Hannibal Laguna estalla y protesta porque la moda dure 6 meses: "Es demasiado efímera"
- El modista pisa el freno y propone una costura atemporal, que no tenga fecha de caducidad
- Junto a la colección ha hecho 9 esculturas, y todo lo llevará a galerías de arte de ciudades europeas
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Hannibal Laguna mira al cosmos en busca de respuestas, de inspiración. El sector nupcial y de los vestidos de fiesta no atraviesa sus mejores momentos y esto hace que los diseñadores y modistas -palabra ensalzada por Lorenzo Caprile- se planteen su forma de trabajar y su modelo de negocio. Hannibal Laguna, una institución en la moda española. "La moda es demasiado efímera, me gustaría que todo fuera más transcendental. Curiosamente, la pandemia nos ha llevado a la esencia de la costura. Y por eso queremos pisar el freno, y hacer moda que no sea efímera", dice, en plural, ya que su hermana Isabel forma parte, de forma muy activa, del equipo de diseño.
Para potenciar la durabilidad de sus vestidos ha dado un paso grande y ha hecho, con sus manos, 9 esculturas y 30 vestidos. Un conjunto poderoso que viajará a partir de enero de 2022 por galerías de arte de ciudades europeas, como Berlín, París, Praga, Milán y Budapest. "¿Sabes las horas de trabajo que lleva hacer un bordado con cristales e hilo de metal? ¡Es un trabajo brutal! ¡No quiero hacer prendas que tengan una vida de tan solo seis meses!".
El negro, poder absoluto
Las negruras del Cosmos inspiran los negros de la colección, distintos todos según los tejidos, las texturas y los acabados. "Adoro el color negro, pero en España cuesta vestir de negro en las bodas y eventos, algo que no ocurre fuera", revela. Por eso ahora, con una colección tan especial, ha reducido tanto la paleta de color: tan solo 5 de los vestidos eran 'en plata'. Lo que es más amplio es el catálogo de vestidos. Laguna juega con los largos, las siluetas, los escotes y los bordados. Vemos vestidos mini, muy sesenteros, midi y largo, muchas veces cuajados de geometrías de azabache. "Hannibal es más de flores y yo más de geometrías", dice, y señala los rombos, como pieza que recorre la colección.
El lujo de lo artesanal
Las siluetas cambian constantemente, desde los rectos a los trapecios y evasés, desde el estilo sirena al vestido pañuelo, que lleva el corsé oculto. Y lo mismo pasa con los escotes, que van desde el palabra de honor, al halter, al camiseta y al falso escote, pues muchos de sus vestidos llevan la parte de arriba velada por un tul nude.
Hay conjuntos de dos piezas, tanto con falda como con pantalón, y boleros 'costura' con volantes de organza. El volumen se acentúa en esta ocasión en las mangas, con formas abullonadas que parecen estar hechas de forma improvisada. Y los bordados, los grandes protagonistas de la colección, tanto por su calidad como por su lujo. "Los más llamativos están hecho con cristales de espejo e hilo de metal", dice. "Esto no puede estar de moda solo seis meses y luego guardarlo. La costura, insisto, no puede ser efímera". Boris Izaguirre, Jacqueline de la Vega y Norma Duval, acompañada por sus dos sobrinas, han aplaudido a rabiar desde la primera fila.