Salvando el paraíso: los guardianes que protegen la naturaleza
- Vivir en una reserva de la biosfera implica un extra de compromiso con el medio ambiente
- La actividad humana deja una huella en el ecosistema que en ocasiones puede ser difícil de revertir
- Reduce tu huella, sábados en La2 a las 18:30h | Disponible en RTVE Play y en la web de Ciencia y futuro
La armonía entre el ser humano y la naturaleza es un equilibrio difícil de lograr. Pude verlo con mis propios ojos entre las cumbres de los parques naturales de Asturiascuando grabamos el programa Reduce tu huella. Los paisajes son tan exuberantes que una se siente como mera invitada. Allí la dueña y señora del lugar es ella, la misma madre naturaleza, en su máximo esplendor. Pero incluso este paraíso necesita ser salvado, protegido de nuestro impacto.
Con el fin de potenciar la conciliación entre la actividad humana y el medio ambiente, la Unesco puso en marcha en 1971 la Red Mundial de Reservas de la Biosfera, conformada por 701 reservas en 124 países. Seleccionadas por su interés científico, son hábitats representativos del planeta en los que se protege y conserva la biodiversidad y se potencia el desarrollo económico y humano primando la sostenibilidad.
“Asturias cuenta con el 1% de las reservas de la biosfera del mundo“
Compartí una tarde de paseo a caballo con Gloria Boursa, guía turístico en el Parque Natural de Somiedo, declarado Reserva de la Biosfera en el año 2000. Eran dos asturcones, raza asturiana de montaña caracterizada por ser robusta y noble. Tras un largo rato al paso, tan emocionada estaba de poder montar en semejante paraje, que decidí probar el galope. No debía andar el caballo muy por la labor, cuando acabó tirándome al suelo.
Bioindicadores en alerta roja
Repuesta del golpe y del susto, Gloria me contó que nació y creció en Valle de Lago, una remota aldea de poco más de 100 habitantes situada en el centro de un valle de origen glaciar, donde ahora reside con su familia. Sabe que el agua de los lagos del valle guarda mucha información sobre la salud medioambiental de este remoto paraje.
Me explicó que los anfibios son buenos bioindicadores de la calidad del agua, lo que podríamos llamar chivatos medioambientales. El descenso de su población indica si el equilibrio del ecosistema se está alterando, ya sea por el aumento de la temperatura del agua debido al cambio climático, la contaminación o un desajuste en la población de depredadores. La realidad es que cada vez es más difícil escuchar el croar de las ranas que acompañaba sus ratos de juego junto al agua en su infancia.
La luz roja de otros bioindicadores se ha encendido en diversas zonas de la región. Jorge Rodríguez se aficionó a la pesca siendo niño y ha visto con sus propios ojos el dramático descenso de la población de salmón atlántico en los ríos asturianos. El salmón es muy sensible a las alteraciones del agua. Su desaparición puede ser indicativo de que se están superando los límites del uso sostenible de los recursos, de las alteraciones del hábitat por presas, de la contaminación industrial, del uso intensivo del suelo para agricultura o ganadería, del aumento de especies invasoras e incluso de la mala gestión de la pesca deportiva.
Hace años las campanas de los pueblos sonaban con la llegada del primer salmón, al que se llamaba “campanu”. Hoy se encienden las alarmas porque este emblemático pez eurihalino, marino y de agua dulce, está desapareciendo de los ríos asturianos.
Compromiso con el medio ambiente
Vivir en una reserva de la biosfera implica un extra de compromiso con el medio ambiente y pude comprobar que gran parte de la población de estos valles está dando la talla.
En 2015 la asociación de pescadores “Mestas del Narcea” puso en marcha el Proyecto Arca. En su piscifactoría cuidan de cientos de miles de huevos de salmón y trucha, procedentes de ejemplares donados por los pescadores de la zona, con el fin de devolverlos al agua cuando sean alevines de tres meses de vida y tengan más probabilidades de supervivencia.
Uno de los últimos grandes logros en la región ha sido la reintroducción del quebrantahuesos en los Picos de Europa, después de 80 años de extinción de esta especie en la zona. La causa de su muerte fue la aparición en los años 30 del veneno para matar lobos, zorros y osos. Estas aves carroñeras, cuya envergadura alar puede llegar a los tres metros, fueron un daño colateral de una práctica que está prohibida hoy en día.
Ahora 27 ejemplares sobrevuelan las cumbres del parque natural. El culmen del éxito de esta reintroducción fue el nacimiento del primer polluelo en libertad, hijo de una hembra criada en cautividad y un macho silvestre. Tal fue la emoción por su llegada que lo llamaron “Bienvenido”.
De Silicon Valley a Pola de Somiedo
Son muchas las iniciativas que se están poniendo en marcha en los pueblos de estos valles y montañas con dos objetivos en mente: mínimo impacto en el ecosistema y fijación de población.
“ya no se puede montar una empresa dándole la espalda al planeta“
Daniel Suarez se crió entre osos, en Pola de Somiedo. Tras pasar unos años en Silicon Valley y crear su propia compañía, regresó a su pueblo natal desde donde dirige su empresa con más de 50 empleados.
Paralelamente creó una Fundación que invierte en startups que supongan una oportunidad laboral para los jóvenes y devuelvan la vida a una zona que sufre de despoblación. Un término de creación propia resume su filosofía: la econología.
Defiende que ya no se puede montar una empresa dándole la espalda al planeta. Tecnología y ecología, deben ir siempre de la mano. Su filosofía y la tranquila vida de estos pueblos rodeados de naturaleza salvaje ha convencido ya a 10 de sus empleados, que han dejado la ciudad para vivir en el paraíso.
La actividad humana deja una huella en el ecosistema que en ocasiones puede ser difícil de revertir. Las reservas de la biosfera son un enorme laboratorio a cielo abierto donde medir ese impacto y estudiar nuevas fórmulas que garanticen una mejor gestión en el futuro. La conservación de espacios como los que están protegidos en Asturias es fundamental para salvaguardar reductos de biodiversidad.
Cuando recorríamos la sinuosa y estrecha carretera que nos llevaba de vuelta a Oviedo pensé, que al menos este paraíso tiene buenos guardianes.
*Reduce tu huella se emite los sábados en La2 a las 18:30h. Siempre disponible en RTVE Play y en la web de RTVE PlayCiencia y futuro