Teresa Helbig, 25 años soñando que Hollywood está en Barcelona
- La diseñadora celebra su 25º aniversario con una colección de excesos, deseo y fantasía
- Hannibal Laguna estalla y protesta porque la moda dure 6 meses: "Es demasiado efímera"
Esta edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid está marcada por los regresos y los aniversarios. Teresa Helbig regresa y celebra 25 años de amor por la moda y pasión por el oficio. Dice que esta colección, 'Once Upon in Los Angeles', nace de un homenaje a sus recuerdos, a los de esa niña que creció creyendo que vivía en el Hollywood de Barcelona. "Me pasaba el día viendo películas, y es ahí cuando despierta en mí esa pasión por las actrices, los vestidos, los pelos que llevaban, las casas...".
Sus referentes estéticos eran, y son, Jane Fonda, Faye Dunaway, Mia Farrow y a ellas se suma Jane Birkin, con ese charme londinense arrebatador. "Toda la colección lleva vestidos y prendas muy cortas, que recuerdan a los looks de todas esas estrellas. Pero también a mi primer desfile. Resulta que yo era mi propia modelo de pruebas y, claro, a las modelos les quedaban todos pequeños", dice entre risas. Nerviosas, claro, porque Madrid impone, y mucho. ¡Aunque el 'team' Helbig se lo quiere comer entero!
Corto, muy corto. Largo, muy largo
Cortos son los vestidos, las faldas, las cazadoras, las blusas. Más largos, y envolventes, los abrigos, como el que lleva un flamenco (uno de los guiños a L.A.) aferrado al tejido. En la colección vemos mucho histótico de la casa, aunque renovado y actualizdo, y novedades, como las prendas con tiras trenzadas de terciopelo, rafia y cadenas de oro. Lo vemos en un conjunto de dos piezas y en un vestido. ¡Fascinantes! "Es único, nos lo hacen exclusivamente para nosotros. ¡Si Coco Chanel tenía su propio tweed, nosotros teníamos que hacer el nuestro!", remata. Hay, como siempre, mucha artesanía, mucho lujo del de verdad.
Destaca el trabajo hecho con la piel de pitón, moldeada a mano para formar flores tridimensionales que decoran faldas de ante que quitan el hipo. Otro de los guiños a América son las piezas al más puro estulo country, como el vestido de cuero en rosa, berenjena y blanco. De la piel al metal, con el minivestido de estrellas que llevaría hoy Barbarella, sin que echa de menos sus Paco Rabanne.
Vestidos de ensueño
Hay diseños que juegan con los cortes atrevidos, dejando al aire el ombligo o la parte baja de la espalda. Y vemos mucha chorrera (un guiño a Elvis y las bodas en Las Vegas), tanto en camisas como en vestidos. Helbig adora la sastrería y vemos chalecos muy masculinos con un short muy femenino, y todo al negro, apostando fuerte, como en el casino. La rafia tiene mucho peso en esta colección, y se utiliza en todo tipo de prendas: objetos de deseo que no sabes si ponerte o enmarcar.
Hay conjuntos de cazadora y short y otros de falda y blusa, pero te desarman sus vestidos. Los hay mini, como uno que engaña y parece un minivestido con enorme lazo en el cuello sobre una camisa masculina, pero en realidad todo forma parte del mismo patrón. Los hay largos y acaparan toda la atención varios: uno rosa con tiras de encaje nude resulta encantador, otro en tono crudo con un babero que hecho a mano, otros tienen un aire al Hollywood de los años 30 y el de novia, una obra de arte, encantaría a Daisy Buchanan. A Teresa Helbig hay que darle el 'Sí, quiero'. Por esta colección, por estos 25 años, y por los que vienen ahora.
Con Teresa Helbig se cierra una jornada irregular en la pasarela que arrancó con el baño de Dolores Cortés, el 'Cosmos' de Hannibal Laguna, el 40 cumpleaños de Roberto Torretta y el viaje a los 70 de Pertegaz. También tuvo su momento Lola Casademunt by Maite, quizá la marca de ropa con el nombre menos atractivo del calendario. El 'by' recuerda Destino Sevilla by Victorio&Lucchino. Pero, ¿Cuánto hace ya de esto? Su colección se inspira en los Jardines de Versalles y apuesta por el estampado Paisley para alegrar sus prendas.