Un paseo por la Segovia más histórica: conocemos La Granja de San Ildefonso
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- Los Reyes Católicos se interesaron por este lugar y, más de 200 años después, Felipe V de España construiría el Palacio Real
- La tradición hace de la gastronomía segoviana algo muy apetecible. Su principal plato fuerte es el cochinillo
- Si quieres seguir conociendo nuestro país y sus tradiciones, no te pierdas Aquí la Tierra
Desde el S. XV los reyes de España se han fijado en este paraje. Su naturaleza y la afluencia de sus aguas hacen de este lugar un auténtico paraíso natural en Segovia. A 20 minutos de la capital de la provincia, este enclave atrajo la mirada de Enrique IV hace muchos años, ya que por ahí merodeaba a la hora de cazar con sus allegados.
Los Reyes Católicos también se interesaron por este lugar y, más de 200 años después, Felipe V de España (el primer Borbón en llegar a la corona española) mandaría a construir el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso para su uso y disfrute. Alejado de la capital madrileña donde llevaba a cabo sus tareas como monarca, esta era una salida cercana y donde podía relajarse junto a la reina Isabel Farnesio, su segunda esposa, y a la cual le dedicó una fuente.
¿Cómo es el palacio?
Con una superficie de 25.000 m² y 146 hectáreas de jardín, el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso posee 21 fuentes y cada una de ellas, esconde una historia. Te contamos algunas de ellas: 'La Carrera de Caballos', es un conjunto de tres fuentes escalonadas y representan diferentes entidades romanas. Una de ellas será Neptuno, el dios de los mares. El rey lo interpretaría como una representación suya, al igual que esta figura mitológica era el rey de las aguas, él era el rey de España.
La fuente de "Las Ranas’". En ella está representada Isabel de Farnesio, lo cual indica la importancia que tuvo en el reinado de Felipe V. Esta fuente narra la historia de Leto, la madre de los gemelos Apolo y Artemisa, quienes convirtieron a aquellos que no le dieron agua a su madre, en ranas. La estatua que está situada en medio es la reina.
La fuente de "La Fama". Sus chorros suben 47 metros de altura. Sobre un Pegaso, un caballo alado, está subida La Fama. Tocará el cuerno de la abundancia y es una alegoría con la realidad.
Si quieres recorrer estos jardines junto a Peridis, te dejamos aquí el vídeo:
Además del protagonismo del agua, la flora de lugar se ha mantenido intacta en diferentes pequeños bosques, como el ‘Bosquete de la mimbrera’, ‘Bosquete del Gordero’, ‘Bosquete de la Reina’, etc.
El legado del vidrio
La Real Fábrica de Cristales de La Granja se creó en el S. XVIII con afán de autoabastecer los pedidos reales tanto para el palacio inaugurado en estos terrenos segovianos como para las peticiones de los monarcas. Ventura Sit y Carlos Sac, artesanos catalanes, pidieron la licencia para obrar en sus talleres.
En el Museo Tecnológico podrás ver una colección de las piezas que se hicieron por la época, así como la evolución del edificio. Su importancia es reconocida a nivel internacional. En Aquí la Tierra ya hemos estado por allí y hemos podido comprobar, de primera mano, cómo trabajan los artesanos vidrieros:
Real Colegiata de la Santísima Trinidad
Este edifico también fue mandado a construir por el monarca Felipe V, aunque la decoración actual la planificó su hijo, Carlos III. La primera idea respecto a ella fue crearla como panteón real familiar, pero finalmente se amplió su construcción. Podemos visitar la Capilla de las Reliquias, donde se encuentra el monumento funerario del monarca e Isabel de Farnesio.
¿Dónde podemos hospedarnos?
La localidad cuenta con multitud de sitios donde pasar la noche, uno de ellos es el Palacio de Carlos III, el cual cuenta con más de 200 años de historia.
Gastronomía
La tradición hace de la gastronomía segoviana, algo muy apetecible. Su principal plato fuerte es el cochinillo, desde donde llegan personas de toda España para probarlo. Los judiones de la Granja son también muy aclamados, así como el postre segoviano más típico: el ponche. Este, se compone de bizcocho, crema, masa fina de mazapán, toque de yema, azúcar tostado… ¡todo un lujo para nuestro paladar!