¿Son nacionales estos piñones?
- La entrada de piñón barato de China y Rusia al mercado español ha supuesto un grave daño para el sector
- El causante de la subida de precio del piñón nacional tiene nombre: chinche americana de las piñas
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Llega el otoño, caen las hojas de los árboles y aparecen algunos de los frutos secos más sabrosos del año. Los piñones, que dan vida a dulces tan otoñales como los panellets, son unos de los protagonistas de la temporada. Sin embargo, en las últimas dos décadas el precio de los piñones nacionales ha alcanzado cuotas estratosféricas para horror de todos los que apreciamos un buen piñón. Además, la competencia del piñón extranjero tiene el sector realmente abatido. ¿Por qué?
Cabe partir de la idea que los piñones son un fruto difícil de obtener. Solo hay que pensar en la protección que les da la piña y su dura cáscara. “Hay mucha maquinaria involucrada y la elaboración es cara”, comenta Maria Àngels Cortal, segunda generación de Fruits Secs Cortal, de Navata, en el Alt Empordà. “Primero lavamos las aguas en agua caliente y las hacemos pasar por una máquina que las rompe. Unos cedazos criban la cáscara, los piñones de distinto tamaño y el polvo. Otra máquina les quita la humedad y una última los lanza contra una superficie para así romper su cáscara para obtener el fruto”.
Y todavía su procesado no termina aquí. “Los volvemos a lavar y a secar, los pasamos dos veces por una máquina que los separa por colores. Y ahora, como existe este insecto, algunos piñones están algo comidos, así que tenemos que repasar una parte a mano, lo que nos da muchos dolores de cabeza. Finalmente, los envasamos”.
¿Casi nada, no? Por si fuera poco complicado, a esta historia se le añade un fatal protagonista, el responsable de que el precio de los piñones haya subido de 14€ el kilo en 2002 hasta casi los 100€ del año pasado: Leptoglossus occidentalis, la chinche americana del pino y de las piñas.
Este insecto es un auténtico devorador de piñones que llega a dejar piñas enteras sin ni un piñón. “Hemos llegado a comprar, una vez, camiones de piñas en las que el 60% de piñones estaban vacíos de piñones. Todo empezó hacia el 2008, y en 2009 fue fatal, pero 2014 y 2015 fueron un auténtico desastre. Han cerrado muchas empresas en toda España. Estamos trabajando solamente un 30% de lo que trabájamos”, comenta Cortal.
Es difícil predecir cómo será este año 2021: solamente en noviembre, cuando empiece la recolección y el procesado y se abran las piñas, podrá saberse si la chinche ha engullido a destajo el preciado fruto.
¿Cómo reconocer un piñón nacional a simple vista?
Para terminar de rematar al sector, los competidores chinos, rusos y turcos han rebentado el mercado con su bajo precio que tientan con facilidad el bolsillo de todos. Cortal comenta que hay una principal diferencia en cuanto a su forma: “mientras que nuestro piñón es alargado, el chino es redondo, el ruso es muy pequeñito y el pakistaní es más amarillo y algo rectangular.
"El piñón turco es muy similar al nuestro, pero la calidad de sus sabor es irregular”, comenta Maria Àngels Cortal. Para salir de dudas, revisa la información en la etiqueta o pregunta a tu tendero por el origen del piñón.
Motivos para consumir piñón nacional
Pero, a pesar de todo y en la medida de las posibilidades de cada uno, el consumo de piñón nacional es interesante por estas razones:
–Sabor: el piñón nacional es mucho más sabroso que sus competidores. Además, permite ese suave tostado que resalta su sabor, a diferencia de, por ejemplo, el piñón chino.
–Economía: aunque cuesta más caro por distintos motivos, la compra del piñón nacional favorece la economía local.
–Manipulación: mientras que el piñón nacional se manipula bajo los estándares de la estricta legislación europea, los productores de piñones extranjeros se adhieren a las normativas propias de cada país.
–Ecología: consumir productos de nuestro territorio genera mucha menos huella de carbono que si compramos aquello que se produce a miles de kilómetros de nuestras casas.