Ágatha Ruiz de la Prada es la más veterana de la pasarela, y la más moderna
- Omar Montes desfila para Ágatha, que cumple 40 años de profesión con una colección que evita la nostalgia
- Ha hecho un guiño a un vestido que llevó en 1981 en el programa 'Un, dos, tres', de TVE
- Bad Gyal se come la pasarela de Andrés Sardá, empoderada y divina
Ágatha Ruiz de la Prada es la veterana de Madrid Fashion Week, una superviviente y una luchadora que pelea fuerte por la moda de España, y por la calidad en el diseño y la confección del 'made in Spain'. Con esta colección presume de varias cosas: de profesión y de trayectoria. Su desfile es un puente entre el pasado y el presente, entre la moda y el espectáculo, entre la costura y los medios de comunicación, entre el taller y las redes sociales. Las prendas beben de la historia de la casa. Vemos camisetas con sus nubes y flores a las que ha pintado encima una sonrisa, porque echa de menos ver las de la gente, ocultas tras las mascarillas desde que nos 'secuestró' la pandemia, allá por marzo de 2020.
Flores, flores...
Las flores son las protagonistas de la colección, y las vemos estampadas y también tridimensionales, aplicadas de forma asimétrica. Son flores irregulares, como las que hacían las abuelas con una servilleta para entretener a los niños, y que, en este caso, son un guiño a la historia de Ágatha: están inspiradas en las que llevaba el vestido con el que apareció en el programa 'Un, dos, tres' de TVE en 1981. Hace 40 años de aquel momento, y estas cuatro décadas están muy presentes en la colección: en una camiseta leemos 'ARP desde 1981', las siglas de la diseñadora y el año de su despegue en la moda.
La primera parte de la nueva colección, para la primavera y el verano de 2022, lleva prendas cómodas realizadas en tejidos muy apetecibles y veraniegos, como el popelín y los gazares. El chándal, sí, has leído bien, el chándal se 'agathiza' con colores alegres y los motivos de la casa, siempre con un estilo vitalista y naïf.
Un orgulloso 'made in Spain'
Hay prendas muy comerciales y fáciles de llevar, algunas con un fabuloso 'made in Spain' estampado en la parte delantera, ese guiño de la diseañora a su profesión, a su sector, a su industria, a sus compañeros, a su mundo. Junto a ellas vemos otras más elaboradas, más 'costura' como los tops en lino con flores de gazar que se llevan con faldas acolchadas, o el top de tules de colores haciendo rayas horizontales que se lleva con un short de rayas verticales de clara inspiración marinera.
Hay mucho mono, una prenda que arrasa, y caftanes. Las siluetas varían. Vemos vestidos de apariencia que proyectan una sombra vertical, que en algunos casos se rompe con mangas muy abullonadas. Luego vemos vestidos 'Menina', una silueta que se repite a lo largo de la colección en distintos tejidos. La técnica del patchwork se utiliza en todo tipo de prendas, incluso en los vestidos de novia, en plural, porque hay dos. Uno de ellos, el que está hecho en patchwork es sencillo pero arrebatador. El otro es un dos piezas con falda de plástico y sudadera. Pura fantasía, puro Ágatha Ruiz de la Prada.
Junto a las modelos del desfile se han 'colado' tres hombres: Gianmarco Onestini, Marcelo Mellino y el cantante Omar Montes perseguido por todo Ifema por una cámara que le está grabando para hacer un documental. El mundo de Ágatha llega al trap, ella es la más veterana, sí; y la más moderna.