Eduard Fernández: "Nadie puede estar en contra de salvar una vida humana"
- Dirigida por Marcel Barrena, la cinta narra la fundación de la ONG Open Arms
- Mediterráneo (2021) se estrena esta noche en el Festival de San Sebastián
- Con Dani Rovira, Eduard Fernández y Anna Castillo, el 1 de octubre en cines
Si los que pisan tierra sobre seguro se guiasen por la ley del mar, el Mediterráneo no se hubiera convertido en una tumba. Eso piensa el actor Eduard Fernández, un lobo de mar dentro y fuera de la gran pantalla. El hombre de las mil caras ha llegado al 69 Festival de San Sebastián para presentar la película Mediterráneo (2021), la cinta participada por RTVE que narra la incréible historia de Oscar Camps, el fundador de Open Arms al que Eduard da vida.
Dirigida por Marcel Barrena (100 metros, Món petit), Mediterráneo nos lleva hasta el otoño de 2015 para recuperar una de las instántaneas más desgarradoras de los últimos años, la muerte de Aylan, un niño sirio que apareció ahogado a orillas del mar cuando trataba de alcanzar suelo europeo.
Una imagen que sacudió al mundo y a Oscar Camps
Aquella imagen sacudió por dentro a Oscar Camps, originando, meses después, la creación de una de las ONG más importantes en el rescate en alta mar. "Fue una imagen terrible. Creo que aquella foto removió mucho a la gente y es lo que se pretende también con esta película, seguir el rastro de aquella imagen, ser consecuentes con la emoción que eso despierta, entender que hay detrás", explica Eduard.
Eso fue lo que llevó a Camps, entonces un simple socorrista, hasta la isla griega de Lesbos. Un lugar en el que descubrió la sobrecogedora realidad de la crisis de refugidos: cada día miles de personas arriesgan sus vidas en el mar y muchos morían sin que nadie ejerza labores de rescate. "Cuando ver algo así no hay vuelta atrás", explica el propio Camps, que también ha acudido a Donostia a presentar la película. Junto a su compañero y amigo Gerard Canals, al que da vida Dani Rovira, Camps comenzó a hacer labores del salvamento, intentando salvar cuantas vidas pudiese.
Barrena tuvo muy claro desde el principio que esta historia debía contarse. Una idea que propuso a Dani Rovira, con quien entonces estaba rodando la película 100 metros (2016). "Lo vimos claro desde el primer momento", cuenta el director. Pero los problemas de salud del actor y, después, la pandemia, retrasaron el proyecto. En un principio también plantearon la opción de hacerlo como documental, pero después descartaron la idea. "La ficcion no tiene fronteras", explica Barrena.
Aunque toda ficción documental se apoya en grandes verdades. La de Mediterráneo se apoyan en un profundo trabajo de documentación, en los que los productores y el director trabajaron codo a codo con el equipo de Open Arms. También en el apoyo y en los testimonios de quienes vivieron aquel drama en primera persona. El realismo y la verdad que transmiten las imágenes de los rescate que se ven en la película es fruto del trabajo con mil refugiados reales de los campos en Grecia. "Insistí en que tenían que ser ellos y aunque nos advirtieron de que podian desarrrollar traumas, la realidad es que gracias a sus relatos crearon memoria, se sintieron honrados de poder contar su historia. Eso da a la peli un alma única", añade Barrena.
Desde su fundación, en 2015, Open Arms ha rescatado a 62.000 de morir ahogadas, pero hay quien cree que estas acciones solo sirven para provocar un efecto llamada. "Entre la gente que tiene preocupaciones sociales y la gente cristiana que hay en este país, somos mayoría absoluta. Y de entre todos ellos, nadie puede estar en contra de salvar una vida humana", defiende el actor catalán. "Y si hay alguien que duda, creo sinceramente que si a esa persona la pones en la situación de salvar a alguien, no lo dudaría. Atendamos a eso y no a politiqueos que no es sobre lo que trata la pelicula", defiende Eduard Fernández.
El rodaje el alta mar también suponía dificultades. "Tuvimos un par de semanas de rodaje de mucha agua", cuenta Anna Castillo que en la película se mete en la piel de Esther Camps, la hija de Oscar Camps. "Fue incómodo, pásabamos horas mojados, el neopreno pegado, pero después de ver que esa era la realidad diaría de los voluntarios de Open Arms, me parecería mal que sufrimos en algún momento", cuenta la actriz, que sin embargo sí admite que sufrío mal de tierra y grandes mareos.
Eduard lo vivió de otra manera. Este lobo de mar asegura que siempre ha disfrutado del agua y reconoce que madrugaba antes de los rodajes para poder nadar. "Era muy feliz, aunque es verdad que hay dificultades técnicas, pero no queda otra que adaptarse al mar, era mucho más jodido para los figurantes que debían estar horas en el agua", comenta.
Tras su presentación en el Festival de San Sebastián, Mediterráneo (2021) podrá verse en cines desde el 1 de octubre.