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Lazos de sangre

Gila, buen humorista, pero padre ausente: no quiso reconocer a su hija

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Lazos de sangre - Miguel Gila, un padre ausente

Gila era un grandísimo humorista y todo el mundo le conoce por ello, sus sketches del soldado le llevaron a la fama, pero en su vida personal era un completo desastre. Fue un padre descuidado, poco atento y ausente con sus hijos Miguel y Carmen, a la que nunca quiso reconocer como tal. Destacó por su gran sentido del humor, pero también por sus cualidades como dibujante de viñetas o como actor, todo un artista polivalente que no supo gestionar su fortuna y acabó arruinado, tanto que no pudo pagar su propio funeral. Este ha sido uno de los muchos datos que hemos conocido en el documental que Lazos de sangre dedica al artista, al igual que su faceta como padre, una de sus asignaturas pendientes.

La favorita pero no reconocida

Su fama y su éxito en España le hacían acudir cada año a la fiesta de cumpleaños de Carmen Polo, la esposa del dictador Francisco Franco, que era una gran fan del humorista; sin embargo, eso no le salvó de ser un padre pésimo para su hija, Carmen Gila Visuerte. Era su segunda hija, fruto de su relación con Carmen Visuerte, pero a pesar de que sí reconoció al primogénito, Miguel Gila, Carmen no tuvo tanta suerte. Para ella todavía es difícil entender qué sucedió: «En mi partida de nacimiento y en la inscripción mía pone: "Nombre de la madre: Carmen Visuerte Jiménez. Nombre del padre y una raya"», explica Carmen Gila, algo que le duele todavía recordar y que le parece "muy cruel".

No lo entiende porque sabe que ella era su favorita, igual que lo dice su hermano Miguel: «Yo creo que su favorita era mi hermana». La llamaba "la consentida", y en cierto modo lo era: ella fue su ojito derecho y le daba todo lo que pedía, excepto su apellido. Le negó durante toda la vida el derecho a apellidarse Gila. «No fui reconocida, pero sí querida», dice en una ocasión Carmen al hablar de su padre.

Carmen no oculta lo que siente: «Hay que decir la verdad, para mí no fue un buen padre». Ella tiene muy claro que su padre nunca ejerció de verdad como tal, la consintió en más de una ocasión, pero nunca estuvo en el día a día, faltó en los momentos importantes y eso ya no se puede olvidar.

Después de que Gila huyese a Argentina para poder vivir su nuevo e ilegal amor con María Dolores Cabo, todo se complicó, le enviaba cartas con frecuencia donde se podía ver todo el amor que sentían el uno por el otro y cada vez que podía les visitaba, pero era prácticamente imposible que se encontrasen en España porque por aquel entonces la situación de Gila se consideraba delito.

La demanda que lo complicó todo

Fue mucho más tarde cuando Carmen decidió poner una demanda de paternidad. Miguel Gila ya había vuelto con María Dolores Cabo a España, se habían casado y había tenido una tercera hija. Hizo una aparición en televisión que dolió mucho a sus hijos mayores, como reconoce el primogénito: «Mi padre hizo unas declaraciones en las que decía que Malena era su única hija y ahí fue cuando mi hermana, que le había dejado tranquilo toda la vida, saltó y le denunció».

Ella no buscaba ninguna compensación económica, solo que los rumores y las burlas hacia ella y sus hijos cesaran, solo necesitaba llevar por fin el apellido que le correspondía. Sin embargo, nada salió como esperaba. La denuncia la interpuso en abril y en julio de ese mismo año el humorista ingresaba de urgencias en el hospital con un fatal desenlace. Carmen no fue bien recibida en la clínica, ni siquiera le daban información sobre su padre: «Llamé cuatro o cinco veces a la Quirón y a mí no me daban información». Pero no solo eso, cuando Gila falleció no le permitieron asistir al funeral.

Miguel Gila y Malena, fueron los únicos hijos presentes, Carmen fue avisada por su mujer por aquel entonces, María Dolores Cabo, de que no era bien recibida. Ya eran conscientes de que Carmen había interpuesto la demanda de paternidad y le culparon de la muerte de su padre, un sentimiento que aún la acompaña veinte años después. Carmen no ha logrado superarlo, y sería normal que le guardase cierto rencor a María Dolores. Cuando le preguntan por su madrastra dice que "era mala persona", y aunque su hermano Miguel le lleva la contraria, ella afirma que siempre actúo de forma muy distinta cuando estaba su padre y cuando se ausentaba. Razones para creer que ella siempre rechazó a los primeros hijos del humorista.

No pudo despedirse de su padre, pero al menos la justicia le dio la razón y consiguió que tanto ella como su madre, Carmen Visuerte, respirasen tranquilas al ver el apellido Gila en su documento de identidad. Ahora lo ve todo de una forma muy distinta: "Ahora me da mucha pena. Podría haber sido inmensamente feliz", sabe que si hubiesen pasado más tiempo juntos, las cosas habrían sido de otra manera. Un final agridulce para alguien que adoró a su padre, que justificó lo injustificable y que siempre le ha defendido a pesar de todo. Mira el documental de Lazos de Sangre sobre Miguel Gila en RTVE Play.