Buscamos las patatas fritas más saludables
- ¿Su calidad depende del aceite con el que se fríen?
- Las patatas, un tesoro nutricional escondido bajo tierra
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¡Cuidado con las tentaciones! Lo que compramos es lo que tenemos en casa y nos acabamos comiendo por lo que, cuantas menos pongamos a nuestro alcance, mejor. Y, ya que hablamos de tentaciones, seguro que estás de acuerdo en que hay pocas más irresistibles que las que vamos a tratar en este artículo así que nos hemos propuesto un objetivo muy noble: buscamos las patatas fritas más saludables, ¿te unes?
De un alimento muy nutritivo a un aperitivo poco recomendable
La patata es un tubérculo rico en nutrientes, saludable y además con un precio muy asequible. En definitiva, un alimento muy interesante desde el punto de vista nutricional que puede acabar convertido en un picoteo del que no deberíamos abusar. La fritura es un proceso de cocinado que no es muy recomendable para nuestra salud; en el caso de la patata, cuando las freímos, estas absorben una gran cantidad de aceite que hace que se dispare su densidad energética.
¿Pero qué pasa si utilizamos un aceite de gran calidad, como el aceite de oliva virgen extra? Es cierto que es el más recomendable, ya que es el que conserva mejor sus propiedades a altas temperaturas, pero eso no quita que el producto final siga siendo muy denso energéticamente, poco nutritivo y poco saciante, por lo que no te engañes: el tipo de aceite utilizado no lo convierte en una opción más saludable.
¿Al punto de sal?
Aunque no todo se reduce a la cantidad de aceite que absorben las patatas fritas, ten cuidado con la cantidad de sal que estás ingiriendo, prácticamente sin darte cuenta. Este tipo de productos utraprocesados son los que suponen un aumento significativo en la cantidad que consumimos diariamente. Y si no te lo crees, haz el cálculo, las autoridades sanitarias recomiendan no superar los 5 g al día, fíjate cuánta cantidad tiene una bolsa de patatas fritas.
La cosa no mejora mucho cuando nos vamos a otras opciones como los “aperitivos de patata”, esas que vienen en bote y tienen todas la misma forma (de hecho legislativamente se acercan más a una galleta que a una patata frita) o con las patatas fritas ‘light’, una denominación que implica que contienen un 30% menos de calorías que la versión tradicional. Pero insistimos, seguimos estando ante un producto muy denso energéticamente, poco saciante y poco nutritivo. Y no te dejes engañar por reclamos como “caseras” o “tradicionales”, es puro marketing.
Entonces, ¿existen las patatas fritas más saludables?
La verdad es que… No. Podemos hacer algunos cambios en su elaboración para que sea una opción ligeramente más interesante, pero si eliges comerlas recuerda que siempre deberías hacerlo con moderación. Por el contrario, hay muchas maneras más sanas, y además deliciosas, de preparar las patatas: prioriza siempre el horno, la cocción, el cocinado al vapor o en el microondas para que se conserven mejor sus nutrientes y su densidad energética no aumente demasiado.
Y si buscas algunas sugerencias, no te quedes sin probar estas recetas de nuestra nutricocinera Marta Verona: una tortilla de patata, cebolla y calabacín al micro, este ‘fish and chips’ en su versión más saludable, estas patatas bravas al estilo ‘Saber Vivir’, esta causa limeña con salmón ahumado o este puré de patata morada con pulpo y crudités.