Susana Estrada es musa e icono, pero sobre todo es una mujer que rompió techos de cristal

• La artista fue una mujer inclasificable, que rompió con lo establecido defendiendo su libertad
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• La película Los años desnudos, con Susana Estrada, disponible en RTVE Play hasta el 9 de junio de 2024

Susana Estrada durante una de sus actuaciones en una sala de Madrid en 1978.

En el libro 'Vestidas para hacer historia' que editó Ifema vemos dos fotografías juntas de dos mujeres muy distintas, y sobre todo vestidas de forma muy diferente. Una es la poetisa Carmen Conde, la primera mujer que ingresó en la Real Academia Española: ocupó el sillón K, que antes tuvo Miguel Mihura. Posa junto a una estantería llena de libros. Luce una chaqueta de punto grueso sobre un jersey de punto fino, y como detalle de coquetería lleva atado un pañuelo al cuello. La única piel que vemos es la de sus manos y su rostro. La otra imagen muestra a Susana Estrada en una sala de fiestas de Madrid. Lleva un vestido túnica hecho con tela de malla, un tejido que no tapa nada y permite que se vea todo el cuerpo de la artista. Ambos retratos son de 1978, y son dos ejemplos de dos realidades que convivían esos años en Madrid. Las dos mujeres rompieron techos de cristal: una en el terreno intelectual; la otra, en la sociedad.

Susana Estrada en su etapa de modelo.

Una sociedad compleja que avanzaba con buen ritmo hacia una modernidad, quizá un poco más lenta que lo hacían nuestros vecinos de Europa. Por eso hay que celebrar a Susana Estrada, valorar lo que hizo desde una nueva perspectiva: la del empoderamiento de la mujer. Hablamos de unos años de cambios muy importantes. En 1978 se dan varios hitos sociales: en España se despenalizan el adulterio y el amancebamiento, y meses después las Cortes Españolas aprueban la Constitución.

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Demo y Cracia

Todo el mundo habla de democracia, es la palabra de moda, la que marca los discursos que llegan desde la política, la vida social, la cultura... y en esos años todos estos sectores se mezclaban de una forma inusual. Susana Estrada es más que una artista, es un símbolo de las libertades y no duda en decir en una entrevista que sus pechos se llaman 'Demo' y 'Cracia'. Porque si hablamos de libertad, hablamos de prensa, hablamos de espectáculo, hablamos de cultura.

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Un buen ejemplo es la famosa fotografía de Susana Estrada recogiendo el premio que le dio la revista Pueblo. Fue el 14 de febrero de 1978. Enrique Tierno Galván -el alcalde, el maestro- le hizo entrega del galardón y la chaqueta de la artista se abrió y uno de sus pechos quedó a la vista de todo el mundo. “No me dijo nada de eso, pero ya lo habré desmentido 100 veces. Él se limitó a decirme: ¡Estate tranquila, hija mía, pero tápate! Y yo le contesté: ¡Estoy muy tranquila, profesor!". Este episodio, que ha generado mil versiones, es un símbolo de aquella España, una de las imágenes de la Transición. “No hay que ver solo el pecho, sino un momento que refleja la apertura del país. Hasta la prensa extranjera se hizo eco de la foto, diciendo que por fin la democracia llegaba a España”, le decía Susana Estrada a Valeria Vargas en una entrevista que publicó El País.

Susana Estrada antes de salir al escenario

Modelo, de ropa y de libertad

En ese momento, Susana Estrada tenía 28 años y ya arrastraba la fama de ser la primera vedette en hacer un desnudo integral en un escenario: imitó a Gilda, aunque se quitó todo menos el guante. Llegó a ser consultora de temas sexuales en la revista Play Lady, hizo cine de Destape, grabó discos y era habitual de los programas de Televisión Española. Unos suspiraban por ella, otros se escandalizaban. Fue la primera artista en tener guardaespaldas y, como ella misma recuerda, tuvo que enfrentarse a 14 juicios por escándalo público, le retiraron el pasaporte, no pudo votar hasta 1988.

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Se la llamó 'Diosa del sexo', pero antes tuvo una temporada más 'tranquila': en los años 70 hizo de modelo para El Corte Inglés, posando con naturalidad y una belleza especial. Susana siempre se ha salido de la norma, también con su físico. En 1978 la moda no era moda, empezaba a serlo y solo dirigido a la mujer. En 1978, la Guardia Civil llevaba el mismo uniforme desde 1942, con tricornio y bigote. Los civiles, trajes grises, chaquetas de pana, pantalones acampanados y bigote. Las mujeres llevaban melenas cortas y adornos en el cabello, como broches, pañuelos, diademas. En esos años las tendencias de moda que lanzaban las revistas apostaban por un look recatado, masculino y sencillo. Las mujeres llevaban faldas largas, de cuadros, y camisas de cuello alto que se aferraban al cuello con lazos. Los tejidos eran recios y los colores eran tranquilos. Solo en las prendas de fiesta se abría la puerta, y las faldas, a la fantasía. El mundo del espectáculo iba, por otro lado, era rompedor, transgresor, libre.

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Alzar la voz con el cuerpo

Jerry Hall era una de las modelos más famosas, tanto como Catherine Deneuve en el cine o Donna Summer en la música disco. Bianca Jagger era una gran influencer y una diva del mítico Studio 54. Aquí llegaban las tendencias gracias a programas como Aplauso. José Luis Fradejas y Silvia Tortosa daban paso a los artistas más modernos para que el público moviera el esqueleto. 'La juventud baila' era una sección, pero también un reflejo de lo que pasaba en la calle. Como lo era el propio programa: en 1978 actúan Manolo Escobar y Miguel Bosé, otra vez las dos Españas.

La estética pop/disco se adueñaba de los cantantes españoles y Susana Estrada no huyó de las tendencias. En las radios y televisiones se escuchaba y se veía a Camilo Sexto y Baccara, en el cine se proyectaban Bilbao, El Diputado. Qué hace una chica como tú en un sitio como este, Cartas de amor de una monja... Lola Herrera arrasaba en teatro con Alicia en el país de las maravillas y un año después con la célebre Cinco horas con Mario. Jane Fonda ganaba el Oscar por El regreso e Israel ganaba el Festival de la canción con A-BA- NI- BI, dejando a José Vélez y su 'Bailemos un vals' sin opciones.

Susana Estrada en su etapa de modelo.

Resulta deprimente comprobar que apenas hay libros escritos por mujeres. Sus voces parecen 'acalladas', y en el cine casi ocurre lo mismo, salvo por los trabajos de Pilar Miró y Josefina Molina. Quizá por eso, y esto puede parecer una osadía, Susana Estrada quiso alzar la voz con su cuerpo, desnudarse para reivindicar su libertad. Tuvo a las feministas en contra, pero ella siempre defendió que todo lo hizo para y por los derechos de la mujer. El documental Susana y el sexo, ya disponible en RTVE Play.