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Las olas de calor y el cambio climático

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Meteorología Aquí la Tierra  
  • Este lunes 9 de agosto se publicó parte del sexto informe del IPCC, documento muy importante respecto al cambio climático
  • ¿Qué es lo que nos cuenta este informe? ¿Tiene relación las olas de calor que sufrimos con el cambio climático?
  • La meteoróloga Isabel Moreno nos resuelve estas y más dudas en Aquí la Tierra

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Termómetro comprobando las temperaturas

El pasado lunes 9 de agosto se publicó parte del sexto informe del IPCC, un documento muy importante para la ciencia del cambio climático ya que nace del análisis de miles y miles de estudios relacionados con dicha cuestión.

En este documento se mostró, una vez más, que el cambio climático no es un problema del futuro, sino del presente. La temperatura media del planeta ha subido ya 1.1ºC respecto a la era preindustrial, trayendo cambios en el clima a lo largo de todo el mundo. Cambios que afectan a toda la humanidad, que están siendo rápidos, se están intensificando y, además, que no tienen precedentes en miles de años.

Entre los efectos del cambio climático, está la alteración de la frecuencia con la que ocurren fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor: los episodios cálidos que antes ocurrían una vez cada 10 años, ahora lo hacen casi cada 3 y los episodios aún menos frecuentes que se daban 1 vez cada 50 años, ahora ocurren casi cada 10.

Las olas de calor en España

La misma semana que el IPCC hacía públicos estos resultados, en España sufríamos una ola de calor histórica. No lo ha sido por su duración, ya que en nuestro país hemos padecido olas de calor mucho más largas, pero sí por la extensión y su intensidad. Los datos provisionales apuntan a que se han batido numerosos récords históricos de temperatura máxima, entre los que estaría la temperatura más alta registrada de forma oficial en España: 47.4ºC en Montoro, provincia de Córdoba.

Gente bañándose para contrarrestar la ola de calor
Gente bañándose para contrarrestar la ola de calor

Gente bañándose para contrarrestar la ola de calor apomares

Esta última ola de calor encaja perfectamente en el contexto climático que describe el IPCC en su último informe y que ya conocíamos en nuestro país. La temperatura media en España ha subido 1.7ºC desde la era preindustrial, trayendo cambios por ejemplo en la “duración del verano”. El periodo en el que actualmente se registran temperaturas que podríamos considerar veraniegas, se ha alargado 5 semanas en los últimos 40 años y los episodios cálidos extremos son más frecuentes. Actualmente en España hay más olas de calor, más largas y más intensas que hace unas décadas. De hecho, las olas de calor en España en el decenio 2010-2020 se duplicaron respecto a etapas anteriores.

¿Y qué podemos esperar del futuro?

Uno de los puntos en los que más se insistió en el informe del IPCC fue en la irreversibilidad de algunos procesos que se han puesto en marcha. De no limitar con urgencia las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, los episodios de calor extremos como el que hemos vivido serán aún más frecuentes. ¿Cuánto? A nivel mundial, si la temperatura sube 1.5ºC respecto a la era preindustrial (el límite optimista del Acuerdo de París), los episodios cálidos que antes ocurrían 1 vez cada 50 años, ocurrirán casi cada 6. En caso de que la temperatura suba 2ºC, el límite del Acuerdo de París, dichos fenómenos ocurrirán cada 3.5 años.

Muelle seco debido a la sequía y altas temperaturas
Muelle seco debido a la sequía y altas temperaturas

Muelle seco debido a la sequía y altas temperaturas Zeiss4Me

En este caso no vamos a centrarnos en escenarios más pesimistas, ya que el IPCC también subrayó que aún hay tiempo de no sobrepasar el límite del Acuerdo de París, pero no queda demasiado. En caso de continuar con el ritmo de emisiones actual, el aumento de temperaturas del planeta alcanzaría los 2ºC a mediados de siglo. Cada décima de aumento de temperatura pone en marcha nuevos cambios en el clima muy difíciles de revertir y que afectan a nuestras vidas. Por eso son necesarias medidas urgentes de de mitigación para evitar cambios aún más peligrosos en el futuro, pero también de adaptación a una nueva realidad climática.