Carolina Yuste, la actriz española que se zampa la gran pantalla y está en todas
- La actriz vive uno de los momentos más dulces de su carrera en el cine, televisión y teatro
- Ganadora del Goya por Carmen y Lola (2018), su nombre es un habitual del cine español
- No te la pierdas en Sevillanas en Brooklyn (2021), estreno en RTVE Play
Tiene solo 32 años, pero Carolina Yuste (Badajoz, 1991)ya se ha convertido en uno de los rostros más potentes del cine español. Sus apariciones en pantalla han dejado ver el vuelo imparable que la actriz emprendió tras ganar el Goya por su actuación en la película Carmen y Lola (2018). Solo el año pasado, pudimos verla en cinco títulos: Chavalas, Sevillanas de Brooklyn, Girasoles Silvestres, La familia perfecta y la ópera prima de Secun de la Rosa, El cover. Ese mismo año, su talento también lucía sobre las tablas, en la aclamada obra de Andrés Lima, Prostitución, una pieza que confiesa "le cambió la vida". La rueda continúa este 2023, un año en el que encara sus proyectos más destacados para televisión con su participación en series como Sin huella, Citas en Barcelona y Las noches de Tefía, además de su esperadísimo regreso bajo la dirección de Arantxa Etxebarría con Chinas, película participada por RTVE, que llegará a los cines este otoño.
“Mentiría si dijese que no me siento una privilegiada”, asegura Yuste. La actriz es muy consciente de que los datos sobre su profesión son escalofriantes. Actualmente, existe un 92% de paro en la profesión y solo un 8 por ciento vive de ello. “Yo estoy en ese último porcentaje, tengo muchísimo curro, sé que estoy en un momento estupendo, ¡cómo no voy a estar contenta y agradecida!”, señala. Una puesta en valor aún mayor, si se tiene en cuenta que Yuste no acepta cualquier papel. Ella necesita que sus proyectos "tengan un discurso poderoso". En una industria que, cada vez más, tiende a convertir en productos a sus actores, la extremeña tiene el privilegio de poder decidir cuál ser y qué defender. Entre otras cosas, personajes feministas, empoderados o con conciencia de clase.
Actuar en la gran pantalla es “algo mágico” para Carolina Yuste. “El cine tiene algo precioso que es esa capacidad de captar un instante tuyo muy personal, que perdura, que se queda por siempre”, explica. Aún así, el teatro para ella “es casita, un lugar sagrado”. Desde sus primeras clases de interpretación con su profesor Carlos Silveira, Yuste aprendió a apreciar sobre todas las cosas “el presente absoluto” que tiene lugar cuando se sube a las tablas. “Cada día hay un público diferente con una energía diferente, y tú te subes a ese espacio a contar lo mismo que ayer, pero que nunca será igual. Eso me parece poderosísimo”, comenta.
Punky, cañera y con ganas de cantar
Sobre el debate habitual, entre elegir cine o teatro, ella asegura que lo importante son los proyectos. “Luego al medio te adaptas”, continúa. Pero acaba mojándose. “Ahora mismo hacer una película que sea potente, con un discurso sólido y que llegué a un público más extenso me parece muy especial”, confiesa. “Aunque, llevando el teatro tan dentro, igual dentro de unos años te digo todo lo contrario”, concluye. Lo que sí tiene claro Carolina Yuste, sea subiendo el telón o frente a una cámara, es que se muere de ganas por hacer un musical. “Me encantaría, algo cañero, divertido y muy punky”, dice.
Poco a poco se acerca a su sueño. Convertida en Margarita, una imitadora de Amy Winehouse, en El Cover, de Según de la Rosa, Yuste puso voz a dos de los temas más míticos de la cantante británica, 'Black to Back' y 'Love is a Losing Game'. “Cuando Según de la Rosa me preguntó si quería hacer de Amy fue brutal. Un sustito hermoso porque me parecía increíble, pero me daba miedo y respeto. Para mí ella siempre ha sido un referente. Una mujer con ese poderío y con un desgarro y una herida tan profunda”, explica.
También se ha dado al baile en Sevillanas de Brooklyn (2021), una de las últimas incorporaciones al catálogo de RTVE Play de este verano. “Había bailado antes sevillanas. Aunque yo soy de Badajoz, mi madre es de Cádiz, mi prima es bailaora de flamenco y sí sabía algunos pases, pero al cuarto nunca llegaba”, explica Yuste que tuvo que asistir a clases de sevillanas junto con Sergio Momo, que en la película interpreta a Ariel Brooklyn (Sergio Momo), el estudiante afroamericano que acoge la familia de Ana (Carolina Yuste). La actriz confiesa también que al rodar la película le han entrado aún más ganas de irse a la feria de Sevilla. “Y bailarlo todo con mi traje de gitana”, comenta.
Bailando sevillanas, pero de raíz extremeña
Sevillanas de Brooklyn nos sitúa en un humilde barrio de Sevilla, en el seno de una familia en la que Estefanía de los Santos da vida a una madre entregada, capaz de tirar del carro, sea como sea, con tal de salvar a su familia de las situaciones más precarias. “En ella veo a tantas mujeres que yo conozco. A mí madre, a mí tía.... Porque quizá la manera de accionar es diferente, pero siguen siendo las mujeres las que nos echamos la mochila a la espalda, las que sostenemos y, aunque parece que empezamos a equilibrar la balanza, sigue existiendo esa figura de la gran donna… que tan bien encarna Estefanía”, cuenta Yuste.
La película también pone sobre la mesa algo tan típico como la picaresca española. “Es un concepto denostado, pero lo cierto es que hay mucha gente que tiene que tirar de ella. Cuando tienes necesidades, es el caso de la familia de Ana, y estás pasando por apuros económicos, cuando estás en estas situaciones desfavorables, intentas encontrar la manera de salvarte y, a veces, no son tan legales”, defiende. “También creo que la picaresca no solo se da en España”, añade.
A Carolina Yuste la hemos podido ver hace poco en Chavalas, la opera prima de Carol Rodríguez, una cinta que expone, como pocas películas han hecho antes, la amistad femenina sin estereotipos. Yuste interpreta aquí a Desi, una chica que ha viajado por todo el mundo, pero que regresa a su barrio a hacer familia de nuevo con sus amigas. “Cuando leí el guion me vi totalmente reflejada. Yo también me fui a Madrid de Badajoz a los 19 años, dejando atrás muchas cosas importantes, amigas, familias… Creo que hay una generación que ha vivido eso, también madres que experimentaron como sus hijos se marchaban, de eso habla la película y creo que por eso conectará tan bien con mucho público”, explica.