¿Qué queda tras la erupción? Los palmeros nos cuentan su nueva vida
- Tras más de dos semanas de erupción en La Palma, la tierra sigue rugiendo y los habitantes de la isla bonita van a contrarreloj
- Cuenta con uno de los mayores exportadores a nivel mundial de proteas, pero el volcán amenaza con destruirlo
- Todas aquellas personas que tienen su vida ligada al mar no le quitan ojo a la fajana | España Directo
Las coladas de lava afectan ya a más de 422 hectáreas y han formado una fajana de lava de 38 hectáreas en los acantilados de Tazacorte fluyen también por un tubo lávico que facilita la evacuación del magma. Los científicos mantienen monitorizadas las coladas por si se produjera un cambio de dirección, pero de momento siguen el mismo recorrido hacia el mar, mientras el volcán sigue ajustándose, a las pautas de una erupción estromboliana, con fases explosivas y efusivas.
Tras más de dos semanas de erupción en La Palma, la tierra sigue rugiendo y los habitantes de la isla bonita trabajan a contrarreloj para salvar su medio de vida. Nos reunimos con Fran, quien nos va a enseñar el daño que las cenizas están haciendo en sus plantaciones de proteas, cuya exportación da de comer a más de 50 familias en esta zona de la isla.
¿Conoces las proteas?
Estas flores están muy valoradas debido a su protagonismo en ramos de novias, arreglos florales, grandes eventos, etc. La isla de La Palma tiene uno de los mayores cultivos en España, uno de los mayores exportadores del hemisferio norte a nivel mundial, pero el volcán amenaza con destruirlo.
Un millón y medio de tallos es la producción que se calculaba que podrían llegar a alcanzar, pero, debido a la erupción, se ha generado una pérdida de un 70-80% de la producción: ''700 mil euros en total'', nos cuenta el gerente de la empresa.
Llegan a venderse a 20€ la unidad, dependiendo de la especie de protea que sea. Hay más de 100 y su origen reside en Sudáfrica, donde se utilizan mucho en eventos y celebraciones importantes.
El día a día de una pareja octogenaria
La vida en La Palma cada vez se hace más difícil, el volcán marca el día a día en la isla. El de Luis con 90 años y Margarita, de 80, cambió por completo tras la erupción. Están desalojados viviendo en su pequeño barco: dicen que están bien y, a pesar de todo, conservan el buen humor.
Su casa está en Todoque, a un kilómetro y medio de la iglesia que se derrumbó hace apenas unos días. No saben si tendrán suerte o, por el contrario, la lava también devorará su hogar. Nos cuentan que lograron rescatar lo necesario: algo de ropa y a una gatita que no deja de ronronear y mirar a sus dueños poniéndoles ojitos, la gata, Plumi. ‘’Lo primero que cogimos fue a la gata’’, nos cuenta Margarita.
¿Cómo afecta al sector pesquero?
Los pescadores de Tazacorte, mano sobre mano, no pueden abastecer de género a las pescaderías y tienen que recibir el pescado desde otras zonas de la isla. Nos cuentan que algunas especies, como el atún, empiezan a escasear. El puerto del pueblo está irreconocible: lo que antes era un ajetreo constante barcos saliendo y entrando, hoy apenas se ve movimiento. Nadie puede trabajar: ni pescadores ni embarcaciones de excursiones para ver cetáceos.
Conocemos a Jorge, quien tiene una empresa de acuicultura con veinte jaulas donde cultiva especies marinas. Ahora, debido al volcán, no puede criarlos ya que el transporte se ha visto restringido y el aeropuerto se ha cerrado.
Todas aquellas personas que tienen su vida ligada al mar no le quitan ojo a la fajana y su rápido crecimiento. Llevan parados desde la erupción. Viti, biólogo, nos cuenta: ‘’Hay incertidumbre respecto a los daños que pueda ocasionar en el medio marino. Y la incertidumbre es lo peor que puede haber en esta vida y en esta situación, si siquiera supiéramos una fecha que indique el fin de la llegada de la lava… pero ahora mismo estamos viviendo el día a día’’, finaliza.