Claudio Tolcachir y Lautaro Perotti abren una escuela de actores en Madrid
- La escuela lleva el nombre del estudio que abrieron en Buenos Aires en 1999: Timbre 4
- Se impartirán talleres para profesionales, estudiantes avanzados, personas sin experiencia y adolescentes
Claudio Tolcachir y Lautaro Perotti llevan más de una década presentado sus trabajos en España como actores, dramaturgos o directores. Desde que llegaron en 2007 con "La omisión de la familia Coleman", no han dejado de dirigir bien sea sus propios textos o de otros autores. "Todos eran mis hijos", "Tierra de Fuego", "Cronología de las bestias", "Rita", "Copenhague", "La máquina de Turing" son algunos de los montajes que han estrenado en nuestro país defendidos, en muchas ocasiones, por actores de la talla de Carlos Hipólito, Carmen Machi, Daniel Grao o Alicia Borrachero.
La verdad del actor argentino
Siempre ha producido sorpresa y admiración la naturalidad, la verdad, la tranquilidad con la que los actores argentinos se suben al escenario. Tolcachir y Perotti detectaron la curiosidad que despertaba entre los intérpretes españoles su manera de trabajar y decidieron abrir una escuela. El nombre Timbre 4 es el mismo que pusieron al estudio que fundaron en Buenos Aires en el 99. Entonces les movió la necesidad de no verse obligados a esperar a que alguien nos llame para un papel y para tener la libertad de abordar los proyectos que queríamos -nos explicó Lautaro. Con una carrera ya consolidada en la espalda, Claudio y Lautaro han traído a Madrid el nuevo Timbre 4 con las mismas ganas de investigar, de correr riesgos, de despertar la imaginación de sus alumnos para acercarles a esa honestidad, a esa verdad que detectan en los actores argentinos.
Talleres para todos
No solo los estudiantes quieren aprender. Si algo distingue a los actores es su inquietud y su incansable búsqueda por temor a repetirse. Por esa razón, el propio Claudio Tolcachir impartirá talleres para aquellos profesionales que deseen encontrar nuevas herramientas para abordar su trabajo. Lautaro se encargará de los alumnos que ya hayan estado en otras escuelas y quieran redondear su formación. Pero también habrá un lugar para los que, sin ningún tipo de formación previa, quieran aprender. Prestarán una atención especial a los adolescentes porque saben por propia experiencia lo que puede significar el trabajo teatral a esa edad.
Muestras de final de curso
Todos los cursos anuales terminarán con una muestra al final de curso. Una muestra no es un espectáculo, es mostrar ante el público la experiencia de trabajo adquirida durante un año de entrenamiento. La elección de la pieza a representar como del personaje o el autor estarán al servicio de las necesidades del alumno. Según vayan avanzando, realizaremos investigación, laboratorios de montaje sobre un autor, creación de personajes y escritura de monólogos. Surgirán piezas experimentales que compartiremos en este mismo espacio o en otra sala independiente- explica Tolcachir.