Cinco curiosidades de Antonio Buero Vallejo
- Se cumplen 105 años del nacimiento del dramaturgo español, nacido en 1916
- Te traemos algunos aspectos de su vida que puede que no conozcas
Fue uno de los dramaturgos más importantes y galardonados de nuestro país, ya que recibió tres de los mayores reconocimientos de las artes españolas: el Premio Nacional de Teatro (1980), el Cervantes (1986) y el Premio Nacional de las Letras (1996). Antonio Buero Vallejo nació un 29 de septiembre de 1916 en Guadalajara.
Apasionado desde pequeño del teatro, nos dejó como legado diversas obras ya consideradas emblemáticas que son representadas con por actores y actrices de todo el mundo. Grandes obras como su conocida Historia de una escalera (1947), uno de los textos teatrales más importantes del siglo XX, o La tejedora de sueños (1952).
En el aniversario de su nacimiento descubrimos varios aspectos de su vida que no son tan conocidos o comentados cuando hablamos de su biografía. Cinco curiosidades que quizás no conozcas.
1. Una tragedia familiar
Antonio Buero Vallejo se casó con la actriz madrileña Victoria Rodríguez en 1959 y tuvieron dos hijos, Carlos y Enrique. El menor de ellos, Enrique, falleció en 1986 con solo 25 años y esta tragedia marcó al dramaturgo de por vida. A él le dedicó su obra Lázaro en el laberinto, estrenada en 1986, el mismo año que recibió el Cervantes por su trayectoria.
2. Prisionero en un campo de concentración
Era un gran interesado por la política española y llegó a afiliarse al Partido Comunista Español durante el estallido de la Guerra Civil. Esto hizo que, debido a la represión y persecución que sufrían los seguidores comunistas, le arrestaran y le enviaran al campo de concentración de Soneja (Comunidad Valenciana). Allí permaneció un tiempo hasta logró salir tras prometer que se presentaría ante la policía periódicamente, promesa que finalmente no cumplió.
3. Un hombre con aficiones curiosas
Era sin duda todo un maestro del teatro y de las letras en general pero también es conocida su pasión desde la infancia por la pintura y el dibujo. Dos aspectos desconocidos de su vida son su pasión por el yoga y la ufología u ovnilogía, el estudio de los fenómenos extraterrestres mediante el análisis de fotografías, vídeos y testimonios de avistamientos. Y tal era su gusto por el yoga, que llegó a pasar su tiempo libre dibujando asanas o posturas de esta disciplina hinduista.
4. Condenado a pena de muerte
En 1939, tras terminar la Guerra Civil y resultar victoriosas las tropas franquistas, fue detenido por adhesión a la rebelión y condenado a pena de muerte por fusilación. Por suerte pudo librarse y le indultaron de morir fusilado, pero convirtieron su pena en una de cárcel por un periodo de 30 años. Después de pasar por diferentes penales del país fue liberado en 1946 y recuperó su libertad. Su tiempo encarcelado le marcó y también le sirvió para escribir muchos textos y obras que utilizó más adelante en su trayectoria.
5. Vicente Soto, uno de sus mejores amigos
La amistad entre el escritor y el dramaturgo se fue fraguando poco a poco a lo largo de los años 40 en adelante y duró hasta la muerte de Buero Vallejo en el año 2000. Pero lo curioso es que era una amistad prácticamente desconocida, ya que se comunicaban mediante cartas y pocos eran los que sabían de su existencia. Unas cartas que se enviaron en los más de 50 años de amistad en las que se confesaban todo y se mostraban más vulnerables que con cualquier otra persona. Reflexiones, observaciones y crónicas de lo que estaban viviendo son un material clave que dejaron como legado para entender los entresijos de la literatura de mediados del siglo XX.