Chicles para adelgazar: sin evidencia científica
- Una cadena de supermercados ha lanzado unos chicles que supuestamente queman grasas
- Estos se han agotado en la mayoría de los establecimientos por contener zinc y probióticos
- Los estudios científicos atribuyen otras propiedades a estos elementos, pero no las adelgazantes
- Con Bata Blanca se emite los viernes a las 10:05h.
Tras los excesos del verano, muchas empresas están viendo el momento ideal para lanzar productos adelgazantes supuestamente milagrosos. Ansiosos por conseguir un peso ideal sin esfuerzo, muchos se han lanzado a por los chicles reductores que comercializa una conocida cadena de supermercados. Tanto es así, que se han agotado en la mayoría de los establecimientos. La Dra. Ani de Hollanda, lejos de apoyar estas gomas de mascar, aclara que “no hay ningún estudio científico que pueda demostrar que son útiles para la pérdida de peso”.
¿Por qué se dice que estos chicles adelgazan?
Estas grageas contienen zinc y probióticos, por lo que se les ha atribuido hipotéticamente la capacidad de eliminar grasa acumulada y sintetizar macronutrientes. La especialista del Grupo de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) opina que no hay base científica para afirmarlo: “El zinc es un mineral que necesitamos para el buen funcionamiento de nuestras defensas y para cicatrizar heridas. A nivel del metabolismo, el zinc es imprescindible para que nuestro cuerpo fabrique correctamente la insulina y los lípidos, pero no tiene poder adelgazante”. Por otro lado, los probióticos son importantes para tener una buena salud intestinal, pero tampoco hay estudios científicos que demuestren su poder adelgazante. Además, “los probióticos que llevan estos chicles se encuentran en una dosis tan ínfima que, cuando estas bacterias llegan al estómago, ya se han destruido por el ácido. Necesitaríamos por lo menos 100 millones de colonias de bacterias y estos chicles tienen solo mil”.
“Cabe recordar, además, que el producto tiene gran cantidad de edulcorantes y, en exceso, pueden producir flatulencias, diarrea, hinchazón en la barriga e incluso alterar nuestra microbiota intestinal”, avisa.
Otras fuentes naturales de zinc y probióticos
La doctora recomienda alimentos en vez de suplementos para obtener las bondades del zinc, como por ejemplo el sésamo, el germen de trigo de los cereales integrales, las setas, la albahaca o las nueces, que además aportan antioxidantes y grasas saludables a nuestro organismo. “Siguiendo una dieta mediterránea ya adquirimos el aporte de zinc que nuestro cuerpo necesita. A menos que tengamos un problema o déficit de zinc, tomar suplementos no nos va a reportar ningún beneficio”, aclara.
Para mantener una microbiota intestinal saludable, De Hollanda sugiere, en vez de suplementos, incluir un yogur diario en nuestra dieta. “Cada yogur tiene entre 100 y 107 unidades de colonias por gramo”, apunta.
Si queremos perder peso, la especialista de la SEEN reconoce que “no hay trucos” y recomienda ponerse en manos de un profesional y realizar cambios en el estilo de vida, no solamente en la alimentación, sino también en los hábitos de sueño y de ejercicio.