Desmontamos mitos y bulos sobre la salud con Fernando Fabiani
- El doctor Fernando Fabiani nos visita en Tarde lo que tarde para hablarnos de los muchos mitos que nos desmonta en su libro '¿Te puedo hablar claro?'
- Mitos y bulos en torno al coronavirus y aspectos tan frecuentes de la vida cotidiana que ya casi hemos interiorizado
'¿Te puedo hablar claro?' es la edición actualizada del libro de Fernando Fabiani en el que nos desmonta mitos y falsas creencias relacionadas con la salud, tan enraizadas en la cultura popular que, a veces, no se nos ocurre ponerlas en tela de juicio. ¿Cuántas veces te han dicho que leer a oscuras perjudica la vista? ¿Para el lumbago, reposo? ¿No es bueno beber leche? Son solo algunas de ellas. De todo ello nos habla hoy en Tarde lo que tarde.
"Yo creo que la mayoría de las cosas importantes, se merecen ser tratadas con sentido del humor. Primero, porque es una forma de aprender y de descubrir con una sonrisa, que siempre es bueno. Y segundo, porque yo creo que cuando alguien se ve reflejado en algo que hace mal y se ve reflejado riéndose de uno mismo, está en la posición perfecta para corregirlo".
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En esta edición del libro, nos encontramos mitos sobre multitud de temas, como los primeros auxilios o los inevitables "corona-mitos" que denomina Fabiani: "Ha sido tremendo. Además, han corrido con esa herramienta que tenemos tan potente en las manos que son las redes sociales, los grupos de WhatsApp... Y han corrido auténticas barbaridades". Tanto, que se ha llegado a decir, por ejemplo, que beber alcohol es bueno para evitar el contagio de coronavirus. "No tenemos una bebida alcohólica en nuestro país que no tenga un pretendido uso para la salud", asegura con humor Fernando.
"El coronavirus puede matarse con un secador de manos" es otra de las tantas premisas que recoge el autor. "Se llegó a decir eso y, también, inhalando vapor de agua. Aquello fue brutal y no tiene absolutamente ninguna base científica. Yo creo que queremos pensar que con este tipo de mitos, la gente le dio poca credibilidad. Pero recibí, además de los bulos, consultas de amigos que me preguntaban si era cierto". Eso sí, asegura que una de las grandes beneficiadas de todo esto ha sido nada más y nada menos que la lejía: "Ha visto su reputación venir arriba. La lejía, que la teníamos abandonada, aislada, ha dado un golpe en la mesa y ha dicho "se acabó, el que vale soy yo". De la que también, por supuesto, se han escuchado auténticas barbaridades en esta pandemia.
Otro bulo del que nos ha hablado Fernando Fabiani en el programa es el que hay en torno a las mascarillas quirúrjicas. En alguna ocasión hemos podido escuchar que el uso prolongado de este tipo de mascarillas provoca intoxicación por CO2 y falta de oxígeno. "La mascarilla está hecha para filtrar partículas, que son los virus en este caso, y también para filtrar bacterias. No filtra el paso de oxígeno. Otra cosa es que en algún momento yo me pueda agobiar. Pero una cosa es agobiar y otra asfixiar", aclara. "Pero no te intoxicas por tu propio CO2, ni tampoco te falta el oxígeno".
Nada se arregla a golpes
¿Se estropea la televisión? Golpe. ¿Alguien tosiendo? Golpe en la espalda. Algo que ya es mítico. Y, sorprendentemente, no funciona. El experto nos explica en qué casos es necesario y en cuáles no sirve de nada. "Una cosa es que una persona se atragante de verdad, y atragantarse es obstrucción de las vías respiratorias, o sea, se me queda atascado un trozo de carne, el bocadillo y no puedo respirar. Vale, eso es una cosa", explica. "Y otra cosa es que se me va agua por el otro lado y te empiezan a dar golpes en la espalda. Y no pasa nada, no hace falta que me den golpes. Ese golpe como yo digo es de cariño, de "estoy aquí y te acompaño". Es decir, un golpe sin utilidad.
Sin embargo, ante un atragantamiento real, lo más eficaz, nos asegura, es toser para expulsar ese cuerpo extraño. Si no podemos toser y hay alguien con nosotros, esa persona que está ahí con nosotros sí que tiene que proporcionarnos fuertes golpes en el centro de la espalda para ayudarnos a echarlo.
"Si pica, está sanando"
Cuántas veces hemos escuchado e incluso dicho que si algo nos pica, es porque se está curando. Falso. Es muy útil para zanjar una conversación y dejar tranquilo al de al lado, pero sin más. Fernando Fabiani nos lo deja claro: "Es cierto que, a veces, una pequeña herida en el proceso normal de cicatrización puede picar un poco. Y esta podría ser la base de cierta realidad. Pero se acabó. Una herida que se está infectando puede empezar a picar y picar mucho. Y del pico pasar al dolor. Luego, no siempre".
Y, por supuesto, si nos vamos de las heridas, cualquier otra cosa que nos pique "normalmente no es que esté sanando. Entonces lo de "si pica es que está sanando", mire usted, no. Además, argumento también que se utilizaba cuando te echaban alcohol. Te hacías una herida y te echaban alcohol y eso picaba porque te estaba quemando la mucosa. De hecho, a día de hoy sabemos que no se recomienda echar alcohol".
"Dos litros de agua obligatorios"
¿Eres de lo que tiene la botella de agua al lado siempre para beber aunque sea sin sed? Fabiani lo tiene claro. Si tenemos sed y nos lo pide el cuerpo, debemos beber. "Beber agua nunca es malo. Es decir, lo malo es sustituir el agua por otra cosa, quiero decir, lo malo es que la persona en lugar de agua, calme la sed con refrescos bebidas azucaradas, con alcohol... Agua lo que necesitemos. Lo que sí es importante: bebamos si nos lo dice nuestra sed. Curiosamente nos quieren decir que aunque no tengas sed, bebe dos litros de agua al día obligatorio. Bebe según te dicte tu sed. ¿Tienes sed? Bebe. ¿No tienes sed? No bebas".
Además, nos recuerda que en muchos de los alimentos que ingerimos al día, como la fruta, una sopa o el gazpacho, están llenos de agua. Y ese agua también cuenta.
Estas son solo algunos de los mitos que hemos escuchado millones de veces y que Fernando Fabiani nos desmonta en su libro. Si te has quedado con ganas de más, puedes descubrirlos todos en '¿Te puedo hablar claro?'.