¿Por qué somos cada vez más alérgicos?
- Se estima que, en 2050, cuatro mil millones de personas padecerán algún tipo de enfermedad alérgica
- El sistema inmunitario, de origen neandertal, combate las sustancias que considera nocivas
- El documental ‘Alergia, la paranoia inmunológica’, en La Noche Temática, analiza este fenómeno
- Si quieres más detalles, no te pierdas ‘Alergia: reacción global’ en La Ciencia de la Salud
La alergia es esa reacción del sistema inmunitario hacia sustancias que no suelen molestar a otras personas. Para quiénes las sufren, el día a día puede resultarles muy hostil. Es todo un reto salir a la calle en primavera y enfrentarse al polen, o ir a comprar y rodearse del polvo que se esconden en los productos y rincones. Pero no solo eso, los melocotones, las gambas o los cacahuetes también llegan a ser letales. Desde hace algunos años, el aumento de las alergias ha crecido de forma exponencial, por ello, según informa el documental Alergia, la paranoia inmunológica, en La Noche Temática, hay científicos en todo el mundo que buscan entender a qué es debido este impresionante crecimiento y cómo se puede afrontar con nuevas terapias.
Todo empieza en nuestros genes neandertales
Cada vez es más común que sustancias, hasta la fecha, consideradas inofensivas se estén convirtiendo en temibles asesinas. La Organización Mundial de la Alergia estima que, en 2050, cuatro mil millones de personas padecerán algún tipo de enfermedad alérgica. Explorando nuestra historia evolutiva y genética ADN, los expertos han descubierto que las secuencias en las que se hallan los genes resultantes de nuestro mestizaje con los neandertales están ligadas al sistema inmunológico. La mayoría de estos genes nos han hecho más resistentes a las enfermedades, sin embargo, hay tres de ellos que se ven implicados en las deficiencias de la respuesta inmunitaria. Por ello, según afirman en el documental en cuestión, las personas que han heredado este conjunto de mutaciones neandertales hoy tiene más probabilidades de desarrollar ciertas alergias.
Así funciona el mecanismo
Alergia, la paranoia inmunológica cuenta cómo operamos los humanos para terminar generando una alergia, por ejemplo, al cacahuete. El sistema inmunológico vigila lo que entra en nuestro cuerpo y lo protege de los invasores. Aunque este fruto seco es inofensivo, en el caso de unas personas que tiene alergia esos guardianes lo consideran una amenaza y se defienden. Las células empiezan a producir anticuerpos en masa: las inmunoglobulinas E o IgE. La IgE específica del cacahuete se adhiere a la superficie de las células de nuestro sistema inmunológico: los mastocitos. Es aquí cuando se declara la guerra al cacahuete, porque la próxima vez que la persona alérgica lo ingiera, todo un ejército se abalanzará sobre él. Lo que provoca los estornudos o erupciones en la piel son las histaminas, liberadas por las células inmunitarias, los mastocitos. En el peor de los casos, el sistema inmunológico responde tan violentamente que pone las funciones vitales en riesgo, dando lugar a un shock anafiláctico.
Para qué sirven las alergias
Los científicos barajan la “hipótesis de las toxinas”, que considera que el origen de las alergias era protegernos de las toxinas y venenos. Es una de las hipótesis más lógicas que existen, ya que demostraría por qué las reacciones alérgicas son tan rápidas, como los estornudos, vómitos o picazón. Según cuenta el investigador Thomas Marichal en el documental que nos atañe: “Todos los mecanismos de expulsión tienen un objetivo común: eliminar lo antes posible las sustancias tóxicas a las que estamos expuestos”. Mediante un experimento con ratones, los expertos concluyeron que los anticuerpos IgE, que suelen provocar reacciones alérgicas graves, eran en realidad lo que permitieron sobrevivir a esos pequeños roedores.
¿Por qué han aumentado las alergias?
Hace miles de años, este mecanismo nos hizo un gran favor para poder sobrevivir. Sin embargo, es cierto que en la actualidad nos puede sorprender el mantenerlo, e incluso verlo potenciado actuando ante esas sustancias que parecen, a priori, inofensivas. Pues resulta, que no son tan inocentes, Marichal cuenta que “vivimos en un mundo cada vez más tóxico, y nuestro cuerpo desarrolla una forma de escapar de tosas esas sustancias tóxicas que nos rodean”. Químicos, microplásticos, microbios, toxinas y alérgenos están desbordando a nuestro sistema inmunológico, haciéndole perder el control. “Los productos químicos modernos nos debilitan, todo suma para que el mundo en el que vivimos resulte cada vez más alergénico”.