Cuál es el mejor aceite para cada uso en la cocina
- Es parte de nuestra alimentación diaria por lo que es importante tomar una buena decisión
- Te contamos qué nos aporta el aceite de oliva, nuestro “oro verde"
- Todos los consejos de salud del programa, en nuestra web
Es sin duda uno de los ingredientes fundamentales de nuestra cultura gastronómica y está presente diariamente en nuestra mesa, por eso es tan importante saber cuál es el mejor aceite para cada uso en la cocina. En este artículo vamos a ofreceros la información necesaria para tomar una decisión adecuada y a repasar si el aceite de oliva es el mejor, indiscutiblemente, para todos los casos y métodos de cocinado.
¿El color da una pista de su calidad?
En realidad no es un indicador de si el aceite que tenemos delante es más o menos saludable. Más bien nos da una pista de la fuente de ese aceite, el fruto del que se ha obtenido y la concentración de ciertos elementos como por ejemplo la clorofila, que va a hacer que tenga un tono más verdoso o más claro.
Por ejemplo en el caso del aceite de oliva virgen extra debemos fijarnos en la información de su etiquetado, no en el tono que tenga. Que sea virgen extra significa que se ha obtenido a través de procesos de prensado mecánico y en frío, por lo que conservará mucho mejor todas sus cualidades nutricionales: Tiene un nivel más alto de vitamina E, antioxidantes… Por eso este aceite es el mejor para usar en crudo, por ejemplo para aliñar ensaladas o para acompañar una tostada.
Por otra parte, el aceite de oliva “a secas” se ha obtenido a través de un proceso de refinado que sí que empeora sus propiedades nutricionales. Para compensar esto, la industria lo mezcla con aceite de oliva virgen extra que hace que su tono sea más oscuro y su aroma más parecido. En cualquier caso es un producto menos interesante y, aunque sean más caras, siempre que nos lo podamos permitir es mejor recurrir a las alternativas virgen extra.
Entonces, ¿qué pasa con las opciones que son más económicas?
El aceite de girasol se obtiene de su semilla y su composición principal es grasa, al igual que el aceite de oliva, y por lo tanto su aporte energético es prácticamente similar. La principal diferencia radica en el tipo de grasa que contiene: mientras que en el aceite de girasol los ácidos grasos son poliinsaturados en el aceite de oliva son monoinsaturados. Para producir la variedad de aceite de girasol alto oleico se selecciona una variedad de semillas cuya composición en ácido oleico, también conocido como omega-9, es muy alta. Por lo que el producto final resulta mucho más interesante que el aceite de girasol refinado y tiene incluso algunas características parecidas al aceite de oliva.
Entonces, ¿cuál es el mejor aceite para freír? En realidad no importa demasiado cuál utilicemos. Lo que tenemos que tener en cuenta es que el aceite de girasol es más sensible a las altas temperaturas por lo que solo deberíamos usarlo una única vez. Por otra parte el aceite de oliva aguanta hasta tres frituras pero esto no debe incitarnos a abusar de este tipo de cocinado. Las frituras, cuantas menos, mejor.
Y respecto a otras opciones como el aceite de maíz, que a veces podemos encontrar en el supermercado como “aceite para freír”, la recomendación es la misma: mejor no recurrir a este tipo de cocinado. Lo mejor para nuestra salud es priorizar siempre el aceite de oliva virgen extra y consumir el aceite en crudo, o en su defecto, recurrir a métodos de cocinado que utilicen poca cantidad.