Enlaces accesibilidad

¿Por qué algunos alimentos crean adicción?

  • La nutricionista Mónica Barreal nos ayuda a entender por qué la comida basura nos genera adicción
  • Influyen aspectos sensoriales, como que sean blandos o se coman con las manos, así como su composición
  • Mejor Contigo, de lunes a viernes, de 12:30 a 15:00, en La 1 de TVE y en RTVE.es

Por
¿Qué hace que algunos alimentos nos generen sensación de adicción?

Hamburguesas, pizzas, patatas fritas, palomitas, bollería industrial... alimentos de lo más apetecibles, pero de los menos recomendables. No solo eso, sino que, además, pueden generar cierta adicción al hacer que nuestro cerebro pierda la sensación de saciedad. ¿Quieres saber por qué?

En Mejor Contigo hemos preguntado a la nutricionista Mónica Barreal por qué estos alimentos nos generan esa sensación y cómo podemos evitarlos... o, al menos, reducir su consumo.

"No podemos hacer que estos productos sean más saludables, tenemos que aprender a relacionarnos con estos productos de otra manera", explica Barreal. "Si no los tenemos en casa, los vamos a comer solo cuando estemos fuera de casa. Otra opción es buscar cantidades más pequeñas, o que empecemos a comer antes".

Otros trucos que recomienda nuestra nutricionista es evitar comer con las manos, lo cual hace que la ingesta sea más lenta, o espaciar el consumo de este tipo de productos.

Factores sensoriales

Uno de los factores que hacen que este tipo de alimentos nos resulten adictivos es que son blandos, que no ofrecen dificultad al masticar. "Cuanto menos mastiquemos, menos saciedad, más alimento comemos en menos tiempo", explica la nutricionista Mónica Barreal

Algo favorecido también por el hecho de que la mayoría de estos productos se consuman con las manos. "Comer con las manos también nos hace ser más voraces, porque el tamaño de ración es más grande", apunta Barreal, que añade que, si utilizamos cubiertos, reducimos las porciones y ayudamos al cuerpo a saciarse antes.

Pero no comemos solo por el gusto, el olfato, la vista y el tacto. También por el oído. Sí, lo que leéis. Por eso, según detalla Mónica Barreal, influye cuando un alimento es crujiente: "Es el placer máximo, porque ahí ya comemos por los cinco sentidos, también por el oído, y eso potencia el sabor para el cerebro".

Una composición "tramposa"

Otro de los aspectos que comparten estos alimentos es que suelen estar hechos con harinas refinadas, de no demasiada calidad, lo cual provoca cierta inflamación, y multitud de aditivos, que mejoran su olor y sabor: "Esto le dice a nuestro cerebro que es muy saludable y hace que quiera más".

Lo más peligroso para nosotros es la combinación de tres elementos: sal, azúcar y harinas. La elevada presencia de estos tres ingredientes provoca problemas de salud como enfermedades cardiovasculares, problemas de obesidad y una peor calidad de vida.

La adicción al azúcar y las grasas ha provocado una epidemia de obesidad y diabetes en México que aumenta la gravedad de los pacientes con coronavirus