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La vida, el pensamiento y la obra de Ortega y Gasset en RNE

  • Su trayectoria a través de una recopilación de diferentes programas de RNE
  • Fundó Revista de Occidente, donde escribió Einstein
  • Falleció un 18 de octubre de 1955

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El filósofo José Ortega y Gasset en Alemania
El filósofo José Ortega y Gasset en Alemania

"Lo más importante de la filosofía orteguiana es su concepción de la vida como realidad radical, de una filosofía idealista que centra la reflexión sobre el mundo, la teoría del conocimiento. Es una filosofía vital e histórica. Es una transformación radical de la filosofía desde que nació en la Antigua Grecia. Era consciente de eso y, de hecho, en algunos de sus últimos textos habla de que el tiempo de la filosofía ha pasado y que llegamos a otra etapa donde posiblemente, cuando juegas con las palabras, en vez de filosofía tengamos que hablar de pensamiento", señalaba Javier Zamora, el director de la Revista de Estudios Orteguianos sobre el pensador y catedrático de metafísica José Ortega y Gasset.

Una de las novedades del pensamiento de Ortega está el enfoque a cómo se acercó a la pregunta ¿Qué es el hombre?. "No siempre se le puede mirar de frente, no siempre se le puede interpretar con la razón racionalista. Hay que entenderlo poéticamente, hay que mirarlo de soslayo, hay que mirar sus sentimientos. No es solo un ente racional".

"No estamos hablando de un muchacho normal", explicaba el biógrafo de Ortega y Gasset y catedrático Jordi Gracia sobre su juventud en El ojo crítico. "Este señor nunca tuvo mocedad. Estuvo programando activamente su futuro desde los 15, 16, 17 o 18 años en términos de cumplimiento de un proyecto propio de convertirse en alguien que va a cambiar la sociedad española, liderar ese cambio y programarlo para que sea real. Otra cosa es que lo cumpla o no lo cumpla o que luego rectifique".

El ojo crítico - Jordi Gracia: "Ortega y Gasset no fue un señor de derechas, facha, reaccionario y antiguo como muchos piensan" - Escuchar ahora

Revista de Occidente

"Traer al mundo hispánico lo que era entonces la cultura y la ciencia que se llamaban occidentales", así definía Soledad Ortega en 1985 la misión de su padre, Ortega y Gasset, sobre la Revista de Occidente en unas palabras recogidas por Documentos RNE en una edición dedicada a esta publicación. Planteaba un "diálogo entre las diferentes especialidades": "Especialistas de una determinada materia traten de su materia de un modo que otros especialistas que no lo son de ese tema puedan entenderlo y, sin embargo, no es una divulgación sino que tiene una altura" y añadía que "mi padre habló mucho de la barbarie de la especialización y de cómo se incomunica el hombre a fuerza de especializarse, esa es la comunicación entra las diferentes especialidades".

"Como revista en España no había nada equivalente eran revistas más de corte literario o más revistas especializadas", explicaba el profesor y biógrafo de Ortega y Gasset Javier Zamora Bonilla. "En Europa y en Estados Unidos sí encontramos cosas parecidas". Se trata de una publicación donde se "incorporaban estudios rigurosos de filosofía y de ciencias exactas y al mismo tiempo tenían una importante innovación literaria en sus páginas". En sus páginas se pudo leer a Albert Einstein, Le Corbusier, Rogelio Cotes, Leo Frobenius, Hermann Weyl, entre otro nombres, como explican en este programa de Documentos RNE.

Sobre La rebelión de las masas

"Hay un hecho que, para bien o para mal, es el más importante en la vida pública europea de la hora presente. Este hecho es el advenimiento de las masas al pleno poderío social. Como las masas, por definición, no deben ni pueden dirigir su propia existencia, y menos regentar la sociedad, quiere decirse que Europa sufre ahora la más grave crisis que a pueblos, naciones, culturas, cabe padecer. Esta crisis ha sobrevenido más de una vez en la historia. Su fisonomía y sus consecuencias son conocidas. También se conoce su nombre. Se llama la rebelión de las masas", este uno de los fragmentos que se pueden escuchar del libro más importante de Ortega y Gasset, La rebelión de las masas, en una edición de Fin de siglo dedicada al pensador. Una sentencia que se aprovecha para explicar la controversia alrededor suyo y de la actitud antidemocrática que ha sido señalada por sus críticos y matizada por sus seguidores.

"Ortega no hablaba de las masas, no hablaba de grupos, no hablaba de la psicología de las muchedumbres. Ortega hablaba de una persona, de una nuevo tipo persona, nueva que fue producto de las fuerzas que eran la democracia y el avance tecnológico que produjo a este nuevo tipo de persona que se creía dueño de los valores culturales y quería imponerlos sin respetar a ningunas jerarquías espirituales", estas palabras son Thomas Mermall, editor de La rebelión de las masas en Estados Unidos, que fue uno los elegidos para contextualizar el termino masa utilizado por el pensador. Para contraponer esta posición se pudo escuchar al escritor y periodista Gregoria Morán que escribió el libro El maestro en el erial sobre Ortega: "En muchas ocasiones se puede decir que no tenía muy claro lo de la democracia. El pensamiento de su época respecto a la democracia tenía serias dudas, pero sin embargo siempre fue un liberal".

El entierro en "sagrado"

"Una personalidad muy incomoda para el régimen franquista y muy admirada por los universitarios y por la intelectualidad extranjera", así definía Nieves Concostrina a Ortega y Gasset en una edición de Polvo eres dedicada al fallecimiento del pensador, que fue el 18 de octubre de 1955. "Su muerte y entierro fue uno de los episodios más hipócritas del gobierno de Franco. Por un lado, se dio instrucciones a toda la prensa española de cómo tratar su necrológica. Por otro, el jefe del estado mandando condolencias a la familia diciendo que sentía mucho su muerte, cuando casi lo mata de inanición".

Destacaba que hubo "mucha gente" en un entierro "muy sencillo" "dos días después" de su fallecimiento. "Al entierro se apuntaron jefes del Movimiento, miembros del gobierno y otras personalidades que no apreciaban especialmente al maestro, pero tenían que estar". "Fue enterrado en sagrado, en la misma tumba que su padre. Muchos expertos aseguran que su deseo era descansar en el cementerio civil, pero como el régimen se empeñó en que Ortega había recuperado su fe católica de juventud y que se había convertido en el último momento, también se empeñó en que recibiera cristiana sepultura, dato que toda la prensa recalcó insistentemente".

"La primera generación estudiantil que se opuso al régimen franquista, fue precisamente la que se vio influida por el pensamiento de Ortega. Los universitarios en cuanto tuvieron noticias de la muerte del filósofo reaccionaron ante el cinismo con el que gobierno estaba tratando el asunto. De hecho los expertos aseguran que la muerte de Ortega fue el detonante que acabaría provocando las revueltas estudiantiles de 1956".