Lucía Rivera: La nueva súper top tiene claro su objetivo
- Su trabajo, profesionalidad y magnetismo la han convertido en uno de los rostros más cotizados
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Cada vez pisa con más fuerza la pasarela y hace tiempo que se ganó el derecho a ser conocida por su propio nombre y no solo por ser hija de Blanca Romero y Cayetano Rivera. Lucía Rivera se ha convertido en una de las modelos españolas más influyentes. Lidera una generación de modelos que da visibilidad a la moda española a nivel internacional como hemos podido comprobar sobre la pasarela de Madrid donde ha brillado en el desfile de Montenegro.
Está viviendo su gran sueño de convertirse en una modelo reconocida, para ello no ha dejado de trabajar y ve como su carrera va creciendo a pasos agigantados en una profesión que ama desde que tiene uso de razón: “Yo antes de pequeña me ponía super nerviosa y hacía todo tipo de rituales, pero después una vez que sales ya te dices ’¡adelante!’, ya no puedes ir para atrás y es como que te empoderas”.
A Lucía la profesión de modelo le viene por herencia de su madre Blanca Romero. Las dos tienen una complicidad absoluta y en más de una ocasión hemos podido verlas compartiendo campañas publicitarias: “Cuando he desfilado con mi madre es una sensación inigualable. No existe otra igual y lo disfruto muchísimo”.
Su principal objetivo ahora es traspasar fronteras y hacerse un hueco en el panorama internacional. A Lucía no le asustan las distancias. Ya vivió en Paris donde se abrió las puertas de la capital de la moda por excelencia. Su otra gran pasión es la danza, una disciplina que asegura que le ayuda mucho a la hora de posar ante las cámaras.
Trabajadora incansable y autocrítica con su trabajo. Exigente y perfeccionista, continuamente busca la manera de mejorar en su trabajo: “Yo tendría unos 15 años cuando desfilé por primera vez y noto una diferencia, me veo una evolución. Al principio estaba muy insegura pero una vez que entré en este mundo ya no quiero salir. Recuerdo mi primer desfile que no quería parar, pedía que me pusieran un look tras otros. Lo disfruté mucho”.
Una muestra de la madurez y experiencia adquirida con los años es que cada vez le afectan menos las críticas. Asegura que se le han cerrado muchas puertas en el mundo de la moda por ser hija de quien es. Está harta de tener que dar explicaciones sobre su vida privada y que se hable más de ella por sus relaciones que por su trabajo.
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Apasionada de la moda y con un estilo propio y desenfadado que arrasa en Instagram. Ella misma lo define como “desenfadado con un toque chic”. Opina que las redes sociales son un vicio y cuida minuciosamente todo lo que sube, ya que es consciente de la repercusión que tiene y del peso de la prensa. Tiene acostumbrados a sus seguidores a mostrarles su trabajo de forma impecable como el baño más sensual e impecable que nos regaló este verano.
Un nombre que suena cada vez con más fuerza y cuya proyección internacional no ha hecho más que empezar. Su trabajo, profesionalidad y magnetismo la han convertido en uno de los rostros más cotizados de nuestro país.