Concha Márquez Piquer tuvo una premonición sobre la muerte de su hija
Concha Márquez Piquer ha muerto en Madrid a los 75 años después de una vida dedicada al arte y protagonizando muchas portadas de la prensa rosa. Sobre todo, por su matrimonio fallido con Curro Romero. Su vida no fue siempre fácil. Tuvo que superar en los años 80 la muerte de su hija Coral. La cantante contaba el trauma en el documental de Lazos de sangre dedicado a la familia Piquer. Sobrecoge escuchar a Concha Márquez hablar de que ella sabía que algo malo iba a pasar. Le rogó a su hija que no viajara a Estados Unidos porque tenía un mal presentimiento. La joven murió en un accidente de tráfico
Éxito fugaz en la música
Coral Romero sorprendía a su familia en 1986 sacando su primer trabajo con el grupo Avenida pasión, con canción de estilo rock melódico. Algo bastante sorprendente para todos, ya que descubrían la increíble voz de Coral pero ella no seguía el camino de su abuela. "Yo nunca había oído cantar a mi hermana en casa", dice Conchitín, su hermana.
Sin embargo, el grupo consiguió bastante éxito con su trabajo 'Hermosas despedidas', una irrupción en el panorama musical que no duraría mucho pues ese mismo año la vocalista del grupo, Coral, fallecía en un accidente de coche.
Concha Márquez avisó a su hija
Por muy extraño que parezca, Concha Márquez tuvo una extraña sensación antes de que su hija viajara hacia Estados Unidos para perfeccionar su inglés: "Intenté por todos los medios hacérselo saber", decía la artista. Pero ella no hizo caso de las advertencias de su madre y la madrugada del 2 de noviembre de 1986 fallecía en un accidente de coche en Tennessee.
Fue un momento muy duro para todos, su hermana Concha recuerda aquellos dolorosos días con tristeza y nos habla de la pérdida de su hermana: "A mí se me fue mi compañera de vida". Aquello sumió a Concha Márquez en un tremendo dolor, llegó a confesar que había pensado en suicidarse. Solo recuperó la sonrisa cuando nació su tercera hija, Iris, dos años después que no llegó a conocer a Coral pero asegura que "la tienen siempre muy presente".
Un brindis muy extraño
Concha Márquez Piquer siguió su intuición y cuando un hombre apareció en su casa para contarle la noticia no se sorprendió. Ella misma le dijo a aquel señor a qué iba a verla. Sorprendido y asustado, así estaría él al ver como tras conocer la información, Concha le pidió a su marido, Ramiro Oliveros, que abriese una botella de champán. El mismo Ramiro también pensó que su mujer "se había vuelto loca", pero nada más lejos de la realidad. Concha cogió una copa y brindó a Dios con estas palabras: "Si piensas que por esto voy a dejar de creer te equivocas, pero entenderte no te entiendo". A partir de ese momento la artista se hundió.
Necesitó ver el cuerpo de su hija antes del entierro para creerse la noticia, un momento que la dejaría muy afectada. En aquellos instantes Concha no supo controlar sus nervios y cargó contra los periodistas que acudieron al entierro de Coral con frases como "son como cuervos, siempre" o "los he odiado toda la vida". Un momento que quedaría grabado para siempre.