El ayuno intermitente, ¿es una práctica recomendable?
- El dietista Pablo Ojeda subraya los beneficios del ayuno intermitente, pero recuerda que no es para todo el mundo
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El ayuno intermitente es una práctica alimentaria cada vez más común que consiste en dejar de ingerir alimento durante un período del día más largo de lo habitual y centrar la ingesta en horas concretas.
"Tiene muchísimos beneficios, mejora el nivel de colesterol, mejora el nivel de glucosa en sangre, favorece la autofagia celular (que las células del cuerpo se coman los desechos orgánicos del organismo para generar nuevas células)", ha detallado en Mejor Contigo, de TVE, Pablo Ojeda, dietista y 'coach nutricional'..
Existen dos formatos generalizados: el 12-12, consistente en comer durante 12 horas y ayunar las 12 restantes, o 16-8, ayunar durante 16 horas y limitar la ingesta de alimentos a un período de ocho horas. Según Ojeda, "la cena es importante, pero se deben dejar un par de horas antes de irse a dormir".
Sin embargo, "en nutrición no existen las verdades absolutas, lo que le funciona a unos no tiene por qué funcionarle a otro", por lo que "el ayuno intermitente no es para todos", ha especificado el dietista. A su vez, ha subrayado que esta práctica no es recomendable para "adolescentes ni personas que tengan problemas con la comida", ya que "no puedes dejar de comer para favorecer tu relación con la comida".
Desmintiendo bulos alimentarios
El programa Mejor Contigo ha aprovechado la visita de Pablo Ojeda para ayudar a desmentir algunos bulos muy recurrentes, como el que asegura que la fruta engorda. "De hecho, la OMS dice que los azúcares deben ser el 5-10% del consumo general: la cucharadita de azucar al café, las galletas... pero diferencia los azúcares extrínsecos de los intrínsecos, los que tiene la fruta, que no tienen impacto en el organismo".
Además, el dietista recuerda que la fruta "tiene mucha fibra, que nos da mucha saciedad. No pasa nada porque te tomes un par de plátanos. De hecho, para mí es la mejor fruta para la pérdida de peso".
Otro de los bulos muy habituales es el que apunta a que el consumo de huevos eleva el nivel de colesterol. "En Madrid se hizo un estudio muy curioso entre mujeres de mediana edad, y las que tomaban un huevo al día tenían un perfil de colesterol mucho mejor que las que no lo tomaban. No hay problema ninguno en tomar uno o dos huevos al día".