Carminho: "El fado es más bonito cuando es triste"
- De fado, música y sentimiento hemos charlado con la artista portuguesa en Tarde lo que tarde
- Recordamos sus orígenes, repasamos su trayectoria y nos detenemos en algunos de sus éxitos
Su nombre completo es Maria do Carmo de Carvalho Rebelo de Andrade, es portuguesa, derrocha tradición y sentimiento. Y todo a través de un lenguaje único: el del fado. Ella es Carminho y nos ha visitado en Tarde lo que tarde donde nos ha contado un montón de curiosidades del fado, anécdotas y con la que hemos repasado algunos de los grandes momentos de su carrera.
"El fado es más bonito cuando es triste porque yo pienso que es una manera de interpretar las cosas, los sentimientos, las emociones de una forma bastante profunda, pero, a veces también muy sencilla porque habla de la vida normal de las personas. Cuando es más sentido y cuando es más bonito es cuando es un poco triste".
El fado es la expresión más común para denominar la música portuguesa. Un tipo de música con el que se canta y se expresa tristeza, así como las diferentes andanzas de la vida, que fue creado por la gente humilde: "Empezó por ser algo necesario y sigue siendo. Yo siento que los fadistas verdaderos tienen una urgencia de permanecer en el fado, de volver a la casa de fados y de escuchar, no solamente cantar, cantar, si no escuchar también los otros. Y después se transformó en una expresión artística, pero al principio parece que era una supervivencia", explica la artista.
"O menino e a cidade" es un tema que pertenece a su último álbum publicado, 'Maria', y que habla de la dificultad que hay en crecer: "Cuando tú tienes que crecer, hay un dolor muy grande. Al mismo tiempo, si no creces, tal vez no lo vivas enteramente, porque vas a depender de otra persona o de otra cosa. Tienes que ser tú misma e independiente para conquistar tu propia vida. Pero ese paso de dejar de ser una una niña y crecer es muy doloroso".
'Maria' fue publicado en 2018 y en él la artista viaja por la memoria y le canta a sus recuerdos de la infancia. "Fue una búsqueda por estas memorias más antiguas y fui a encontrarme conmigo de pequeña, con mi padre escuchando a mi madre y los instrumentos en casa. Mi madre, que también es cantante, echaba mucho de menos cantar y juntaba a sus amigos y hacía sus noches en casa de fado. Y yo con dos, tres o cuatro años tuve la oportunidad, que es raro, escuchar el fado en vivo", nos cuenta. "Entonces, la grabación del disco fue para mantener esta emoción".
Un género que le acompaña desde la infancia
Carminho comenzó a escuchar y cantar fado desde bien pequeña. Ahora, a sus treinta y siete años es toda una estrella del fado. Pero, ¿cómo ha evolucionado este género de tanta tradición sin perder la esencia? Del proceso, evolución y experiencia personal nos ha hablado Carminho: "Es un desafío hacerlo, pero se puede hacer. Existen los puristas que son muy aburridos y que dicen verdades verdaderas que no nos gusta escuchar y, al mismo tiempo, tienen que existir aquellos que hacen cosas que digan "han violado" el fado. Yo no tengo la pretensión de cambiar el fado. Mi juventud y mi experiencia va a atraer alguna cosa de mi generación al fado, pero no tengo la intención de cambiarlo porque no creo que una persona sola pueda cambiar doscientos años. Es un proceso dinámico, constante, vivo".
Y, aunque algunos en España ya sabían quién era Carminho, en nuestro país no llegó a ocupar el número uno de las listas musicales hasta la llegada de 'Perdóname' con Pablo Alborán. "A mí me encanta hablar en español, cantar en español. Me encanta poder expresarme en una lengua diferente, poder estar contigo, hablar tu lengua y poder leer a un escritor en su propia lengua. Es raro y solamente en español lo hago", nos confiesa. "Y por eso, como había tanta amistad, tanta empatía con Pablo y me dio luego un amor tan grande, fue muy fácil, fue muy natural, estaba cantando como si fuera en mi lengua".
"El fado nunca es igual"
Parece inevitable, pero en España, al escuchar fado, nos transportamos directamente al flamenco. Será por eso, o tal vez no, pero resulta realmente sencillo conectar con el fado. "Es una música que vive mucho del momento y del sentimiento que le pones. Por eso hay mucho de improviso, nunca es igual y las personas sienten que están viviendo algo emocional realmente presente. No es una réplica de algo que se creó en el estudio o en algún momento y que vas a reproducir como en la pop. Con el fado es diferente. Estás escuchando y, aunque no entiendas las palabras, entiendes que está ahí la emoción".