Audrey Hepburn y los secretos del rodaje de 'Desayuno con diamantes'
- Basada en una adaptación libre de la novela hómonima escrita por Truman Capote
- Desayuno con diamantes (1961) se emite esta noche a las 22.00h en Días de Cine Clásico de La 2
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"No creo que ningun espectador de aquel momento hubiese imaginado jamás a Audrey Hepburn de prostituta", contaba Blake Edwards, director de Desayuno con diamantes (1961), adaptación a la gran pantalla de una de las novelas más famosas de Truman Capote. Quizá tampoco lo imaginasen los espectadores de hoy día, pero eso es lo que era Holly Golightly, la protagonista de la película. Una señorita de compañía, con debilidad por las joyas y las fiestas que se enamora a Paul (George Peppard).
La película es la crónica agridulce de unos personajes que tratan de salir adelante en Nueva York, una ciudad que parece ofrecerlo todo. Un mundo de impostura al que todos parecen estar abocados si quieren ser alguien. Ahí se encuentra Lulamae Barnes, que se esconde tras la careta de Holly, una joven de origen humilde que lidia con el trauma, la soledad y la depresión entre las excentricidades de la gran ciudad.
Llena de momentos inolvidables, esta sofisticada comedia, ganadora de dos Oscar a mejor música y mejor canción, se emite de nuevo este lunes, a las 22.00h, en los Días de Cine Clásico de La 2. Coincidiendo con ello, repasamos aquí algunos secretos y anécdotas del rodaje de la película.
Un guion creado para sortear a los censores
El guionista George Axelrod sabía que la censura no toleraría el trabajo de Holly como escort, así que incluyo muchas escenas donde Paul tenía sexo. Al final estas escenas no serían incluidas en la trama, pero esta distracción bastó para que las autoridades no se percataran de la profesión de la protagonista.
¿Marilyn Monroe como protagonista?
Truman Capote estaba muy decepcionado cuando supo que Paramount había elegido a Audrey Hepburn para el papel de Holly Golightly. De cualquier forma, Monroe no hubiera aceptado el papel porque su profesora de actuación le dijo que no debía interpretar a una “dama de la noche”. Su decisión convirtió a Audrey Hepburn en la protagonista y en la actriz mejor pagada del momento, al recibir 750 mil dólares por este papel, lo que equivale a 5.9 millones de dólares actualmente. La única actriz que había recibido un sueldo más alto en aquella época era Elizabeth Taylor.
Hepburn se iba a quedar sin canción
Uno de los ejecutivos de Paramount, Martin Rackin, quería eliminar la canción de Moon River de la película. Hepburn, que era conocida por su carácter tranquilo, se enfureció y dijo “sobre mi cadáver”. La melodía ganó el Oscar por Mejor Canción Original. Hay un final alternativo En la otra versión, Holly y Paul encuentran al gato y se retiran caminando por la calle, sin ningún tipo de contacto romántico. Esta ambigua conclusión es mucho más agridulce que el final adorado por la audiencia.
Un atrezzo muy caro
En una de las escenas, Holly y Paul van a Tiffany's a que les graben un mensaje en un anillo que sacaron de una caja de palomitas. El anillo venía incluido en algunos paquetes como premio sorpresa y los productores de la película tuvieron que abrir 200 cajas de esta botana hasta encontrar una de las joyas de juguete. Tiffany's hizo una excepción para la filmación, la tienda de joyería abrió sus puertas por primera vez en domingo desde el siglo XIX. Pero por precaución, la empresa colocó a 40 guardias armados para proteger sus valiosos productos.
También estaba el vestido de Holly fue creado para la cinta El famoso atuendo negro de la protagonista fue hecho a la medida para Audrey Hepburn por el mismísimo Hubert de Givenchy. En 2006 esta pieza del vestuario se subastó por más de 900 mil dólares.
Nadie quería a George Peppard
Aunque en la pantalla tienen una química envidiable, Audrey y George no se llevaban bien. A la actriz le parecía pomposa la manera en la que su coestrella analizaba cada detalle de la trama. George tampoco era del gusto del director Blake Edwards, quien incluso se puso de rodillas en la calle para suplicarle a los productores que no contrataran al actor. "Nos caiamos bien, supe que me admiraba mucho como director, pero yo no le quería en la película, fuera lo que fuera no tenía lo que yo quería, no era mi media naranja, aun así nos lo pasamos muy bien", contaba el director en una entrevista.