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Pavlova y melocotón Melba: dos postres en honor al arte

  • En honor a una bailarina y a una soprano, dos cocineros inventaron estos postres
  • Anna Pavlova y Nellie Melba fueron dos de las artistas más destacadas de su época
  • La tarta Pavlova y el melocotón Melba combinan la fruta fresca con toques cremosos

Por
tarta pavlova
La tarta Pavlova es tan bonita que da hasta pena comerla.

Los cocineros han buscado inspiración en el mundo vegetal, en los animales, en la arquitectura y, también, en personas concretas. Este cóctel llamado como un escritor, este plato de carne en nombre de un compositor o este postre que Gipsy Chef mezcló con otro para dar con el mejor postre del mundo

La tarta Pavlova

Anna Pavlova (12 de febrero 1881 – 23 de enero 1931) es la protagonista de esta tarta elaborada con merengue, frutos rojos y nata. Pavlova fue la prima ballerina del ballet imperial ruso y también de la archiconocida compañía itinerante Los Ballets Rusos de Sergei Diaghilev.

anna pavlova balet ruso

La bailarina Anna Pavlova interpretando el lago de los cisnes. Pixabay

Entre muchos otros éxitos, se la conoce por haberse inspirado en unos cisnes que vio en un parque y en el poema ‘La muerte del cisne’, de Lord Tennyson, para interpretar una danza que el coreógrafo Michel Fokine creó para la ocasión. Aquel baile fue todo un símbolo que dio comienzo a lo que hoy se conoce como Nuevo ballet ruso.

tarta pavlova

Sus formas recuerdan al tutú de una bailarina de ballet. Pixabay

Suele ser muy común en Australia y Nueva Zelanda. Ya hacia 1906 existía una receta similar a la tarta pavlova en Australia, aunque aún nadie la llamaba así. ¿Por qué se llegó a llamar esa tarta como la bailarina? Existen distintas versiones de la historia, y aquí va una: la bailarina hizo un tour por Nueva Zelanda en 1926, y un chef de Wellington se inspiró en su tutú para elaborar ese esponjoso pastel. Pero resulta que durante el mismo año, Pavlova también hizo un tour por Australia, así que los australianos reclaman la autoría del pastel. Según ellos, fue un chef de un hotel de Perth el que creó el pastel, inspirándose en la ligereza de los movimientos de la bailarina, casi tanto como un merengue.

El melocotón Melba

La historia de esta receta nos lleva de vuelta a Australia. La famosa soprano australiana Nellie Melba (19 de mayo de 1861 – 23 de febrero de 1931) fue una de las cantantes más destacadas de la época victoriana y principios del siglo XX. Puso a su país en el mapa de la música clásica mundial y con orgullo adquirió el pseudónimo por el que se la conoce, puesto que Melba proviene de ‘Melbourne’, su ciudad natal (su nombre real era Helen Porter Mitchell).

nellie melba cantante opera australiana victoriana

La cantante de ópera australiana Nellie Melba. Pixabay

En 1862, la soprano se encontraba en Londres, actuando en el Covent Garden, donde se representaba el Lohengrin de Wagner. Para celebrar su presencia en la ciudad, el Duque de Orleans decidió montar una buena cena con su correspondiente fiesta en uno de los hoteles con más pompa y mejor cocina de la ciudad: el Savoy, cuyo restaurante dirigía el reputadísimo y mítico chef Auguste Escoffier.

melocoton melba servido en copa de cristal

El clásico postre en honor a la soprano australiana fue creado en Londres. Pixabay

Sabiendo de la importancia de la soprano, Escoffier decidió rendirle honores inventando un postre en su nombre: melocotones frescos servidos sobre helado de vainilla en los que se colocó una pequeña figurita de hielo tallado en forma de cisne. En un principio, lo llamó “Melocotón con cisne”, pero años después, a su paso por el hotel Ritz Carlton, recreó el postre con algunos cambios: quitó la figurita de hielo y añadió un poco de coulis de frambuesas. Fue entonces cuando recordó a la cantante y bautizó este postre como Melocotón Melba. De forma contundente, y tal vez para asegurarse que su postre siempre se haría igual, dijo: “cualquier variación de esta receta arruina su delicado equilibrio de sabores”.