¡Soprendente! Anya Taylor-Joy tiene un vestido de Dior pero no tiene casa
- La actriz de Gambito de Dama se considera una nómada de ciudad y cuando no trabaja visita a su familia y amigos
- Es portada de Vogue España, y se siente feliz en este país: su abuela vive en Zaragoza y ella adora Asturias y Barcelona
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Anya Taylor-Joy es la estrella del momento, arrasa en el cine y la televisión, en las alfombras rojas y en la moda. Todas las firmas de lujo quieren vestirla, porque brilla con luz propia y todo le queda bien, tanto los vestidos más rompedores como los más clásicos. Lo defiende todo y ha quedado claro en la alfombra roja de los Premios Emmy con su fabuloso Dior, un vestido que conecta con el glamur del dorado Hollywood. Pocos saben el secreto, y es antes de ser actriz fue modelo. "Desde el primer día en que llegué a la agencia de modelos fui clara, y les dije que yo lo que quería era ser actriz", revela en la charla que mantiene con Vogue España.
Recuerda sus inicios en el cine, cuando rodó La bruja. Fue en 2014 y hoy, tan solo siete años después, es una de las actrices más reclamadas. "En muchos momentos de mi vida, a no ser que estuviera con animales o leyendo, me había parecido que no encajaba, pero albergaba la esperanza de que hubiera algún sitio en el que pudiese contribuir a algo. Mi primer día en el set fue como volver a casa. Recuerdo que pensé: ¡Por fin estoy aquí, este es el lugar al que pertenezco!".
Al principio se sentía insegura, casi como una intrusa. "Sentía que me faltaba algo, que no sabía actuar. Observaba la manera de prepararse de mis compañeros, pero ninguno de sus métodos me funcionaba. Después de La bruja me di cuenta de que los personajes son reales y lo que me hacía falta era pasar tiempo con ellos y conocerlos, igual que harías con un amigo".
Amor por sus personajes
Dice que se enamora de sus personajes, y que le cuesta desprenderse de ellos una vez terminado el rodaje. "Me resulta muy doloroso dejar ir a los personajes. Incluso si no me gustan mucho, al final es difícil porque paso más tiempo siendo ellos que yo misma. Al terminar Emma y empezar Última noche en el Soho, tenía perfectamente planeado cómo lo iba a hacer: me permitiría llorar dos horas, desde que me subiese en el coche hasta llegar al hotel, comería un bol de espaguetis, me bañaría y dormiría diez horas. Cuando despertase sería una nueva persona. Debía ser así, de lo contrario no funcionaría. No podía amanecer siendo Emma cuando estaba intentando darle vida a un nuevo personaje. Digamos que llevé a cabo un duelo, dándome tiempo para sentirlo".
El éxito de Gambito de dama
Le pasó también con Beth Harmon, la virtuosa del ajedrez que hizo de Gambito de dama una serie de éxito, con más de 62 millones de espectadores. "Lo que me parece más surrealista es que era un proyecto de pasión para todos los que participamos. Scott, el director, me dijo al final del rodaje lo satisfecho que estaba y lo poco que le importaba la cantidad de gente que lo viese. Habíamos hecho algo que nos gustaba de verdad, y ni se nos pasaba por la cabeza la reacción del público. Probablemente, es la cosa más personal en la que he participado nunca, jamás había conectado tanto con un personaje como con Beth Harmon".
Conexión con España
Parece que todas las estrellas tienen casas alucinantes que enseñan en las revistas. Pero no es su caso. Anya Taylor-Joy es casi una nómada de ciudad. "Entre película y película, si tengo tiempo voy a visitar a alguna persona con la que quiera estar. Tengo muchos amigos entre Nueva York, Londres y Los Ángeles. Mis vacaciones preferidas, el sitio al que siempre me apetece regresar, es mi casita de la infancia en Argentina. Ahí es donde suelo pasar las Navidades, con la gente que me conoce desde pequeña. Y también a España: mi abuela vive en Zaragoza, y me encantan Asturias y Barcelona". Tiene pendientes de estreno cinco películas, entre ellas la que rodó con David O. Russell, con Robert de Niro, Christian Bale, Margot Robbie... Hace meses se filtraron algunas imágenes y se ve a una Aya Taylor-Joy sexy y, por supuesto, elegante y radiante.