El fotógrafo del horror: Francesc Boix, el personaje que transformó a Mario Casas
- Descubre la historia Francesc Boix, el hombre que inspiró El fotógrafo de Mauthausen (2018)
- Una película con la que celebramos el Día de la Fotografía, disponible en RTVE Play
- Todas las películas de Mario Casas en Somos Cine están aquí
El impacto de una fotografía no solo depende de lo que en ella se refleja, también importa lo que es capaz de producir, cuánto tiempo perdura el eco emocional que genera y si es capaz de inmortalizar las fisuras de la memoria. Las instántaneas de Francesc Boix impactan en todos los niveles y atraviesan al espectador. La suya es la historia de uno de los héroes de la Segunda Guerra Mundial, un fotógrafo catalán que se jugó la vida para salvar las fotografías que demostraron los horrores del campo de concentración de Mauthausen y cuyo testimonio -el único de un español- fue fundamental en los juicios de Núremberg para condenar a altos cargos nazis.
En 2018, la directora Mar Targarona decidió plasmar su historia en la película El fotógrafo de Mauthausen, una cinta protagonizada por Mario Casas en la que el actor, que vivió una auténtica transformación por dentro y por fuera, se metió en la piel de Francesc Boix.
La película recupera aspectos más íntimos del autor catálan y nos muestra las dificultades y horrores a los que se tuvo que enfrentar el fotógrado. Un filme que Somos Cine rescata en el Día Mundial de la Fotografía, disponible en el catálogo en abierto de RTVE Play, y que nos sirve para conocer mejor a este personaje clave en la historia de la Segunda Guerra Mundial.
Francesc Boix y la investigación que no pudo con el deseado olvido
Boix llegó al campo de concentración de Mauthausen (Austria), el 27 de enero de 1941. Y no saldría de allí hasta 1945. Un campo de exterminio, tristemente célebre, en el que fueron encerrados 7532 españoles, de los que murieron 4816. Y de los presos que se salvaron, la mayoría murió entre 1941 y 1941 a causa de las secuelas de las enfermedades y torturas. Incluyendo a Francisco que falleció con sólo 31 años.
De los túneles, los barracones, las cámaras de gas o los hornos crematorios poco ha quedado. Berlín ordenó a las SS borrar cualquier prueba de los crímenes cometidos en los campos de exterminio nazi.
“Era un material sensible, una prueba irrefutable de lo que sucedía en el campo“
Pero el republicano Francesc Boix, deportado en Mauthausen, había fotografiado los horrores del espantoso día a día de los presos recluidos. “La cantidad de imágenes de Mauthausen no las tenemos de otros campos. Era un material sensible, pero que por otro lado sería una prueba irrefutable de lo que sucedía en el campo”, señala Rosa Torán, historiadora de la Amicale de Mauthausen. Gracias en parte a las más de 2.000 fotografías salvadas por Francesc y otros prisioneros de Mauthausen, esta investigación revela la crueldad y las atrocidades sin límites cometidas por la siniestra red de exterminio del III Reich.
La gran transformación de Mario Casas
Antes de que el guion llegara a sus manos, Mario Casas desconocía la historia de Boix. Descubrirlo impactó al actor. “Para mí Francisc Boix y los que le ayudaron fueron superhéroes. No sé cómo fueron capaces de robar, esconder y sacar unos negativos de un campo de concentración sabiendo que te torturaban hasta por estornudar. Lo que hicieron es de superhéroes”, cuenta en una entrevista a RTVE.
“Perdí entre 12 y 14 kilos”
Mario confiesa que este es el personaje más complicado al que se ha enfrentado en toda su carrera: “Sabía muy poco sobre cómo vivían los españoles de Mauthausen. Me documenté leyendo, viendo documentales y, sobre todo, con el libro de Benito Bermejo (Francisco Boix, el fotógrafo de Mauthausen) en el que se basa parte de la película”.
“A partir de ahí empecé a recrear el personaje –continúa el actor-. Primero desde lo físico, con una dieta muy estricta con la que perdí entre 12 y 14 kilos", cuenta Casas. “Fueron unos meses muy duros, primero para bajar esos kilos, corriendo y con una dieta muy estricta, y luego para mantenerlos. Porque además, el rodaje en Budapest, con la nieve, fue muy duro. Pero creo que era fundamental todo ese esfuerzo, de cara al público”, concluye Casas.
“Estaba tan metido en el personaje que rompí a llorar”
A pesar del esfuerzo físico tan grande que experimentó el actor, lo más complicado fue el aspecto emocional. “Hay secuencias muy duras –confiesa Mario-. Ha sido el papel más difícil de mi vida e incluso me ha cambiado. Es uno de esos personajes que entran a formar parte de tu personalidad. Me ha calado muchísimo”
“Yo intentaba –continúa- no mostrar ese dramatismo de la historia y sobreponerme, como hizo Boix. Intentar que el público sonriese, que no le resultase tan duro el paso por el campo de concentración, que la gente lo pasase de una forma más dulce. Sin pensar en las barbaridades que hacían a los presos y sobreponerme. Lo fácil era meterte en el personaje y sufrir, pero no queríamos eso, queríamos que mantuviera la esperanza, que fue lo único que le permitió sobrevivir”.
“Pero se me cayó el alma a los pies unas cuantas veces durante el rodaje –confiesa-. Recuerdo una escena, en la que estoy con un nazi en un laboratorio, en la que rompí a llorar. Porque estaba tan metido en el personaje, en el miedo, que no pude evitar llorar”.
Las fotografías de Boix han inspirado toda la película
Para su directora, Mar Targarona (Secuestro, Mor, vida meva), la película que nace de su interés por el personaje: “Me ha interesado siempre la Segunda Guerra Mundial, porque me sigue alucinando que haya sucedido de verdad y, además, que haya pasado hace tan poco tiempo. También me interesa muchísimo la figura de Francisc Boix”, cuenta. Targarona intenta en El fotografó de Mauthausen recrear al máximo las imágenes de Boix. "Han sido fuente de inspiración tanto para el guion como para la fotografía de la película”, añade.
Una historia también contada en comic
Quién quiera adentrarse aún más en la historia de este fotógrafo, también puede acudir al comic. Sobre su vida y su experiencia en el campo de concentración también habla la novela gráfica El fotógrafo de Mauthausen, editado por Norma Editorial. Obra de los autores Salva Rubio, Pedro J. Colombo y Aintzane Landa, el cómic ahonda en el horror que experimentó Boix e incluye un montón de páginas con documentación que complementan la historia.
“La novela gráfica está acompañada por un epílogo profusamente ilustrado de unas 54 páginas en que ampliamos y explicamos la historia y peculiaridades del robo con todo el detalle que nos ha sido posible, y que completa, como creo que debe hacerse, la adaptación”, contaba Salva Rubio en una entrevista concedida a RTVE.