ahora se ha subastado un pedacito de la tarta nupcial que comieron los novios y los invitados. El pastel se ha vendido por 2 180 euros pero lo más asombroso es su excelente estado de conservación, ya que han pasado 40 años del famoso enlace. “Parece estar exactamente en las mismas buenas condiciones, pero desaconsejamos comerlo”, decía Chris Albury, uno de los responsables de la subasta celebrada en Dominic Winter Auctioneers, de Gloucestershire. El pedacito de tarta tenía un precio de salida de 300 libras esterlinas (casi 353 euros) y la respuesta ha sobrepasado las expectativas. ¿Pero quién lo ha comprado?
La porción de tarta, según cuenta el diario The Guardian, la tiene ya en su poder el señor Gerry Layton, que pujó vía internet por este recuerdo. Este británico de pura cepa, que dice ser muy monárquico, tuvo claro que la quería tener desde el principio. "Pensé que me gustaría agregarlo a mi colección, que después de mi muerte se destinará a obras de caridad", dice Layton en este periódico.
Un recuerdo muy dulce
No se trata solo de un trozo de pastel, es un 'trozo'...historia, y tiene la suya propia. Moya Smith, miembro del personal de la Reina Madre, lo ha conservado durante todos estos años envuelto en papel film. Es una porción con base de mazapán que lleva encima el escudo de armas del Reino Unido, que va glaseado en dorado, plata, azul y rojo, y perteneces a uno de las 23 tartas nupciales que se hicieron para el banquete dee la boda, celebrada en Londres el 28 de julio de 1981.
Durante estas cuatro décadas ha estado en la vieja lata de metal en la que la guardó Moya Smith, que puso una etiqueta hecha a mano que decía: "Maneje esta caja con cuidado: el pastel de bodas del príncipe Carlos y la princesa Diane", y añadió la fecha del 29 de julio de 1981, un día después del enlace. Cuando la señora Smith murió, su familia vendió el pastel en 2008 a un coleccionista y ahora a vuelto a salir a subasta. Es el momento oportuno, porque se cumplen 40 años de la boda que asombró al mundo.