Carlota Gurt: «La sexualidad en soledad puede ser trágica»
Noticia Página Dos
- La escritora ha dedicado su primera novela a la soledad: «Terminé de escribir la novela y me divorcié»
- La inspiración de la novela fue Solitud, el clásico de Caterina Albert
- «De la soledad nunca se sale indemne»
La novela empieza así: Mei, una mujer de cuarenta años recién despedida y metida en un matrimonio apático decide dejarlo todo y volver a la casa donde creció, en pleno bosque. Así que, en cuanto nos encontramos con Carlota (de la misma edad que la protagonista de su novela), la aclaración aparece enseguida: «Esto no es autoficción, yo no soy Mei».
Carlota Gurt (Barcelona, 1976) pertenece a esa estirpe de escritores que trabaja años en la sombra y que un día sale al mundo con la fuerza de un tifón. En 2019 ganó el Premio Mercè Rodoreda por su volumen de cuentos Cabalgar toda la noche. Ahora presenta Sola, su primera novela, publicada por Libros del Asteroide. Esta es la crónica de una rebelión, de alguien que se harta y que quiere descubrir si la soledad es una bendición o una condena. Gurt, que trabajó en las artes escénicas y en la traducción, tiene una formación ecléctica poco usual: es licenciada en Humanidades, Empresariales, Traducción e Interpretación, Estudios de Asia Oriental y Comunicación Audiovisual.
«Mei se enfrenta a la vida con temor, es muy prudente, es un poco áspera. La relación con su madre es muy compleja. Toda maternidad y paternidad es un trastorno, no existe una relación neutra, inocua. Todos cargamos de cosas a nuestros hijos, y nosotros recibimos fallos de nuestros padres. La maternidad es terrorífica».
Flavio es el otro protagonista de Sola. Él encarna la esperanza, «es un rayo de luz. La novela se va oscureciendo, y era necesario su contrapunto». La naturaleza es un personaje más del libro, aunque Gurt ha querido huir de cualquier idealización. El entorno que se muestra aquí protege pero pone a prueba, despoja de cursilerías y frivolidades, centra y amenaza.
Las primeras novelas siempre tienen algo especial. En ellas los escritores vuelcan toda una vida previa, descubren unos mecanismos por primera vez. «Yo pasé por el Taller de Escritura del Ateneu Barcelonés. Reflexionas mucho, piensas por qué lo haces así o asá. Se habla del terror a la página en blanco, pero también hay un miedo a la página escrita imperfecta, mala, que uno no sabe cómo mejorar. En tu cabeza las ideas siempre son brillantes, y luego en realidad sale otra cosa, como cuando eres pequeño y quieres dibujar un elefante pero lo que sale se parece a un perro.»
Óscar López, presentador de página Dos, pregunta a Gurt qué le da la literatura que no le hayan dado trabajos anteriores. «Libertad. Cualquier otra tarea tiene unos límites claros. Cuando escribes no hay fronteras.»