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Turismo rural. O Rosal, Pontevedra

La ruta de los Muiños do Folón e do Picón

  • Los muiños do Filón e do Picón, una sencilla ruta de montaña por las obras hidráulicas más originales de Galicia
  • El arte prehistórico de los petroglifos, su rica oferta culinaria y la espactcular desembocadura del Miño completan la oferta
  • Un reportaje de Agrosfera, los sábados a las 10.00 horas en La 2 de TVE y mucho más en el portal de Viajes

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Muiños do Folón
Muiños do Folón

Ochenta años lleva Nemesio subiendo a los Molinos del Folón. Empezó junto a su madre con doce y sigue haciéndolo ahora a sus 91. Nemesio es el último de los muiñeiros, los molineros, de este conjunto de contrucciones hidráulicas de O Rosal, en el Bajo Miño. Él personifica la historia de una actividad que se remonta hasta el siglo XVII. Con él arrancamos nuestra ruta de los Muiños do Folón e do Picón. Un viaje precioso por Pontevedra.

Muiños do Folón desde el Monte Campo do Couto

Muiños do Folón desde el Monte Campo do Couto

Los molinos del Folón y del Picón ocupan las laderas del monte Campo do Couto. Todavía hoy Nemesio Castro sigue trabajando aquí para poner en funcionamiento la vieja maquinaria. Y todavía recuerda el momento en que se colocaron las piedras de moler. "Mi madre arregló el molino, le pusieron esta piedra, que se dice el pie, la cortaron ahí fuera. Y después el cantero esperó a que bajaran los del monte que estaban plantando pinos y la metieron por aquí", nos dice mientras señala la enorme rueda de molino que sirve de base para el trabajo.

Nemesio Álvarez, el último muiñeiro

Nemesio Álvarez, el último muiñeiro

Nemesio, incansable pese a la edad, pica la piedra para mantener rugosa la superficie y que sea capaz de moler el cereal. "Este picado es necesario porque aquí rompe el maíz y va saliendo, saliendo y aquí lo convierte ya en harina", continúa su explicación mientras señala desde la parte interior de la piedra hacia el borde exterior.

“Este picado es necesario porque aquí rompe el maíz y va saliendo, y lo convierte ya en harina”

Durante décadas desde los años del 1600 aquí molieron el cereal para fabricar la harina de maíz y centeno que alimentaba a la población. Nemesio recuerda que aquí el pan era de millo, maíz, pero había que añadirle siempre algo de centeno para darle más sabor. "Y el pan quedaba bueno pero muy bueno", sentencia con una sonrisa.

La ruta de los muiños por el Monte Campo do Couto

Los molinos estuvieron en funcionamiento hasta los años 70 y se declararon Bien de Interés Cultural en los 90, iniciándose su recuperación. Hoy constituyen la ruta turística por excelencia del monte vecinal del Rosal, como nos cuenta Ánxela Fernández Callís, alcaldesa del Concello de O Rosal. "Tenemos 67 muiños, 36 son de O Folón que como veráis están mucho más agrupados en fila y los restantes son los Muiños do Picón que tienen un origen más disperso, aunque todos ellos conforman esa gran cadena de Muiños do Folón e do Picón".

Tenemos 67 muiños, 36 son de O Folón mucho más agrupados en fila y los restantes son los Muiños do Picón

La imagen, más icónica de la ruta es la de los molinos del Folón alineados en la ladera del monte formando una L que asciende por la montaña. Para visitarlos hay que subir, o bajar dependiendo del sentido de la senda que tomemos, hasta o desde la cresta de una elevación desde la que se domina el pequeño valle donde se construyeron y la desembocadura del río Miño en el Atántico.

Ánxela Fernández, alcaldesa del concello de O Rosal, conversa con Nemesio

Ánxela Fernández, alcaldesa del concello de O Rosal, conversa con Nemesio

"Lo que podemos ver – continúa Ánxala- es un gran valor hídrico por el tipo de edificaciones, un valor patrimonial muy importante y sobre todo un paisaje que aunque está humanizado, respeta totalmente el contorno de espacio natural que caracteriza a todo este entorno de carácter forestal en la actualidad".

Ruta de subida por los Muiños do Folón

Ruta de subida por los Muiños do Folón

Los molinos están alineados para aprovechar la caída del agua por el monte. Cada uno tiene un depósito en su parte posterior para almacenar el agua y por una pequeña compuerta hacer que baje con más presión y mueva las pesada piedras de moler. Las pequeñas construccions de piedra y el sonido del agua ue acompaña durante casi toda la ruta son un verdadero placer para los sentidos.

O Rosal, desde la riqueza de la tierra...

Viñedos en O Rosal

Viñedos en O Rosal

Los muiños también molieron azufre para tratar las viñas que se plantaban en las Rías Baixas. En El Rosal, el vino es hoy una de sus principales producciones por la particularidad de sus suelos. Nos lo explica Emilio Rodríguez Canas, diector enológico de las bodegas Terras Gauda, la más conocida de O Rosal. "Lo curioso es que hay un suelo de esquisto, de pizarra, a diferencia del resto del suelo de Rías Baixas que es granítico. Ésto le aporta al suelo mucha mineralidad y una singularidad especial".

Descarga de uvas en la bodega Terras Gauda

Descarga de uvas en la bodega Terras Gauda

Aquí los vinos se producen a partir de tres variedades de uva: Albariño, Loureiro y Caíño Blanco, esta última propia de El Rosal que la ha conservado por ser una variedad única. Sobre ella Emilio comenta que "aporta sobre todo a los vinos estructura, densidad, cuerpo, longitud, es muy interesante... y tiene una capacidad de envejecimiento, excelente".

El Caíño Blanco aporta sobre todo a los vinos estructura, densidad, cuerpo, longitud.

La bodega tiene a gala la labor que desarrolla en I+D+i. relaciondo con el Albariño desarrolló un procedimiento pionero para potenciar de forma natural las propiedades biosaludables de los vinos. Realizó un proyecto de selección clonal de la uva Albariño, consiguiendo uvas más resistentes a las enfermedades y con unas características agronómicas y organolépticas más adpatadas a la producción.

Emilio Rodríguez en el laboratorio de viticultura

Emilio Rodríguez en el laboratorio de viticultura

Además es la única bodega española con tres patentes: una levadura propia de Albariño, otra de manoproteínas que refuerzan la singularidad de los vinos y la tercera que sirvió para aislar un microorganismo propio del Caíño Blanco que permite elaborar vinos únicos.

Pero aparte de su labor investigadora y el trabajo propio de la producción, en Terras Gauda dan mucha importancia al enoturismo, un complemento único de su viticultura.

"Lo que tratamos es de que las personas que vengan se lleven una idea de todo el cuál es todo el proceso", dice Begoña Santamaría Suárez, coordinadora de enoturismo.

Una persona cuando sabe cómo se elabora el vino, con qué cuidado tratamos el viñedo, es capaz de entender la importancia que tiene ese producto

"Qué pasa con la uva cuando viene aquí a bodega, y cómo eso se convierte en las botellas que se ven en los diferentes lineales, en el restaurante. Una persona cuando sabe cómo se elabora el vino, con qué cuidado tratamos el viñedo, bueno pues es capaz de entender la importancia que tiene ese producto ¿no?".

Begoña Santamaría visitando los viñedos

Begoña Santamaría visitando los viñedos

Los viñedos se pueden recorrer en todoterreno, van e incluso a caballo en animales de raza gallega, pequeños y fuertes. Una experiencia más a sumar al placer que supone contemplar estos cuidados campos.

...a la riqueza del agua

Desembocadura del Miño desde la ribera portuguesa

Desembocadura del Miño desde la ribera portuguesa

Las aguas del Miño, que marca la frontera con Portugal, ofrecen aquí otra de sus actividades económicas más importantes, la pesca de la angula. Una actividad que nos describe Adolfo Martínez Alonso, que es presidente de la Asociación de Pescadores del río Miño.

Pescamos cuatro lunas, dividido en sesenta días. Cada luna se extiende del cuarto menguante al cuarto creciente

"Empezamos ahora el uno de noviembre, que pescamos cuatro lunas, dividido en sesenta días… a quince días por luna más o menos”. Cada luna se extiende del cuarto menguante al cuarto creciente. “Pescamos en zonas delimitadas, de la parte alta del río hasta un poco más arriba de Tuy y hasta la desembocadura. Tenemos un cupo de dos kilos por día..."

Adolfo Martínez junto a una de las barcas de pesca del Miño

Adolfo Martínez junto a una de las barcas de pesca del Miño

Una pesca que sigue siendo rentable que para algunas es una actividad a tiempo completo y para otros un importante complemento de la renta. El producto sigue siendo muy demandado, nos dice Adolfo: “la angula pues ya nos la vienen a buscar aquí a la orilla del río. De hecho hay subasta y eso ya no se lleva para casas normalmente”. Vamos que se las quitan de las manos.

La rica cocina gallega entre el mar y la tierra

Todos los productos del mar y de la tierra están presentes en la cocina local. Y como muestra este ejemplo que prepara Encarna Cabadas del restaurante O Lagar en Eiras.

"Lo que vamos a preparar son filloas de boletus rellenas de erizos de mar. Lleva boletus deshidratados, harina, huevo y sal, lo que es la filloa. Luego el sofrito lleva pimiento rojo, puerro y el agua de las gódonas (las gónadas, las huevas) del erizo.Y luego una bechamel".

En la cocina nos describe cómo se hace este plato exquisito: “se hace el sofrito y se le añaden las gódonas y el caldo de cocer los erizos. Aparte vas haciendo las filloas con todos sus ingredientes y la bechamel... Finalmente echas el sofrito de las gódonas lo mezclas y luego ya montas la filloa.

Encarna Cabadas presenta su menú

Encarna Cabadas presenta su menú

Filloas

Filloas

En el comedor de O Lagar en Eiras, Encarna nos presenta su plato con una recomendación: "para nuestras filloas de boletus rellenas de erizos de mar el mejor acompañamiento es un vino de O rosal, que elaboramos en nuestra casa y nada más...". Pues a disfrutar…

Para descansar, un edificio histórico, la Abadía de Eiras

Junto a la parroquia de San Bartolomé de Eiras (1791) se encuentra la antigua casa rectoral del Abad, cuya construcción finalizó a principios del siglo XIX en 1818. La casa posee las características propias de los pazos gallegos. Se trata de una finca rodeada de un muro y una edificación de fuertes paredes de piedra, con su terraza solariega, y todas las dependencias que solían tener estas construcciones, bodega, jardín, palomar…

Todo fue reformado hace unos años para poner en funcionamiento las actuales instalaciones que combinan tradición y modernidad con un alto nivel de comodidad.

La casa estaba construida en piedra y toda esa piedra tenía que seguir manteniéndose y lucir

"La casa estaba construida en piedra –nos explica Ángel Martínez Lomba encargado del establecimiento- y toda esa piedra tenía que seguir manteniéndose y lucir, que es un poco una de las características principales de la casa. Intentamos eso después, provechar y dotarla de esas comodidades que tenemos hoy en día, acomodarla con ese toque moderno para dotarla de las comodidades y que la gente la disfrute bien".

Está equipada con diez habitaciones con capacidad para unas veinte personas. Ideal para el descanso y puntro de partida privilegiado para visitar los alrededores."Llegas aquí –dice Ángel- y se respira una paz y un ambiente como muy tranquilo que es una de las cosas que después valoranmucho más la gente". Y sobre todo por magníficas vistas al Miño, desde terrazas y jardines, que se encuentra a pocos minutos en coche de la Abadía.

Las ricas riberas del río Miño y su microclima

Quienes se acerquen a las riberas del río podrán contemplar otro de sus tesoros: la agricultura. Unas tierras bañadas y enriquecidas por sus aguas que además crean un microclima templado ideal para diferentes cultivos.

Roberto Álvarez trabajando en el invernadero

Roberto Álvarez trabajando en el invernadero

Son espectaculares sus invernaderos de plantas ornamentales. En uno de ellos, Integral Plant Baixo Miño, que dirige Roberto Álvarez, encontramos a sus trabajadoras en plena actividad, plantando pensamientos y violas para la campaña de otoño-invierno.

La condición fundamental en esta zona es la temperatura, que es muy estable

"Lo que estamos es macetando el plantel que recibimos para nosotros engordar la planta" nos explica Roberto... "En torno a un mes la tenemos totalmente terminada en flor y ya para plantar en el jardín". El secreto de exuberancia de este cultivo está en el entorno. "La condición fundamental en esta zona es la temperatura, que es muy estable, continúa Roberto, el clima que tenemos es muy, muy, muy bueno para la producción de ornamental". Y realmente es un placer pasear entre este abigarrado jardín que pronto decorará calles y plazas de numerosas ciudades como las de Vigo…

Petroglifos de Ghorghalado, el gran misterio de piedra

Los montes que rodean O Rosal forman también un jardín, en este caso salvaje, muy diferente de las riberas del río. Abundantes en brezo, guardan otros misterios, como los petroglifos de Ghorghalado hasta los que nos guía José Álvarez Alonso, Pepe "O Buraco", un vecino de O Rosal y gran conocedor de estas inscripciones.

Pepe

Pepe "O Buraco" ante el petroglifo de Ghorghalado

"Estos petroglifos se dice que son de la Edad del Bronce, que tienen entre tres y cuatro mil años", comenta Pepe. "En el concello de O Rosal tenemos una cantidad de 112 ó 114 entre históricos y prehistóricos".

Detalle del petroglifo

Detalle del petroglifo

Se trata de una gran roca completamente cubiuerta por grabados rupestres. Los petroglifos de Ghorghalado fueron descubiertos por una vecina del lugar, Palmira Cristina Vaquero, en 2012 en mitad del bosque de brezo y eucaliptos. En los años siguientes después del hallazgo se limpió el lugar y por primera vez se excavó un petroglifo en Galicia.

El petroglifo de Ghorghalado es muy importante porque tienen 350 motivos

"Éste es muy importante porque tienen 350 motivos y además debe ser el petroglifo más grande que tenemos en Galicia en esquisto" aclara Pepe. "Los motivos que tenemos son: coviñas o cazoletas, surcos, círculos, círculos concéntricos, espirales, reticulados y algún laberinto que tenemos muy pocos en Galicia..." Un lugar lleno de misterio y de una belleza primitiva que no debe olvidarse en la visita. Y una muestra del arte prehistórico que compite en esta raya fronteriza con Portugal con el arte que cada día nos regala aquí la propia naturaleza.

Si quieres conocer más sobre la zona puedes escuchar este podcast de RNE.