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Lazos de sangre

Qué tenía 'Un, dos, tres' para ser un fenómeno que hizo historia

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Lazos de sangre - La gran familia del 'Un, dos, tres'

Es imposible que no hayas escuchado hablar del programa más famoso de la televisión, Un, dos, tres... responda otra vez. Un programa que reunía lo mejor de cada concurso para hacer un nuevo formato más sorprendente en innovador que nunca. ¿El responsable? No podía ser otro que Narciso Ibáñez Serrador. El director de cine y realizador de televisión afrontó el reto y se propuso hacer historia con ese trabajo. Por el éxito que pareció tener, está claro que lo consiguió, se convirtió en un fenómeno que hizo historia sobre todo por sus decisiones apostando por el papel de la mujer.

¿Por qué triunfó el Un, dos, tres?

El secreto de su éxito no era otro que la mezcla de situaciones, protagonistas y concursantes diferentes que siempre conseguían arrancar una sonrisa al público. El concurso tenía una primera fase de preguntas y respuestas, después una segunda fase con eliminatoria. Los eliminados en esa fase pasaban a participar en el juego de consolación y los ganadores llegaban a la subasta, la parte final del juego en la que había humoristas, actuaciones musicales y por supuesto unos fantásticos premios. Diez temporadas que siguieron esa dinámica y en la que contaron con diferentes presentadores como Kiko Ledgard, Mayra Gómez Kemp, la primera presentadora de televisión de nuestro país, Jordi Estadella junto a Miriam Díaz-Aroca o Luis Larrodera. Un equipo que completaban las azafatas como Victoria Abril, Silvia Marsó, Lydia Bosch o Paula Vázquez y humoristas como Pedro Sempson, Juan Tamariz, Las Hermanas Hurtado o Raúl Sénder. Todos consiguieron formar una gran familia y ese es quizás otro de los secretos de su éxito. "Se formó un equipo de gente que nuestro factor común era Chicho", explica Raúl Sénder en el documental de Lazos de sangre.

Eran una gran familia y así se trataban: "Éramos todos como una gran familia, nos vino bien a todos", dice Fedra Lorente, conocida como 'La Bombi'. Una familia que rivalizaba con su propia familia, la que formaba con Diana Nauta y sus hijos, Alejandro y Pepa, pero era tan bonita la sensación que generaban que ellos ni siquiera estaban molestos por la situación. «Yo me sentía muy arropado por esa familia que mi padre creó con el Un, dos, tres», cuenta Alejandro cuando le preguntan por ello.

Chicho Ibáñez con las azafatas del 'Un, dos, tres' en 1972 RTVE.es

Unas broncas legendarias

Chicho era el nexo de unión de todos ellos, pero tambien fue su maestro, su amigo y un padre para todos los integrantes del programa. Tanto que, incluso sus broncas se las tomaban con buen humor. Así lo recuerda Silvia Marsó, una de las azafatas del programa y que no ha dudado en participar en este 'Lazos de sangre': «Si te equivocabas bronca al canto, pero no pasa nada. Te reñía como un padre». No es la única que hace referencia a esas regañinas del gran genio, su hijo Alejandro que practicamente vivía en el plató explica que esas broncas no iban con mala intención, "él solo quería sacar lo mejor de todo el mundo".

Fernando León de Aranoa, director de cine y guionista de Chicho, cuenta para Lazos de sangre una de las riñas más memorables del programa: «Recuerdo en una ocasión que le echó la bronca a una bailarina... Al principio por los altavoces, pero cuando sintió que no quería seguir haciéndolo en público le pidió que se pusiese unos cascos delante de una cámara y le siguió echando la bronca delante de todos». Un momento que recuerda bastante incómodo, sobre todo por la azafata que aguantó la pelotera de Ibáñez mientras el resto del plató no le quitaba la vista de encima.

Una larga lista de ilustrísimas

De ese gran equipo salieron una larga lista de actores, humoristas y presentadores que arrasaron más tarde, como Victoria Abril, concursante de esta edición de Masterchef Celebrity, y que ha triunfado en el cine español y francés. Otra azafata que siguió sus pasos fue Silvia Marsó, que ha tenido grandes papeles en televisión, cine y teatro. Son tantos los casos de éxito que sería imposible enumerarlos a todos, pero lo que está claro es que todos se rindieron a los pies del gran Chicho Ibáñez: «Si tú sabes que estás delante de un genio como yo lo sabía, lo mejor que pude hacer fue ponerme el ego en una caja y aprender y absorber de alguien que se iba a transformar y que ha sido mi maestro», dice emocionada Lydia Bosch, otra de las grandes promesas del Un, dos, tres.

Silvia Marsó, que también ha querido participar en el homenaje a Chicho, tiene claro que le debe mucho en su carrera, pero no es lo que más le importa a la actriz, para ella lo más importante fue sentir su amor, el cariño de una persona generosa que te trataba como si fuera su hija.Y es que Chicho ha dejado huella en la vida de muchas personas del Un, dos, tres, una de ellas es Raúl Sénder que no ha dudado en confesar que había rechazado estar en otros Lazos de sangre, pero que "cuando se me convocó para el Lazos de sangre de Chicho no pude decir que no". Una muestra más del cariño que derrochaba el realizador de televisión y que hemos comprobado viendo este Lazos de sangre en el que aparecen muchos de sus compañeros y amigos.

Chicho Ibáñez y Botilde, 1983 RTVE.es