Famosos en pie de guerra, las estrellas se rebelan contra el poder de Hollywood
- La actriz se enfrenta a Hollywood pero no es la primera en hacerlo. Olivia de Havilland luchó en 1943
- Scarlett Johansson está embarazada de su segundo hijo, el primero con Colin Jost
Scarlett Johansson quiere cambiar las reglas del juego en Hollywood y se ha metido de lleno en una guerra sin cuartel contra la productora más poderosa, Disney. Y todo, por un puñado de dólares: los que no ha ganado con su última película porque el estudio ha decidido estrenarla en cines y televisión al mismo tiempo. La Viuda negra no ha recaudado en taquilla lo esperado y, según el diario Wall Street Journal, esta operación habría hecho que Scarlett dejase de cobrar nada menos que 42 millones de dólares.
Según los abogados de la actriz, la culpa del batacazo es de la todopoderosa productora. Y parece que razón no les falta, porque Emily Blunt y Emma Stone tampoco están de acuerdo con el “cheque” que han recibido por sus últimas películas. Creen que, con la excusa de la pandemia de COVID-19, los grandes imperios cinematográficos se la han jugado allá donde suele doler mucho a las estrellas, en la cuenta corriente.
Vientos de cambio soplan en la meca del cine
Gerard Butler también llevará a juicio a los responsables de una de sus últimas películas, 8 millones de euros, dice que le deben. Y hace apenas unos meses, Warner Bros se veía en la obligación de repartir más de 200 millones de euros entre Will Smith, Denzel Washington y Gal Gadot para compensarles por no haber cumplido ciertas cláusulas de sus contratos.
Casi 70 años hace que las grandes estrellas no se levantan en armas contra sus jefes. Hay que viajar hasta agosto de 1943 para tropezarse con Olivia de Havilland presentando una demanda en el juzgado que terminaría haciendo historia. Por aquel entonces los actores firmaban contratos de larga duración con los estudios, normalmente, unos 7 años.
Los magnates del cine podían obligarles a rodar casi cualquier película. “Si te negabas a aceptar un papel te suspendían el sueldo durante meses, mientras durase el rodaje que habías rechazado. No podías trabajar. Luego añadían ese tiempo al final de tu contrato, y así, si seguían interesados en ti, el contrato se prolongaba indefinidamente”, decía la actriz de Lo que el viento se llevó. Harta de hacer papeles de damisela en apuros denunció y fue a juicio. Para su sorpresa, la corte le dio la razón, dio por concluido su tiránico contrato y creó un precedente que siete décadas después siguen utilizando las estrellas.
El actor Jared Leto y la cantante Rita Ora, entre otros, han roto relaciones con sus jefes agarrándose a la Ley de Havilland. Curiosamente otra mega estrella, Bette Davis, había intentado la misma jugada 7 años antes y contra la misma productora, la Warner Bros. Ella no tuvo tanta suerte, el juez dictaminó en su contra. Arruinada y con el ánimo por los suelos, regresó al trabajo creyendo que su carrera había terminado, para su sorpresa lo mejor estaba por llegar. Como el mundo es de los valientes, Scarlett Johansson se atreve a morder la mano que le da de comer. Cinéfilos del mundo, atentos, se ha declarado una guerra. Grandes estrellas contra grandes corporaciones, todo tan a lo grande como los taquillazos que los han hecho millonarios.