Mioclonías, ensoñaciones y sobresaltos del sueño
- Un 70 % de la población tiene estas sacudidas nocturnas alguna vez en la vida, según el Instituto Europeo del Sueño
- Contamos con el testimonio del doctor Javier Puertas, vicepresidente de la Sociedad Española de Sueño
- "Pueden adoptar formas diversas, desde una sensación de ingravidez en el vacío a inmovilidad absoluta", ha asegurado
Durante el sueño poco profundo, en ocasiones, hay sensaciones repentinas de caída libre, espasmos de sobresalto o parálisis muscular mientras duermes. Un 70 % de la población tiene estas sacudidas nocturnas alguna vez en la vida, según el Instituto Europeo del Sueño. Son las llamadas mioclonías del sueño.
¿En qué consisten las mioclonías del sueño?
"El control del tono muscular es distinto de cuando estamos despiertos a cuando estamos dormidos. La transición de un estado a otro puede ser suave o una especie de sacudida si hay un despertar brusco", explica el doctor Javier Puertas, vicepresidente de la Sociedad Española de Sueño (SES) y jefe del Servicio de la Unidad de Sueño en el Hospital Universitario de la Ribera de Alzira (Valencia).
Estos despertares suelen ser inofensivos, pero muy desconcertantes. Como explica el doctor Puertas "pueden adoptar formas diversas, desde una sensación de ingravidez en el vacío a inmovilidad absoluta. Esta parálisis fisiológica ocurre en la fase REM del sueño".
En este período puede haber también una percepción alterada, "es la fase de las ensoñaciones, a veces hay alucinaciones visuales o sensación de que hay alguien en la habitación o de que te tocan". Esta transición del sueño a la vigilia suele estar dotada de componentes oníricos.
La "parálisis del sueño" no es una enfermedad
Cuando ocurre esta conocida "parálisis del sueño" de forma aislada no es una enfermedad. Como explica el doctor Puertas, "tan solo si ocurre varias veces en la noche o frecuentemente y acompañada con otras alteraciones del sueño, como la narcolepsia, si habría que tratarla". Algunas investigaciones sugieren que se trata de un sistema de defensa de nuestro organismo que se mantiene alerta mientras dormimos.
Las mioclonías se originan en el sistema nervioso central y se manifiestan en las extremidades o torso. Entre las sacudidas involuntarias también se engloban el hipo o las provocadas por la ansiedad o el ejercicio. No hay que confundir este tipo de sacudidas nocturnas mioclónicas, breves y rápidas, no peligrosas, con los espasmos que ocurren en una crisis epiléptica. Los investigadores ya han comprobado estas diferencias con electroencefalogramas y electromiogramas. Así estudian si esos temblores son indicadores de un trastorno neurológico como la epilepsia, el Parkinson o una enfermedad metabólica, y si interfieren en la vida diaria, el habla o la marcha.