El Hierro: cómo aprovechar el agua, el viento y la tierra para ser sostenibles y autosuficientes

• La isla aprobó en 1997 un plan de sostenibilidad basado en la autosuficiencia energética
• Se ha convertido en un ejemplo de cómo lograr un modelo de sociedad sostenible y autosuficiente
• Con 4.000 hectáreas registradas, El Hierro es la isla con mayor superficie destinada a producción ecológica
• Reduce tu huella, sábados en La2 a las 18:30h | Disponible en RTVE Play y en la web de Ciencia y futuro

Reduce tu huella - Agua, viento y tierra

Según la mitología griega, son “las islas afortunadas”, descritas como un paraíso de la naturaleza. “Islas salvajes de tierras fértiles donde el hombre no tendría que trabajar, sino simplemente recoger los frutos de árboles y plantas”.

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La más pequeña de las Canarias me impresiona desde el mismo momento en el que puse un pie en ella. Emerge del atlántico como un abrupto peñón de paisajes indómitos, sometida a los vientos alisios y a la fuerza de las olas. Eso es El Hierro: agua, viento y tierra.

Históricamente, la vida allí ha sido más dura de lo que aventuraba la leyenda. Con tierras de cultivo limitadas, largas sequías y dificultad para la importación de productos, la población autóctona tuvo que aprender a vivir de lo que había. En tiempos modernos, la cosa cambió drásticamente y la isla se hizo dependiente de lo que venía de fuera.

Pero desde hace unos años El Hierro vuelve a mirarse hacia adentro. Un trabajo de introspección que le ha llevado a redefinir sus valores. En 1997 aprobó un plan de sostenibilidad basado en la autosuficiencia energética, el turismo respetuoso, la producción ecológica y las políticas de residuos cero. De nuevo, la más meridional de las islas canarias, busca las soluciones en su interior a partir del aprovechamiento sostenible de lo que tiene. Vuelve a ser agua, viento y tierra.

Agua

El primero de los títulos que darían forma de ley a este planteamiento fue la declaración de la Reserva Marina del Mar de las Calmas en 1996, que ocupa un área de 1.180 hectáreas en el extremo suroccidental de la isla, con el fin de proteger y favorecer el desarrollo de los recursos pesqueros.

Tuve la suerte de acompañar a David Pavón, vicepatrón de la cofradía de La Restinga, en uno de sus días de pesca en el Mar de las Calmas, durante la grabación del programa Reduce tu huella. Me contó que la reserva fue solicitada por la Cofradía de Pescadores de La Restiga para poner en valor la pescar artesanal y sostenible, garantizar el equilibrio del ecosistema y asegurar un futuro para el sector pesquero.

La pesca en esta zona es prácticamente un cuerpo a cuerpo. Neopreno, gafas, aletas y un sencillo anzuelo es todo lo que necesita David para capturar una de las especies más apreciadas y representativas de esta isla, la vieja. La conocida como técnica el puyón le permite seleccionar no solo la especie sino tamaño el tamaño del ejemplar que captura.

Según el nivel de protección y la limitación de las actividades que en ellas se permite practicar, algunas zonas se han convertido en verdaderos santuarios donde las especies crían sin ser molestadas, viajando después a otras en las que el buceo y la pesca con métodos artesanales y selectivos están admitidas.

En sus 25 años, esta reserva se ha convertido en referente de buenas prácticas, demostrando que la pesca artesanal y el buceo recreativo responsable son compatibles en beneficio del hábitat y las especies que lo habitan.

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No hay mejor muestra del éxito de la gestión de esta reserva que la enorme biodiversidad de sus aguas: rorcuales, cachalotes, tortugas bobas, tortugas verdes, tiburón ballena, delfín mular, zifios de blainville, manta diablo, peces tropicales de varios tipos, langostas, camarones, anémonas, esponjas, corales negros y amarillos.

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Yo misma tuve el privilegio de observar, casi tocar, a un grupo de delfines que se pegó a la proa de nuestro barco durante una de nuestras travesías, saltando y haciendo cabriolas para nuestro entusiasmo y deleite. Pocas experiencias hay tan mágicas y sobrecogedoras, como que unos animales salvajes tan fascinantes como los delfines se acerquen a ti por voluntad propia, para jugar a penas a unos centímetros de la palma de tu mano.

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Tierra

En 2014 El Hierro pasó a ser considerada Geoparque mundial de la UNESCO. Surgidos en la década de los 90 en Europa son territorios delimitados de relevancia geológica internacional donde se asocia la conservación al desarrollo sostenible con implicación de la comunidad local, mediante la puesta en marcha de proyectos de promoción turística, educación y divulgación.

Diversas iniciativas han puesto en evidencia la toma de consciencia por parte de la población de la importancia de la protección y recuperación de su patrimonio natural.

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Apenas quedaban tres ejemplares puros de lobito herreño en la isla, cuando Manolo Pérez se dio cuenta en 1989 de que sería testigo directo de la extinción de esta raza de perro autóctona. Pero él quiso cambiar su destino. Se volcó en la recuperación de esta especie y la puesta en valor de una raza con enormes cualidades. Gracias a él hoy cerca de 150 lobos herreños puros desempeñan diversas funciones en la isla, como perros pastores, de rescate o mascotas.

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En el Centro de Recuperación del Lagarto Gigante de El Hierro

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En 1974 un pastor encontró cinco ejemplares en un abrupto acantilado conocido como Fuga de Gorreta y a partir de ahí se intenta obrar el milagro para sacarlo de la lista de animales en peligro crítico de extinción. Algunos de los ejemplares del centro se destinan a reproducción, otros están expuestos al público para realizar labores de concienciación y divulgación y otros se preparan para su suelta en el medio natural.

Pude participar en la puesta en libertad de un enorme ejemplar entrenado para cazar y protegerse de sus depredadores naturales, que apenas tardó 2 segundos en salir corriendo de entre mis manos y refugiarse bajo una piedra volcánica.

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Lejos de convertirse en una traba, subirse al barco de la sostenibilidad ha reportado a El Hierro y a sus habitantes numerosas oportunidades. Según la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, con 4.000 hectáreas registradas, El Hierro es la isla con mayor superficie destinada a producción ecológica.

Convertir la explotación ganadera tradicional destinada a la producción de leche en una ganadería ecológica, salvó a Nancy Acosta y a su familia de la ruina. Sus 130 vacas pastan hoy libres en la meseta de Nisdafe, una zona húmeda de la isla a más de 900 metros por encima del nivel del mar, profundamente transformada por la mano del hombre, que desde el siglo XV convirtió este singular paraje en el centro del desarrollo agrícola de la isla.

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La mañana que estuvimos allí, una densa niebla cubría por completo el paisaje limitando la visibilidad. Los muros de piedra antiguos que delimitan las fincas, el intenso verdor de las praderas y esa interminable llanura convertían la visión en algo más propio de las Islas Británicas que de las Canarias.

La buena gestión de su explotación le valió a Nancy el premio a Mujer Rural Canaria del Año en 2017. Tanto los turistas, como la población autóctona, valoran cada vez más los productos ecológicos y de kilómetro cero, lo que favorece el crecimiento de explotaciones sostenibles en la isla, a la vez que reduce la dependencia de la importación de productos que hasta hace bien poco venían de Tenerífe o la Península, y su consiguiente reducción de las emisiones de carbono derivadas del transporte.

Viento

Pero sin duda la apuesta más ambiciosa por la sostenibilidad que ha hecho la segunda isla menos habitada del archipiélago canario, es convertirse en un ejemplo de autosuficiencia a nivel mundial, un proyecto que pasó de ser una utopía imaginada en los años 80 a lograr su gran hito en el verano de 2019, cuando la Central Hidroelólica Gorona del Viento abasteció íntegramente la necesidad energética de la isla durante 24 días consecutivos. Desde su puesta en marcha, esta central ha logrado reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 40.000 toneladas.

En definitiva, El Hierro se ha convertido en un laboratorio a cielo abierto, un ejemplo de cómo lograr ese modelo de sociedad sostenible y autosuficiente con el que a penas soñamos en otros lugares, que llevado a gran escala sin duda nos encauzaría en la senda del cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030 y la descarbonización para 2050.

El gran reto es cómo lograr estos resultados en lugares con mayor población y menor fortuna.

*Reduce tu huella se emite los sábados en La2 a las 18:30h. Siempre disponible en RTVE Play y en la web de RTVE PlayCiencia y futuro