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Guiño a 'Like a prayer'

Con poca ropa y delante de una cruz, Madonna juega a provocar en su fiesta de cumpleaños

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Detalle de la fotografía que ha compartido Madonna por su cumpleaños
Detalle de la fotografía que ha compartido Madonna por su cumpleaños

Dicho y hecho. Madonna cumplió este lunes 16 de agosto 63 años y escribió en su cuenta de Instagram que daba por inaugurados los 'juegos de cumpleaños'. Prometió que lo compartiría y así lo ha hecho. Primero fue el vuelo en avión privado con la familia, la cena al más puro estilo italiano, un guiño a sus orígenes, y después las fotos del escándalo; o no, según se mire. Corría marzo de 1989 cuando Madonna lanzó el tema 'Like a prayer' como adelante de su nuevo disco, llamado igual que la canción. Una canción que se ha convertido en una de las más icónicas de la cantante. Mucho se debe al videoclip que le hizo May Lambert, un trabajo generó una gran polémica en la calle, tanto que el Vaticano lo condenó.

Madonna junto a la cruz en actitud provovativa.

Ella aguantó todos los insultos que recibió durante años y además ha incluido el tema en todas sus giras (e incluso en el festival de Eurovisión celebrado en Israel), con variaciones estéticas y musicales, pero siempre con el mismo tono provocador. Madonna ha dicho que este cumpleaños lo quiere dedicar a dar las gracias a sus fans -sus incondicionales siempre han apoyado sus decisiones- y a reflexionar y a hacer autocrítica.

Madonna posa con sus seis hijos

Por eso puede parecer que ha recordado todo lo que le pasó tras el vídeo de 'Like a prayer' y ha decidido recordarlo, celebrarlo y reafirmarse en su decisión de llegar hasta el fin con su música.

"Cuando me llamas, es como una pequeña oración, estoy de rodillas, quiero llevarte allí, a la medianoche, puedo sentir tu poder, justo como una oración, sabes, te llevaré a sentir eso", decía unas de las estrofas de la canción que más ampollas levantó.

Una nueva provocación

En las fotos que ha compartido ahora la vemos con sus hijos y algunos amigos. Ella lleva un vestido de Versace y sus gemelas llevan dos vestidos de Dolce&Gabbana, dos firmas italianas que adora, y que la adoran. En una vemos a Madonna imita la pose de una diosa hindú, con un asombroso tocado-joya, y lo hace delante de una cruz instalada en una especie de capilla cavada en una roca. Y allí posa con sus seis hijos y también ella sola, sentada a los pies de la cruz con una actitud muy provocativa: con poca ropa y la lengua fuera. Una cruz que recuerda a ese vídeo de 'Like a prayer' y a todas las que se ha colgado a lo largo de su trayectoria musical, y que forman parte de su iconografía y estética. Destaca la tarta de cumpleaños que, como no, tiene forma de cruz, en este caso con un claro estilo bizantino.

Madonna junto a su tarta de cumpleaños con forma de cruz,

La artista más polémica

Las generaciones más jóvenes no recuerdan los inicios de Madonna y la presión social que pedía crucificar a la artista. No lo tuvo fácil y tuvo que luchar mucho, defender sus ideas y conquistar su libertad. De todo ello habló en el emocionante discurso que hizo en 2016 cuando recibió el premio Billboard a 'La mujer del año'. Un discurso que hizo llorar a los asistentes y que levantó una ovación en todo el planeta. "Si eres mujer, tienes que entrar en el juego. Te permiten ser guapa y sexy, pero no puedes ser inteligente ni tener una opinión. Te permiten vestir como a una puta per no te dejan que lo hagas a tu manera, que compartas tus fantasías sexuales. No puedes envejecer porque es un pecado", decía.

"Lo que me gustaría decir a todas las mujeres que están aquí hoy es: las mujeres han sido oprimidas desde hace tanto tiempo que creen lo que lo hombres dicen sobre ellas. Como mujeres tenemos que empezar a apreciarnos a nosotras mismas y la valía de las demás. Aliarnos con otras mujeres fuertes y buscar mujeres de las que aprender, con las que colaborar, de las que inspirarnos e iluminarnos. La solidaridad verdadera entre mujeres es un poder en sí mismo". Es la historia de una mujer que ha tenido que saltar tantos obstáculos y callar tantas bocas que hoy, con 63 años, ha decidido que es ella la que no se va a callar