María Castro denuncia el trato que reciben las madres lactantes
- La influencer se sintió juzgada al acudir al centro de salud con un problema derivado de la lactancia
- "¿Por qué le das la teta si el bebé ya tiene un año?", el pan de cada día de María y otras mamás
- Hablamos con matronas especialistas en lactancia: "Ese mensaje es del Pleistoceno"
María Castro Jato ha denunciado en sus redes sociales el trato recibido al acudir a su centro de salud con un problema derivado de la lactancia. La actriz se ha convertido en influencer gracias a la honestidad con la que habla de los asuntos del día a día que afectan a todas las mamás que, como ella, tienen que bregar con que les pongan las cosas mucho más difíciles de lo que deberían ser. Opiniones no deseadas, consejos inapropiados y muchos, muchos juicios: parece que el estigma persigue a las madres decidan lo que decidan, especialmente en lo que a la lactancia se refiere.
Ella dio la bienvenida a su segunda hija, Olivia, en octubre del año pasado, y sigue siendo una mamá lactante. Por decisión propia y con el asesoramiento de matronas y consultoras de lactancia, como la profesional Alba Padró, sigue dándole el pecho. Pero, al sufrir lo que debería haberse quedado en un percance, no ha podido evitar compartir con sus seguidores su "sensación de asombro/flipamiento" con los comentarios y los tratamientos recibidos en un centro de atención primaria.
María acudió al hospital con una herida en el pecho
"Ayer os compartí por aquí que tengo una herida en el pecho, porque a veces son problemas que nos atañen a todos. Me mordió Olivia mamando, ya tiene dientes. Ayer descubrí que lo que yo pensaba que era un enrojecimiento era un agujero real", explica. "Así que hablé con Alba Padró, de lactancia, y me dijo que limpiase bien con jabón y demás. Por si acaso, fui al centro de salud a que me mirase un enfermero o un médico, por si había infección y tenía que tomar un antibiótico", relata.
Al entrar y pedir cita en la administración, María recibe la primera opinión indeseada y mal informada por parte del personal: "La chica que me atendió me dijo, lo primero que me dijo: 'bueno, yo te lo digo con cariño, pero realmente no sé para qué le das de mamar si ya tiene un año y ya come de todo, eso ya no le alimentará, sólo saldrá de ahí sabe Dios qué, así que deberías haberlo dejado para que no te mordiera'".
Ella no supo qué contestar: "Me quedé en estado de shock. Igual le tenía que haber dicho que yo no le había preguntado su opinión sobre hasta cuándo tengo que darle de mamar a mi hija, pero la verdad no fui capaz de decir nada, solo pedí la cita porque me quedé planchada".
La limpian con Betadine, completamente desaconsejado
Pero ahí no acaba la cosa para María Castro en el centro de salud: "Entro a la consulta de la enfermera y lo primero que hace es limpiarme la herida con Betadine, lo cual está totalmente desaconsejado para la lactancia materna", cuenta. "Eso es una aberración a día de hoy", confirma Yanira Navarrete, matrona y asesora de lactancia, que explica que el Betadine se absorbe y se escreta por la leche materna y puede alterar la función tiroidea del bebé.
Existen recursos para madres y profesionales, como e-lactancia o LactApp, donde se puede consultar información científica relacionada con la lactancia y despejar dudas respecto a diferentes productos y procedimientos.
Una vulneración del derecho de la paciente
Además de culpar a la madre de una de las consecuencias naturales de la lactancia, que debería ser una decisión libre en la que encontrarse acompañada, este reproche es problemático por dos motivos. Primero, porque tener que explicar en la recepción el motivo de su consulta es una vulneración del derecho de la paciente: "Segun la Ley de Proteccion de Datos y la autonomia del paciente, nosotros no tenemos por que revelar ante un administrativo el motivo de una consulta, aunque con las circunstancias del COVID está siendo cada vez más habitual", explica Marta Hernández, matrona especializada en lactancia. "Los detalles deberías tener que comentárselos sólo al personal sanitario".
¿Es malo dar de mamar a partir del año?
Tanto Marta como Yanira, la respuesta es un rotundo "no". "La OMS, UNICEF, la Asociación Española de Pediatría, cualquier organismo de peso te va a decir lo mismo: los primeros seis meses, lactancia a demanda; hasta el primer año de vida, junto con otros alimentos y, a partir de ahí, todo el tiempo que la madre y el bebé puedan hacerlo", explica Yanira. "A la introducción de otros alimentos se le llama 'alimentación complementaria' porque complementa a la leche, que sigue siendo el alimento principal hasta por lo menos el año de vida". Que en muchas familias deje de emplearse la leche materna a partir del año es un hábito cultural, no una recomendación médica.
Sus hijos han lactado hasta los tres y los tres años y medio, y tiene amigas que han podido mantenerlo incluso hasta los cuatro y los cinco. "La leche materna es perfecta el tiempo que se esté dando, porque es un componente vivo que se va adaptando a las necesidades del niño. La introducción de los alimentos es complementaria a la leche, una adaptación fisiológica progresiva, pero hay que continuar con la lactancia al menos durante los primeros dos años, si es posible. El destete natural humano es entre los cuatro y los siete años, pero en Occidente, después de la revolución industrial, la lactancia ha ido desapareciendo. Culturalmente no está visibilizada y todo el mundo opina, tanto para un lado como para otro", explica Marta.
¿Y por qué está mal visto?
Cada madre es un mundo, y hay opciones disponibles para todas aquellas que no puedan dar de mamar. Pero la evidencia científica demuestra que la leche materna disminuye la morbilidad infantil, protege su sistema inmune y disminuye el riesgo de que padezcan distintas enfermedades, desde alergias hasta patologías autoinmunes.
No obstante, hay motivos culturales por los que hoy en día se encuentra mal visto que las mujeres den de mamar a sus hijos pasada la etapa de recién nacidos. Yanira señala atinadamente la sexualización del pecho femenino: "En una sociedad en la que el pecho femenino es un objeto sexual queda muy mal que un niño mayor siga succionando, por eso es impactante. Pero los pechos de la mujer no son meramente sexuales, son principalmente nutricionales, aunque también sirvan para el placer sexual".
Obtener acompañamiento y consejos especializados
Otra de las cuestiones que molestó a María fue la insistencia de la enfermera en el reposo de su pecho herido: "Me dice que le dé de mamar por el pecho sano y por el insano pues que no le dé, que me saque la leche. Pero Olivia está mamando cuatro o cinco veces cada noche, porque está rabiosa con los dientes, y yo no puedo hacerla esperar y que se ponga a llorar y despierte a toda la casa. Así que me dijo que le diese del bueno todas las veces, pero si produzco mucha leche por un pecho y dejo el otro lleno y sin vaciar, eso es una mastitis asegurada", explica. La matrona de María le ha recomendado vías alternativas para no tener que dejar de dar el pecho herido, como cambiar de postura para que el diente no incida en el mismo sitio, que se ajustan más a sus necesidades particulares.
Para dar un buen trato a una madre lactante, explica Marta Hernández, hay que "valorar, individualizar, estudiar el aspecto de la herida, si es suficiente con dejarla descansar en una de las tomas, poner una pezonera, dejar al aire... pero los consejos hay que adaptarlos, también, a las necesidades de la familia".
¿Dónde conseguir información adecuada?
La solución de María fue pedir cita con la matrona al día siguiente, porque no estaba conforme con la atención recibida. Una solución apropiada, pero con la que no deberíamos conformarnos: "La lactancia materna no es algo de matronas, es un bien de la sociedad. Cualquier profesional sanitario que pueda estar en contacto con mujeres que lactan tiene que saber. Hay que evitar las pautas genéricas, porque la atención es todo lo contrario: sentarte con la mujer, escuchar lo que necesita, entender cuál es el problema real que ella tiene y valorar todos los recursos disponibles".
Aunque hay hospitales que tienen medidas implementadas y están formando a su personal, "no todo el mundo está actualizado, hay mucha desinformacion y mucha creencia en vez de evidencia cientifica. Hay que generar protocolos que unifiquen qué criterios y cómo se trabaja en los hospitales y en los centros de salud, pero aunque tengas formacion hay gente que sigue utilizando sus creencias. Cada vez hay más matronas consultoras, cada vez mas personal sanitario, pero todavia falta mucha informacion", dice Marta.
Para buscar solución a nuestras preguntas y encontrar a los profesionales adecuados, hay recursos disponibles en los ya mencionados e-lactancia o LactApp y en la página web de la Asociación Española de Consultoras Certificadas en Lactancia Materna (IBCLC), el Comité de lactancia de la Asociación Española de Pediatría, IHAN: Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia, La Liga de la Leche o FEDALMA: la Federación Española de Asociaciones pro Lactancia Materna.